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- La causa de esta afección no ha sido determinada, aunque algunos estudios apuntan a que se trata de una mezcla de factores genéticos y ambientales
La Fundación Española de Reumatología alertó el 23 de abril que la dermatomiositis juvenil necesita una atención multidisciplinar que incluya la evaluación de dermatólogos, oftalmólogos, cardiólogos, gastroenterólogos, rehabilitadores y psicólogos.
Los expertos de la fundación estiman que aproximadamente un 20 % de todas los casos de dermatomiositis aparecen en la edad infantil, sin embargo, los síntomas pueden aparecer hasta los 16 años de edad.
La dermatomiositis juvenil tiene una incidencia de 4 casos por cada millón de habitantes, por lo que se considera una enfermedad rara. A pesar de esto, la Fundación Española de Reumatología explicó que es necesario visibilizar esta afección para avanzar en la búsqueda de un tratamiento definitivo.
Esta enfermedad autoinmune afecta principalmente a los músculos y la piel de los niños debido a que provoca que el sistema inmunitario del cuerpo ataque por error los tejidos sanos, lo que origina inflamación, erupciones cutáneas y debilidad.
Los niños y jóvenes afectados con este padecimiento suelen presentar molestias en los hombros, caderas y cuello, que les hace difícil realizar actividades como subir escaleras, levantarse de una silla o peinarse.
Las erupciones son de color rojo o púrpura y aparecen en párpados, mejillas, parte superior de la espalda, codos, rodillas y manos.
Otros síntomas relacionados con la dermatomiositis son el dolor muscular o articular, cansancio sin razón aparente y fiebre en algunos casos.
Causas y tratamiento de la dermatomiositis
De acuerdo con la información de varios portales especializados en salud consultados por El Diario, la causa exacta de la dermatomiositis juvenil es desconocida, aunque algunos estudios apuntan a que se debe a una combinación de factores genéticos y ambientales.
Un análisis del medio SynLab refiere que algunos niños tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad si tienen familiares con enfermedades autoinmunes.
El riesgo aumenta cuando el niño está vinculado a ciertos desencadenantes ambientales, como infecciones virales o exposición a toxinas.
Los especialistas deben analizar los síntomas, realizar un examen físico, así como pruebas de laboratorio y biopsias musculares para diagnosticar la enfermedad.
El tratamiento médico para la dermatomiositis se enfoca en aliviar los síntomas, controlar la inflamación y reducir la progresión de la enfermedad, por lo que el llamado de la Fundación Española de Reumatología es a expandir el área para que otros especialistas evalúen los casos de forma general.
En algunos casos, también se puede recomendar fisioterapia para ayudar a mejorar la fuerza y la flexibilidad muscular.
Riesgos de la dermatomiositis juvenil
Aunque la Fundación Española de Reumatología señala que la mayoría de los niños con dermatomiositis experimenta una remisión de los síntomas con el tratamiento, algunos pueden experimentar recaídas o desarrollar complicaciones a largo plazo:
– Problemas musculares: debilidad muscular persistente y contracturas musculares
– Afecciones pulmonares: dificultad para respirar, insuficiencia respiratoria y enfermedad pulmonar intersticial
– Padecimientos cardíacos: miocarditis (inflamación del corazón) y arritmias cardíacas.
