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- La Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas aseguró que la industria ha tenido pérdidas de al menos 60 %
Roque Zapata, presidente de la Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas (Civea), informó que 60 % de los licores que se venden en los comercios ingresan de forma ilegal a Venezuela.
En una entrevista para Unión Radio, Zapata aseveró que esta situación ha estado afectado a la industria nacional desde hace varios años.
“En la actualidad tenemos registros que refieren que el producto nacional y el importado que entra legal al país ha perdido 60 % de espacio en los anaqueles de Venezuela”, dijo el presidente de la Cámara.
Enfatizó que los datos se han evidenciado a través de las caídas en las ventas de las empresas en todo el país.
Esfuerzos para mantenerse
Zapata resaltó que la industria de licor ha realizado diferentes esfuerzos para mantener a flote el negocio, pese a las caídas.
“Se está conformando el Estado mayor contra el contrabando e ilícito, un paso muy importante para ayudar al fortalecimiento de la industria nacional”, agregó.
Asimismo, alertó que la llegada de los productos sin el permiso correspondiente sanitario representa un riesgo para la salud de las personas.
El presidente de la Civea mencionó que de acuerdo con el marco legal del país, el licor debe pagar 68 % en impuestos.
Antecedentes de las pérdidas
Zapata informó a principios de junio que las ventas del sector registraron una caída entre 25 % y 30 % en los primeros cinco meses de 2023.
La información la dio en una entrevista para Fedecámaras Radio explicó que el valor de un producto importado que paga sus impuestos podría tener un valor de 30 bolívares, mientras que el licor que no cumple con las normativas podría costar hasta las mitad, 15 o 20 bolívares.
Zapata aclaró que en muchos casos las empresas han tenido que llegar a acuerdos de financiamiento con los proveedores para poder acceder a la materia prima.
Antecedentes de intoxicación por alcohol
El director ejecutivo de la CIVEA, Luis Enrique Cárdenas, aseguró que entre 2017 y enero de 2023 al menos 71 personas murieron por el consumo de bebidas clandestinas y más de 350 personas resultaron intoxicadas.
En una entrevista para el Correo del Caroní, resaltó que en la mayoría de los casos las víctimas eran hombres y mencionó que las bebidas que preparaban no eran artesanales porque no cumplían con los registros correspondientes sanitarios.
En ese sentido, alertó a la población a evitar el consumo de bebidas alcohólicas adulteradas para prevenir casos como los que ocurrieron en enero en Yaracuy, en donde nueve personas fallecieron al consumir alcohol de fabricación casera.
