• La médica María Gabriela Becerra llegó hace siete años a Estados Unidos. Es egresada de la Universidad del Zulia y en los últimos dos meses lideró y contribuyó con la fase 3 de la vacuna de Pfizer contra el covid-19

Entre los muros blancos que separan los cubículos de los laboratorios, una mujer supervisa y evalúa a los voluntarios de la posible vacuna contra el covid-19. La venezolana María Gabriela Becerra, oriunda del estado Zulia, lidera el equipo que documenta las reacciones luego de que son administradas las dosis en la clínica Texas Center for Drug Development, en Houston, Estados Unidos. 

Ella también vigila que se cumplan los protocolos de seguridad dictados por las grandes empresas farmacéuticas para los ensayos clínicos. Es pelirroja, de lentes, va vestida de azul y sostiene una libreta que va alimentando con escritos, números y anotaciones. Dice que es un proceso de investigación que puede durar hasta 10 años, pero se siente orgullosa de contribuir con la vacuna que desarrolló Pfizer en menos de 12 meses.

Emigró de Venezuela hace siete años. Desde niña le decía a su mamá que quería ayudar a descubrir algo que fuera importante para la humanidad. Su abuelo, comenta para El Diario, era militar y en su casa enseñó a inyectar a los miembros de la familia. Era común que los vecinos tocaran el timbre para pedir que fueran inyectados.

Ella era la primera espectadora y su mamá le regaló una jeringa sin aguja con la que inyectaba a sus muñecas. Jugaba a ser doctora, otras veces enfermera o cirujana. También pensó en ser ingeniera para seguir los pasos de su padre, pero finalmente se graduó como médico en la Universidad del Zulia con el segundo mejor expediente de su promoción. 

Decidió irse a EE UU por el escaso avance y paralización de las investigaciones científicas y médicas en Venezuela. Se residenció en Houston por ser una ciudad pilar en el ámbito de la medicina estadounidense. Actualmente la venezolana trabaja en una clínica de investigación que le abrió las puertas y, hace dos meses, lideró el estudio de la fase 3 de la vacuna contra el covid-19 que desarrolló Pfizer.

Vacuna
Foto: María Gabriela Becerra

“La fase 3 consistió en reclutar a los voluntarios que se someterían a probar la vacuna. Luego de esto, inicia un proceso riguroso donde observamos y evaluamos las reacciones después de ser administradas las dosis, realizando un seguimiento meticuloso e importante, durante el tiempo que dure el estudio.

Este proceso regularmente dura de cinco a 10 años en recoger toda la data necesaria para presentarla a los organismos reguladores de cada país, por ejemplo, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA). Si se aprueba, la vacuna sale al mercado”, afirmó Becerra.

Es la única venezolana que se encuentra trabajando en la clínica de investigación que realiza estudios en alianza con Pfizer y otras farmacéuticas como Moderna. Explica que en este momento continúan realizando seguimiento a más de 1.400 pacientes, además de continuar con el avance e investigación de otros  proyectos, también contra el covid-19. “Este es el futuro de la medicina, al menos en los próximos cinco años. Seguimos aprendiendo del virus, de cómo combatirlo y cómo prevenirlo”, añadió.

En la búsqueda de la aprobación de la vacuna

A pesar de los avances de la vacuna que promete 95% de seguridad, Pfizer espera por la autorización de emergencia de la FDA. Becerra también sostiene que es posible que se decida vacunar primero a pacientes y trabajadores de alto riesgo. Por ejemplo, trabajadores de la salud o personas mayores de 65 años de edad.

Y es que este martes 8 de diciembre la FDA se ha pronunciado al respecto. Los documentos de revisión de esta vacuna aseguran que la vacuna de Pfizer y BioNTech protege fuertemente contra el covid-19. Sin embargo, esto sería un primer análisis previo a su autorización.

El reporte también señala que la vacuna, que necesita dos dosis, garantiza la reducción de riesgo de covid-19 al menos siete días después de la segunda dosis y una reducción del riesgo, con un cuadro grave, en cualquier momento tras la primera dosis.

Vacuna
Foto: Pfizer

El jueves 10 de diciembre, la FDA convocará un panel de científicos independientes que debatirá qué tan confiables son los datos que respaldan las vacunas. Esto antes de recomendar si estas dosis son lo suficientemente seguras y efectivas para millones de estadounidenses. 

Posteriormente, se espera que la FDA emita una decisión en los días siguientes a la revisión. En caso de aprobarse, los primeros receptores serán los trabajadores de la salud y la población de la tercera edad. Esto de acuerdo con los planes establecidos por el gobierno de cada estado.

En cuanto a la posible llegada de la vacuna al resto de los países, María Gabriela Becerra señaló que esto dependerá de los organismos reguladores y gobiernos de cada uno. Considera que le gustaría ayudar a que algunas dosis puedan llegar a Venezuela. 

He visto amigos, vecinos, colegas y hasta profesores contagiados. Algunos lamentablemente no lo superaron. Al enterarme del fallecimiento de algún colega, aunque no lo conozca, me duele mucho, pero a la vez me motiva a levantarme con energía y llena de optimismo para seguir adelante en esta investigación”, comentó.

Lo que comenzó como un pasatiempo desde niña se convirtió en un sueño que ha podido concebir con mucho esfuerzo. Para María Gabriela, Dios ha guiado sus pasos desde el día en que nació para estar presente en este momento. Contribuyendo en pro de la humanidad, cumpliendo el deseo que le decía a su mamá desde muy pequeña.

Afirma con convicción que uno de los proyectos que más le interesan y que le gustaría desarrollar es una vacuna para prevenir el cáncer. Por lo pronto, ella espera contribuir para ser parte de la solución en esta crisis sanitaria sin precedentes; además de continuar su carrera para seguir dejando el nombre de su país en alto.  

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