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- El Tigre de Barlovento, como es conocido, se ubica en el segundo puesto del ranking mundial de su clase. Hace unos días perdió a su madre. En una entrevista para El Diario habló sobre su historia, logros y próximos objetivos en Tokio 2020 | Foto: IND
Colgarse una medalla y darle una alegría a Venezuela es el objetivo de Abrahan Ortega en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. El Tigre de Barlovento, quien competirá en impulso de bala F46, encabezó la delegación nacional durante la ceremonia inaugural, ondeando el tricolor nacional junto con Lisbeli Vera (atletismo T47).
A sus 35 años de edad, el abanderado nacional disputará sus segundos Juegos Paralímpicos. En la edición de Río 2016 obtuvo diploma paralímpico, pero en lanzamiento de jabalina F46. En estos momentos se ubica en el segundo puesto del ranking mundial de su clase.
Su mayor logro ha sido la presea de oro y la de plata en los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015, tanto en bala como en jabalina. En los Parapanamericanos de Lima 2019 obtuvo bronce. Asimismo, conquistó el oro en el Open de Brasil de 2019 e impuso récord en el Open de Colombia 2015.
“La trayectoria que he tenido en diferentes competencias es gracias a la disciplina, el trabajo y la dedicación. Agradecido, principalmente, con Dios por darme esta oportunidad; por darme esta bendición, este don. Por él estoy vivo. Espero seguir cosechando frutos para darle felicidad a Venezuela. Eso es lo que más nos llena a cada uno de los atletas: darle un triunfo a nuestro país; aunque ya el estar aquí es un triunfador, competir contra los mejores del mundo”, dice el paratleta en exclusiva para El Diario.
Historia del Tigre de Barlovento
El Tigre de Barlovento comenzó a practicar atletismo a los 12 años de edad, donde impuso marcas en las categorías infantiles y juveniles del impulso de bala. Sin embargo, en 2011 quedó sin sensibilidad ni movimiento en el miembro superior izquierdo a raíz de un accidente.
Mientras manejaba su motocicleta impactó contra una unidad de transporte público, y se fracturó la clavícula. Posteriormente, se le atrofió el plexo braquial y perdió tonicidad muscular en el brazo izquierdo.
“Yo me sentí muy desmotivado con ese accidente, pensé que mi carrera como atleta convencional había llegado a su fin. Gracias a Dios pude salir de ese bajón anímico. Luego conocí a la hija de una entrenadora que estaba en el mundo paralímpico y me explicó todo eso; así que decidí hacerme los exámenes y me dieron la oportunidad”, cuenta.
Como un ser humano amigable y humilde, que no se olvida de orígenes. De esta forma se califica el abanderado nacional. Su pasatiempo, comenta, es la actividad; así como pasar tiempo con su familia.
“Me considero una buena persona; tratable, amistoso, muy dado. El que necesite de mí un consejo, una ayuda o un apoyo lo tendrá; un amigo, un hermano. Espero seguir así, porque me siento bien ayudando a otras personas. Soy el mismo Abrahan que se crió en un barrio, que viene de una familia humilde y le sonríe a la gente sin esperar nada a cambio”, afirma Ortega.
Estadía en la Villa de Tokio
Entre altas y bajas, así ha sido la preparación de Abrahan Ortega para la cita universal del deporte adaptado. Mientras se hospeda en la Villa Paralímpica admite que presenta una molestía en la espalda, pero nada grave.
“Espero que el día de la competencia me salga todo bien. A los compañeros los siento como hermanos, a los entrenadores como padres o tíos; como una familia. No he tenido ningún tipo de problema, porque hay muy buena relación. Lo único que pega es el cambio de horario”, comenta.
Hace unos días, además, sufrió la que considera la peor experiencia de su vida. Cuando entrenaba en la base de concentración y aclimatación de la delegación venezolana, en La Coruña, España, se enteró de la muerte de su madre.
Perder a su mamá en esos momentos, enfatiza, significa un bajón anímico muy grande. “Ella es la persona por la que uno está aquí, que te vea y se sienta orgullosa. He tratado de sobrellevarlo, sacando las cosas positivas y enfocándome en Dios, pero no es fácil”, reitera.
Abanderado paralímpico
Abrahan Ortega espera ampliar su palmarés, pues se visualiza con una medalla en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Su competencia está prevista para el martes 31 de agosto, a las 9:33 pm (hora de Venezuela). Independientemente de que marcha segundo en el ranking mundial de su categoría no quiere cantar victoria antes de tiempo.
“Igualito voy a salir a guerrear, porque cualquier cosa puede pasar. Dios permita que salga un buen lanzamiento para conseguir esa bendición que todos queremos: una medalla y darle esa alegría a nuestro país. Aquí no está quien quiere, sino quien puede”, expresa el barloventeño.
El mensaje de Abrahan Ortega para aquellos atletas que sufrieron un accidente, y que aún sueñan con representar al país en el ámbito deportivo, es que una discapacidad no representa el final de sus vidas.
“Es un reto, una meta que debes tratar de hacer con mucha disciplina, perseverancia y dedicación. Somos seres humanos como cualquier otro. Incluso, hacemos un esfuerzo extra para llegar a este nivel; pero sí se puede. Ahora estoy en representación de Venezuela. Voy a dar lo mejor de mí, para darle una alegría a mi país”, concluye el paratleta.
Hasta el 5 de septiembre de 2021 se mantendrá abierto el telón de los Juegos Paralímpicos, donde Venezuela está representada por 25 atletas. Entre ellos destaca Abrahan Ortega, en impulso de bala F46. Clara Sarahy Fuentes le dio al país la primera presea paralímpica en Tokio 2020.
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