• Para la 96ª edición de los premios de la Academia, se destaca la visión de los cinco directores que conforman su grupo de nominados. El Diario hace un repaso a sus trabajos y las razones que los llevan a aspirar a la estatuilla dorada

El cine es una conjunción de múltiples artes. Una suma de talentos técnicos, creativos y performáticos cuyo eje está en la figura del director. Así como un cerebro coordina los diferentes sistemas y órganos del cuerpo, el director maneja todo ese cúmulo de fuerzas artísticas y las encamina hacia su producto final: una película. 

El 10 de marzo, en el teatro Dolby de Los Ángeles, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos premiará a cada una de esas partes que conforman la producción de cine en la 96ª gala de los Oscar. Y sin dudas, uno de los galardones más importantes de la noche será para aquella labor de dirección que marcó un hito en la gran pantalla.

Para esta edición figuran grandes mentes de Hollywood que, pese a su trayectoria, todavía no han tenido un reconocimiento apropiado por la Academia. También debutantes que desde otras latitudes traen nuevas visiones. Sin embargo, a pesar de las normas de inclusión implementadas este año, siguen faltando nombres femeninos en el grupo, pese a que autoras como Celine Song o Greta Gerwig hicieron un trabajo destacado. Aun así, no deja de ser desdeñable el mérito de los nominados.

El Diario presenta un repaso por las visiones de los nominadas en la categoría de Mejor Director:

Christopher Nolan (Oppenheimer)

Premios Oscar 2024: ¿quiénes son los nominados a Mejor Director? 
Foto: Sarah Meyssonnier/REUTERS

El director, guionista y productor británico se ha labrado a pulso su puesto como uno de los cineastas insignia de la actualidad. Ha mantenido un equilibrio entre éxitos de taquilla como Inception (2010), Interstellar (2014) o su trilogía del caballero oscuro de Batman, pero también proyectos más de nicho, como Memento (2000), The Prestige (2006) o Tenet (2020). Esta es su segunda nominación como director tras Dunkerque (2017), aunque al sumar también su trabajo como escritor y productor, acumula ya ocho nominaciones sin estatuillas.

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Precisamente durante el rodaje de Tenet, el actor Robert Pattinson le regaló a Nolan el libro Prometeo americano, sobre la vida del creador de la bomba atómica, Robert Oppenheimer. Aquella biografía, más que atraparlo, lo obsesionó, por lo que dedicó los años siguientes a realizar una de sus cintas más ambiciosas hasta el momento. Con Oppenheimer se ven elementos propios de su estilo, como las narrativas no lineales con diferentes tiempos, el manejo de conceptos científicos complejos y personajes que van revelando sus matices de forma fragmentada. Aunque también se ve una evolución en su interés por explorar un drama más emocional e introspectivo.  

Nolan es un defensor acérrimo de los efectos prácticos en una era de computadoras, aunque esto no significa que no use efectos digitales. No obstante, para esta cinta elevó al máximo su apuesta al recrear la primera prueba atómica con una explosión real (obviamente no radioactiva). Aunque modificó elementos de la historia del proyecto Manhattan en cuanto a personajes y situaciones, mantuvo la fidelidad en el apartado técnico y escenográfico, además desarrollar un sonido y banda sonora que armonizan para sumergir de lleno al espectador en la tensión de los pensamientos de Oppenheimer, o retumbar en un estallido, con las actuaciones brillantes de figuras como Cillian Murphy, Robert Downey Jr. y Emily Blunt

Yorgos Lanthimos (Poor Things)

Premios Oscar 2024: ¿quiénes son los nominados a Mejor Director? 
Foto: Jay L. Clendenin/Los Angeles Times

Oriundo de Grecia, ya era considerado un director de culto por cintas como Canino (2009), The Lobster (2015) o El sacrificio del ciervo sagrado (2017). Aunque tuvo una nominación a Mejor Guion Original en los Oscar de 2017, fue en 2019 cuando saltó al foco del cine mainstream con sus nominaciones por La Favorita. Ahora, recibe su segunda candidatura a la categoría de Mejor Director por Poor Things

El cine de Lanthimos se caracteriza por ser transgresor y buscar deliberadamente incomodar al espectador. No busca ser entendido y la coherencia pasa a un segundo plano en favor de la espectacularidad de la imagen. Por eso Poor Things le sienta perfecto, pues le da al director carta libre para crear un mundo irreal, casi onírico, en el que todo es posible y funciona bajo sus propias reglas: desde un perro-gallina y trasplantes de cerebro sin complicaciones, hasta la normalización de lo grotesco.

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Pero especialmente, Lanthimos desata a una Emma Stone en la plenitud de sus capacidades actorales, como un estudio del desarrollo del lenguaje y la motricidad que emulan a niño en crecimiento, o a una persona que se recupera de un daño cerebral severo. Aunque en este caso su historia es relativamente fácil de comprender, encierra entre líneas pequeños detalles que la enriquecen, mientras deconstruye el mito de Frankenstein con un humor bastante negro y provocador.

Martin Scorsese (Killers of the Flower Moon)

Premios Oscar 2024: ¿quiénes son los nominados a Mejor Director? 
Foto: Caroline Brehman/EFE

A sus 81 años de edad, el estadounidense sigue una carrera activa que, lejos de decaer, solo expande su ya enorme legado en el cine. A sus espaldas lleva muchas de las cintas que construyeron al Hollywood moderno, como Taxi Driver (1976), Toro salvaje (1980), La última tentación de Cristo (1988), Goodfellas (1990) o El lobo de Wall Street (2013). A pesar de acumular ya 16 nominaciones al Oscar en diferentes categorías (incluyendo las de este año), solo posee una estatuilla, a Mejor Director, por Los infiltrados (2007).

Su última nominación como director fue en 2019 por El Irlandés, una cinta de gángsters, y ahora redobla su apuesta con Los asesinos de la luna. Animal de costumbres, el director vuelve a una trama policíaca, matizada con otros géneros que ya ha trabajado como el suspenso, el drama y el histórico, aunque también incursiona en otros como el western. También juntó a sus dos grandes actores fetiche, Robert de Niro y Leonardo di Caprio, por primera vez en su filmografía.

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Aunque pareciera un trabajo dentro de su zona de confort, lo cierto es que Scorsese se sale de su carril habitual con esta película. Muestra un trabajo más reposado y discreto, donde el propio autor hace un reconocimiento de culpa por ser parte de un sistema que convierte la violencia en espectáculo. También hace gala de su experiencia, con una fotografía impecable y una capacidad para comunicar con las imágenes macerada tras años y años de técnica. 

Justine Triet (Anatomía de una caída)

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Foto: Mohammed Badra/EFE

La directora, guionista y actriz francesa se convirtió en 2023 en la tercera mujer en la historia del Festival de Cannes en ganar la Palma de Oro. Con cintas como La Batalla de Solférino (2013), Victoria (2016) y El reflejo de Sibyl (2019), se había mantenido como una autora reconocida dentro de los círculos europeos de cine más intelectual. Sin embargo, con Anatomía de una caída alcanzó una proyección en el mainstream, ganando premios como el Globo de Oro o su primera nominación al Oscar.

Además de la categoría de dirección, también está nominada a Mejor Guion Original, algo que toma sentido cuando se aprecia la calidad de los diálogos en la película. Anatomía de una caída es un thriller que logra mantener la tensión y el suspenso hasta su último minuto, sin necesidad de recurrir a artilugios narrativos. Hace dudar al espectador y le obliga a usar la lógica, a prestar atención a los detalles para jugar al detective mientras ve transcurrir la acción.

Cada elemento narrativo, desde los diálogos, hasta la dirección de la cámara y la ambientación contribuyen a generar esa atmósfera de misterio, pero a la vez claustrofóbica, que refleja el propio estado interior de sus personajes. La actuación de la alemana Sandra Hüller le brinda una comedida verosimilitud a su protagonista, e incluso el desempeño de Messi, el perro que actúa como mascota de la familia en la cinta, ameritó el Premio Palm Dog de Cannes.

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Jonathan Glazer (The Zone of Interest)

Premios Oscar 2024: ¿quiénes son los nominados a Mejor Director? 
Foto: Getty Images

A diferencia de Triet, el director y guionista británico ya había coqueteado con la industria del entretenimiento con sus videos musicales, así como una filmografía compuesta por Sexy Beast (2001), Reencarnación (2004) y Under the Skin (2013). Aunque Ben Kingsley tuvo una nominación al Oscar a Mejor Actor de Reparto por Sexy Beast, este es el debut formal de Glazer ante la Academia.

Con La zona de interés, el director tomó como base la novela homónima de Martin Hass y la intervino para crear una visión única y mucho más realista. La transformó en un drama costumbrista sobre la vida familiar del comandante del campo de concentración de Auschwitz, sin perder el respeto ni el testimonio del más de millón de vidas que fueron sistemáticamente exterminadas allí. Lo consigue a través de la sutileza, donde lo importante no es lo que se ve, sino lo que está más allá, escondido tras una cotidianidad que pretende disimular lo que pasa en sus narices. Un mensaje que resuena con la actualidad, y que el propio director se encarga de resaltar, mostrando que si bien la vida continúa, la maldad puede residir en personas comunes, y no por eso se debe olvidar ni normalizar.

Para impregnar a su obra del mayor realismo posible, Glazer realizó una investigación minuciosa sobre la vida del comandante nazi Rudolf Höss. También grabó usando solo iluminación natural y dispuso de cámaras fijas a lo largo de la casa, sin decir a los actores cuando se activaban. Esto para que pudieran ejecutar sus rutinas de forma orgánica, capturando la magnitud de su soledad al no estar acompañados por los camarógrafos. En cuanto al sonido, su punto fuerte, elaboró una biblioteca sonora a partir de su investigación sobre Auschwitz, recreando su acústica, así como aquellos gritos, máquinas y disparos que probablemente los Höss escuchaban a diario, pero que decidieron ignorar.

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