• En Venezuela, la escultura es un campo de resistencia que sobrevive y florece, adaptándose a los cambios sin perder la tradición. El Diario conversó con los artistas Luis Alberto García y Manuela Zárate sobre su pasión creativa y perspectivas sobre el lugar de la escultura en un mundo del arte cada vez más interdisciplinario

Se dice que cuando el artista italiano Michelangelo Buonarroti terminó su estatua de Moisés a principios del siglo XVI, quedó tan maravillado por su realismo que la golpeó en una rodilla y le exclamó “¿Por qué no me hablas?”. El maestro renacentista, además de legar obras como la Capilla Sixtina o la Paulina, fue uno de los escultores más prolíficos de su tiempo, con piezas como La Piedad, los santos de la catedral de Siena o la más conocida de todas, David.

Aunque no existe una proclamación oficial, la trascendencia de Miguel Ángel en el arte ha hecho que en varios países se reconozca el día de su natalicio, el 6 de marzo, como el Día Internacional del Escultor. Igualmente, como manifestación artística, la escultura también suele ser celebrada el 15 de abril, cuando la Unesco y la Asociación Internacional del Arte declararon el Día Mundial del Arte en 2012. En Venezuela, también se incluye en el Día de las Artes Plásticas, que se conmemora el 10 de mayo por el natalicio de Armando Reverón.

La Escultura en Venezuela: un espacio emergente para jóvenes creadores
Angelito Pensador, de Toto García. Foto: cortesía

La escultura ha sido una forma de arte que ha acompañado a la Humanidad desde sus primeros pasos. Desde las tallas en piedra con fines religiosos como las venus paleolíticas, hasta el esplendor de los bustos y figuras grecorromanas. Desde el siglo XVIII es considerada como una de las Bellas Artes, aunque desde entonces ha evolucionado a la par de las vanguardias, pasando de aquel realismo antropocéntrico que inquietaba a Miguel Ángel para ser libre, con formas mucho más abstractas y etéreas. 

En Venezuela, la escultura ha tenido un papel fundamental en su historia del arte. Aunque durante siglos estuvo anclada a la imaginería religiosa y el posterior culto nacionalista a los héroes de la patria, desde mediados del siglo XX se renovó con grandes artistas como Alejandro Colina y  Francisco Narváez. El abstraccionismo geométrico y el cinetismo también encontraron terreno en el país de la mano de Víctor Valera, Alejandro Otero, Gertrud Goldschmidt (Gego), Jesús Soto y Lía Bermúdez. 

En la actualidad, la escultura sigue siendo una de las expresiones más usadas por los artistas. Un culto al volumen y la tridimensionalidad que se mantiene desde múltiples frentes, de lo popular a lo académico, y entre carreras emergentes y consolidadas. El Diario recoge el testimonio de dos artistas que hacen de la escultura una parte fundamental de su obra.

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Manuela Zárate

La Escultura en Venezuela: un espacio emergente para jóvenes creadores
Manuela Zárate. Foto: Cortesía

Nació en San Fernando, Apure, en 1994.  Su formación artística comenzó desde temprana edad de manera autodidacta, con el apoyo de familiares y amigos vinculados al arte y el teatro. Posteriormente estudió en la Escuela Técnica de Artes Visuales Cristóbal Rojas, en Caracas, y egresó de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) en Artes Plásticas, con especialización en cerámica. 

En entrevista para El Diario, contó que en el atelier de su abuela, quien era modista, encontró la inspiración para inclinarse hacia el mundo del arte. “Fue el primer lugar en el que pude ver una manera de hacer un trabajo independiente y que eso permitiera, desde un lugar creativo y creador, poder sustentarse”, afirma. También resalta la importancia de su madre, quien la acompañó para iniciar sus estudios en la escuela técnica.  

La Escultura en Venezuela: un espacio emergente para jóvenes creadores
Foto: cortesía

Además de las artes visuales, comentó que sus principales intereses son el arte y la filosofía, los cuales se ven reflejados en su obra. Señaló que fue la cerámica la técnica que la eligió para fungir como un puente con el pasado y sus tradiciones ancestrales. Indicó que su principal foco de atención es cómo el arte le permite sondear nuevos universos e imaginarios, conectándose a una diversidad de contextos y expresando los suyos.

“Es traducir mi manera de percibir el mundo, mi realidad, y poder construir a partir de mi singularidad territorios y significados complejos que dialoguen con la contemporaneidad con la gente, nuestras historias y el mundo. Es un lugar donde el pensamiento está constantemente estudiando, cuestionando, y transformando la materia, las convenciones y las lecturas de la historia”, afirmó.

Trayectoria

Zárate ha participado en diferentes muestras colectivas como Tierra de Gracia. Naturaleza-Paisaje-Territorio (Galería Beatriz Gil, Caracas 2019); Autorretratos (Hacienda La Trinidad, Caracas, 2022); Imaginarios simultáneos (Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, Maracaibo, 2023); oh! OASIS (Platabanda, Caracas, 2023). En 2021 presentó su primera exposición individual, El Guiso: platos típicos, palabras locales, extravagancias e imaginarios, en la Galería ABRA Caracas.

También participó en el Concurso de Arte Contemporáneo Creadoras, convocado por el Banco de Desarrollo (CAF), siendo seleccionada para su posterior exhibición Una=Todas, en la Galería de Arte Nacional, en 2023. Ese mismo año participó con la Galería Beatriz Gil en la Feria de Arte de Miami, Florida (EE UU).

Actualmente trabaja en su segunda exposición individual, que se inaugurará a mediados de año en la Galería Beatriz Gil. “Allí estaré desarrollando obras que parten de mis investigaciones en torno a la invención del imaginario de riqueza en el nuevo mundo, la ostentación tropical, mina vs. oasis y prácticas culturales resultantes de la hibridación y el mestizaje”, señaló.

Luis Alberto “Toto” García

Exposicion Premio de Arte Contemporáneo Luis Ángel Duque Galería Freites
Foto: Abrahan Moncada

Nació en Caracas en 1984. Comenzó su formación artística en 2003, cuando estudió en la Escuela Cristóbal Rojas, y egresó del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón (actual Unearte), donde se especializó en la mención Escultura. Desde su época de estudiante participó en diversos salones y premios universitarios, en los que obtuvo sus primeros reconocimientos.

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En entrevista para El Diario, afirma que su apodo Toto lo ha acompañado desde la escuela, siendo ya parte de su firma como artista. Cuenta que de niño tenía una gran imaginación, alimentada por las historias de su abuelo taxista o películas como Star Wars y Los Goonies. De allí que comenzó a dibujar y fabricar sus propios juguetes. “Cualquier perolito que conseguía servía para hacer una nave espacial y tenía esa inquietud de imaginar utopías, ciudades o criaturas”, acotó.

La Escultura en Venezuela: un espacio emergente para jóvenes creadores
Foto: cortesía

Por temas económicos, aseveró que dejó de comprar materiales para sus esculturas y comenzó a improvisar con objetos que encontraba en la calle, al igual que con sus juguetes de niño. Dijo que siempre se sintió identificado con el metal por su dureza y maleabilidad ante el calor, por lo que lo convirtió en su material favorito para construir, a partir de chatarra, narrativas que van desde lo filosófico hasta lo personal.

“Eso le agregaba el plus de ser un objeto que había pasado por una vida, por un momento, una memoria, un recorrido antes de que yo lo encontrara. Así comencé a recolectar materiales cerca de mi zona y clasificarlos. Cualquier cosa metálica capaz de agarrar soldadura la iba seleccionando y de así comenzaron otros objetos y personajes. Ya me llamaba la atención el objeto encontrado más que ir a comprar un tubo o una cabilla. La ciudad me brindaba todo”, añadió.

Trayectoria

Desde 2007 ha participado en más de 20 muestras colectivas, como Arte y Sociedad. Jóvenes creadores venezolanos (Centro Cultural BOD, Caracas, 2018); I Premio de Arte Contemporáneo Luis Ángel Duque (Galería Freites, Caracas, 2022); Devuelta al oficio (Celarg, Caracas, 2022); Caracas Contemporánea. Memoria y Paisaje Urbano (Centro Cultural BOD, 2022) y el Salón Jóvenes con FIA (UCAB, Caracas, 2023).

Entre sus reconocimientos está el primer lugar en el I Salón Nacional de Arte Universitario, en 2009, mismo año en que ganó el Premio Municipal de Artes Visuales Juan Lovera, en Caracas. También recibió en 2014 el Premio Mario Abreu del Salón de Arte Aragua, en Maracay. En 2019 presentó su primera exposición individual, Chatarras. Imaginario de un escultor, en el Museo de Arte Afroamricano de Caracas.

Actualmente forma parte de la exposición colectiva Tridimensionales, en la Galería D’Museo del Centro de Arte Los Galpones, en Caracas. También trabaja en su taller en lo que será su segunda exposición individual, la cual cuenta con el acompañamiento curatorial del investigador Félix Hernández.

Modelar la materia

La Escultura en Venezuela: un espacio emergente para jóvenes creadores
Foto: cortesía

El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define la escultura como “arte de modelar, tallar o esculpir en algunos materiales figuras en tres dimensiones”. Durante siglos, su concepto estuvo íntimamente vinculado al de la estatua como producto final, o en menor parte o otras expresiones como los relieves. Con el surgimiento de las vanguardias en el siglo XX, la idea de la escultura como réplica de la realidad se abolió. Ahora podían jugar con la abstracción de sus formas, el vacío y el espacio negativo, o incluso convertirse en color y movimiento puros, como en las obras de Jesús Soto y Carlos Cruz-Diez.

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Marcel Duchamp ya había subvertido el concepto de escultura al utilizar objetos cotidianos y resignificarlos, algo que también se aplicó en técnicas como el assemblage. Con el auge del arte contemporáneo surgieron también nuevas manifestaciones como las instalaciones o la intervención del espacio, con lo cual los artistas fueron borrando cada vez más fronteras entre disciplinas, apelando más a una transversalidad que muchas veces vuelve difícil saber cuándo una pieza se trata realmente de una escultura.

La Escultura en Venezuela: un espacio emergente para jóvenes creadores
Balas Project Steel, de Toto García. Foto: cortesía

Ante esto, Zárate consideró que el arte evoluciona, y está en un constante proceso de actualización y resignificación. Sin embargo, la escultura siempre estará vinculada al acto creativo de modelar y representar ideas a través de la materia. “La escultura es un ente y su corporeidad empezará a significar desde su lugar de nacimiento, cómo circula, en qué lugar reside. También los medios y materiales serán elementos que determinarán el significado de la escultura o obra”, explicó.

Por su parte, García cree que la escultura, aunque ha ido perdiendo su pureza, sigue vinculada al volumen, por lo que es capaz de acoger incluso a las nuevas manifestaciones que encajen con ese perfil.  

“Yo asumo lo tridimensional y las instalaciones como esculturas ensambladas. Pero siento que la escultura tradicional todavía está vigente, hay muchos artistas contemporáneos haciendo su trabajo de modelado, de tallas en piedra o materiales duros como el mármol. Hay quienes todavía siguen trabajando el método tradicional de fundición en metales y hasta en la tecnología con las impresiones en 3D. La escultura todavía está vigente”, indicó.

A la par

Exposicion Premio de Arte Contemporáneo Luis Ángel Duque Galería Freites
Foto: Cortesía

Zárate ha dedicado su trabajo y línea de investigación a la cerámica, una técnica que emplea como material principal la arcilla (aunque también vidrio o cemento), cocinada en un horno. Es una forma de escultura, aunque durante años ha sido estudiada de forma independiente, desmembrada en esa línea arbitraria que separa las bellas artes de la artesanía según su propósito o acabado estético. 

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Sin embargo, la artista apela a las investigaciones del curador, museógrafo y ceramista venezolano Miguel Arroyo. En su biografía, escrita en 2020 por su esposa Lourdes Blanco, señala que el artista defendía a la cerámica, así como a la madera, el tejido y el esmalte como formas de arte en igualdad de condiciones que la pintura, la fotografía o la escultura.

La Escultura en Venezuela: un espacio emergente para jóvenes creadores
Foto: cortesía Manuela Zárate

“La cerámica, alfarería o barro nos acompañan a lo largo de toda nuestra evolución; desde lenguajes tanto devocionales, funcionales o estéticos. Desde las estatuillas y objetos funerarios y rituales, hasta objetos para cocinar y conservar alimentos, hemos estado desarrollando el uso y aplicación de este campo de conocimiento el cual es casi imposible delimitar ya que sus infinitos usos siguen actualizándose”, apuntó.

Esa tendencia a trazar fronteras entre las corrientes artísticas de moda, dejando a un lado el arte popular o que no se ajusta a sus cánones, ha llegado incluso a los géneros más tradicionales. García considera que la escultura, en las últimas décadas, ha ido perdiendo terreno frente al arte conceptual y las instalaciones. Esto ha hecho que se haya convertido en una suerte de reliquia para algunos críticos. “Cuando se presentan este tipo de obras tradicionales se les ve como objetos artesanales o decorativos”, quitándole el mérito a sus creadores”, aseguró

Escena nacional

La Escultura en Venezuela: un espacio emergente para jóvenes creadores
Foto: cortesía

Al preguntarle cómo ve la escena actual de las artes plásticas en Venezuela, Zárate usa la definición del diccionario de la palabra “emergencia”. Más allá de las acepciones catastróficas que aparecen, destaca una: “Acción y efecto de emerger”. Para ella, el campo del arte, entendido como esa red de instituciones y organizaciones que estimulan la investigación y creación artística y cultural, del país, es actualmente una zona de resistencia, que persiste pese al abandono.

Los artistas e investigadores están en emergencia, haciendo emerger sus discursos y sus obras, defendiendo sus individualidades, sus familias y sus mundos. Venezuela es un país con todo para hacer emerger un mejor lugar para las mayorías. Y creo que los artistas venezolanos nos han legado tanto, que con indagar un poco encontramos tantas referencias de la calidad y alcance de proyectos, obras e instituciones que son nuestros cimientos, y qué debemos construir en adelante”, razonó.

En ello coincide Toto, quien ve la escena artística venezolana como un movimiento perpetuo que todavía no ha llegado a su auge. Un trabajo colectivo que se compone de grandes maestros del pasado como Harry Abend, artistas consolidados como Javier Level, y los jóvenes que se labran un camino en sus expresiones. “Hay una cantidad de artistas jóvenes emergentes que están realizando el trabajo artístico con mucha dedicación, a nivel formal y conceptual”, resaltó. 

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