• Autodenominado liberal, de derecha, antiperonista y en contra de todo el establishment político, Milei ha asegurado que no tolerará que en el país se impongan medidas “castrochavistas”. Foto: Infobae

Acostumbran a dividirse entre peronistas o antiperonistas, hinchas de Boca o de River, o verdes/proaborto y celestes/provida, por tan solo enumerar algunos ejemplos. Coloquialmente a ese fenómeno se lo  conoce como “La Grieta”: estar a favor de algo o en contra, casi nunca en una posición intermedia. Pero existe en Argentina una figura que hoy no deja indiferente a nadie, y que a su vez es una de las pocas cosas en la que coinciden la coalición oficialista Frente de Todos (FdT – Alberto Fernández y Cristina Kirchner) y los partidos opositores aglutinados en Juntos por el Cambio (JxC): adversar a Javier Milei.

De larga y alborotada cabellera, un tono de voz elevado y sin inhibirse a la hora de refutar datos, opiniones o tener que insultar a alguien, Milei es candidato a diputado nacional en Ciudad de Buenos Aires. Sin recorrido en partidos tradicionales, irrumpe en la escena política argentina como un outsider. Economista, de 51 años de edad, promete “acabar con los privilegios de la casta política”, como define en sus discursos al resto de la dirigencia y el establishment. De hecho, cuando opina de la coyuntura actual, dispara por igual contra quienes conforman al kirchnerismo y quienes apoyaron al gobierno de Mauricio Macri.

“Hoy aquí se presentaron dos modelos. Uno colectivista con final castrochavista a velocidad supersónica y otro a velocidad de caracol con muy buenos modales”, expresó Milei en detrimento de sus contrincantes Leandro Santoro (FdT) y María Eugenia Vidal (JxC) en un debate que juntó a los candidatos a diputados nacionales por la Ciudad de Buenos Aires. “Yo vine a defender el modelo del libertarismo, con un mensaje de esperanza por un futuro que solamente será mejor si es liberal”, compartió.

Como ha ocurrido en las últimas campañas electorales argentinas, el tema de la crisis venezolana se hace presente en el debate político. Está a la orden del día para acusar a la otra parte de ser afín a Chávez o Maduro, o para advertirle al público lo que pasará en el futuro si no se toman cartas en el asunto, en un país con la segunda inflación más alta de la región y 40,6 % de pobreza según cifras oficiales del Estado argentino.

“Estamos a siete votos (en el Congreso) de ser Venezuela”, fue uno de los mantras de dirigentes opositores para captar la atención de seguidores descontentos con Fernández y Kirchner. Pero Milei, lejos de dar la razón a JxC, aprovechó entonces la ocasión para meterlos en el mismo saco. “Con Vidal vamos a estar a seis”, la acusó bajo el alegato de que ambas coaliciones tienen semejanzas ideológicas y al final del día se ponen de acuerdo para votar las mismas leyes.

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Contra Cristina, a favor de Milei (no de Macri)

En Argentina viven aproximadamente 170.000 venezolanos, según la Dirección Nacional de Migraciones. Entre 2011 y 2015 obtuvieron residencia permanente unos 4.220. En 2016 se radicaron 12.859; en 2017, unos 31.167 y en 2018, otros 70.531. Como se ve en números, durante el gobierno de Macri y la crisis venezolana intensificándose, miles de personas vinieron desde Venezuela de manera acelerada.

Uno de ellos fue Adrián Ochoa, un joven que con 22 años (hoy tiene 26) de edad decidió dejar la ciudad de Maracaibo, donde vivía en Venezuela, y sus estudios de Derecho en la Universidad del Zulia para probar suerte en Argentina, entre otras cosas para experimentar algo diferente al chavismo.

¿Quién es Javier Milei, el candidato outsider seguido por venezolanos “liberales” en Buenos Aires?
Adrián Ochoa
En Venezuela ya se notaban las graves consecuencias económicas, escaseaba la comida, y entre otras cosas vine a este país porque consideraba que se estaba perfilando un liderazgo de libertad bajo la figura de Macri”, contó Ochoa para El Diario.

Pasado el tiempo, sin embargo, considera que el desempeño del gobierno de Macri no cumplió sus expectativas: la inflación se disparó, y aunque se eliminó el control cambiario, poco antes de perder en el intento de buscar la reelección, se volvieron a poner en práctica restricciones cambiarias y controles de precios, medidas ligadas al kirchnerismo.

“Vivimos tres años en un embotellamiento parecido a lo que fue la Venezuela de 2012”, opinó. Entre otras cosas afirma que si bien se tuvieron objetivos concretos, falló el “gradualismo” que buscaba recortar el déficit fiscal con medidas ortodoxas como el aumento de tarifas sin que los efectos se notaran tanto en la población.  

Con esa experiencia, y parado en las antípodas del peronismo y el chavismo, que suelen tender hacia un Estado que regule al mercado, Ochoa reconoce sentirse identificado en el liberalismo y referenciado en Milei.

Cuando un ente público o privado se queda sin dinero está condenado a la quiebra. La realidad económica de Argentina va en una decadencia increíble si se sigue el camino actual. Alberto [Fernández] tuvo la oportunidad, tras perder las primarias, de replantearse para recortar el gasto público, reorganizar finanzas, disminuir emisión y pagar la deuda para que podamos acceder al mercado crediticio internacional, pero no hizo nada de eso”.

A su vez, Ochoa desconfía de Juntos por el Cambio. Según su criterio, chocan las visiones de sus integrantes, en lo que alertó se le parece a una especie de “Mesa de Unidad Democrática” en la cual, entre distintos perfiles ideológicos, no cree que puedan ponerse de acuerdo.

¿Qué es Juntos por el Cambio?

Juntos por el Cambio es una coalición que nació bajo el nombre de Cambiemos en 2015 integrada por los partidos políticos PRO, Unión Cívica Radical (UCR) y Coalición Cívica (CC).nnFue fundamental para que Macri pudiera ampliar su base electoral y llegar a la presidencia gracias a votantes ligados, principalmente, a la UCR, el partido más antiguo del país con 130 años de historia y de corte socialdemócrata, distinto al PRO, tendiente hacia la centroderecha.

Juntos por el Cambio es una coalición que nació bajo el nombre de Cambiemos en 2015 integrada por los partidos políticos PRO, Unión Cívica Radical (UCR) y Coalición Cívica (CC).

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Fue fundamental para que Macri pudiera ampliar su base electoral y llegar a la presidencia gracias a votantes ligados, principalmente, a la UCR, el partido más antiguo del país con 130 años de historia y de corte socialdemócrata, distinto al PRO, tendiente hacia la centroderecha. (poner en recuadro).

¿Volar el sistema?

Más allá de los gritos en programas de televisión, de cuestionar el calentamiento global con el argumento de que en 5000 años los niveles de temperatura de la Tierra apenas cambiaron, o decirle “zurdo de mierda” al jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Milei tiene propuestas que van, en algunos casos, a contracorriente de la historia argentina.

Una de sus ideas pasa por modificar la educación pública, a la cual considera que compite “deslealmente” contra la privada, al tiempo que exige que no se la llame “gratuita”, pues se financia con dinero de los contribuyentes.

“El sistema, como está diseñado, es una máquina de lavar cerebros, que forma esclavos de la religión del Estado. La escuela, además, no es un merendero, ni un restaurant, ni una guardería sino que es para ir a estudiar”, criticó Milei durante un programa de Crónica TV.

En su lugar propone que el Estado entregue váucher para que el estudiante decida a qué institución quiere acudir.  

Educación pública desde 1884

En Argentina rige la educación pública, laica, gratuita y obligatoria desde 1884 tras la promulgación de la Ley 1420, sancionada durante el gobierno de Julio Argentino Roca.nnEn el país el Día del Maestro se celebra cada 11 de septiembre en homenaje al ex presidente Domingo Faustino Sarmiento (1868 – 1874) en cuyo gobierno se construyeron alrededor de 800 escuelas en un modelo inspirado en ideas provenientes de Estados Unidos, donde cumplió tareas diplomáticas.nn“Impulsó un programa que trajo maestras de ese país y durante su gestión se invirtió fuertemente en educación”, recordó Nicolás Cereijo, docente universitario en la UBA y la Universidad Torcuato Di Tela, en un recuento para El Diario.nnA su juicio es un error pensar que la corriente liberal se desentienda de la educación pública. nn“El liberalismo del siglo XIX plantea la necesidad y obligación del Estado en invertir y asegurar la educación. Milei, como supuesto liberal, contradice ese principio básico, se equivoca al decir que no es un derecho”, agregó. n

Ese enfoque lo comparte Adriana Rodríguez, una venezolana de 22 años de edad proveniente de la isla de Margarita, estado Nueva Esparta, que llegó a Argentina en 2019.

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¿Quién es Javier Milei, el candidato outsider seguido por venezolanos “liberales” en Buenos Aires?
Adriana Rodríguez

No solo coincide con el uso de los váucher sino que, denunció, desistió de estudiar en la Universidad de Buenos Aires (UBA) debido a aparente adoctrinamiento.

“La educación debería ser accesible pero no pública. El Estado no debe decirte qué vas a estudiar. Cuando entré en la UBA sentí adoctrinamiento cuando vi Sociedad y Estado con ideas de Marx. No me funcionó”, denunció en palabras para El Diario.

Actualmente cursa Diseño UX/UI, enfocado en interfaz de usuario en el Instituto Coderhouse, luego de abandonar la UBA, donde quería estudiar Sociología.

Otro aspecto en el que coincide es en la reducción de organismos públicos para ahorrar en gastos, como en el Ministerio de Diversidad y Género.

No debería plantearse una supremacía de la mujer, o que haya un ministerio de la mujer que defienda a la mujer pero no uno del hombre que defienda al hombre; hombres y mujeres somos iguales ante la ley, nadie es más que nadie”, atinó. Desde su perspectiva, de hecho, parte del movimiento feminista ha sido politizado por la izquierda.

Javier Milei, en ese sentido, descree que “donde hay una necesidad, hay un derecho”, justamente porque según su criterio esa visión solo genera más gasto. “El problema es que las necesidades son infinitas y cuando ustedes crean un derecho, alguien lo tiene que pagar y los recursos son finitos”, dijo en el canal televisivo Todo Noticias.

En términos exactos, cuando hizo sus primeras apariciones mediáticas con críticas hacia Macri y Kirchner, en 2019, especificó que se debería “eliminar el Banco Central”, desaparecer la moneda local, reducir el gasto público en al menos 15 puntos y así, según sus proyecciones, se acabaría con la crisis económica.

Eso sí, no todos los venezolanos le apoyan. Gabriela Torres, una venezolana de 26 años de edad y estudiante de Derecho, no ve con buenos ojos los modos, los gritos y los insultos de Milei. 

“Interpreta un personaje muy sombrío, que grita y rechaza todo lo distinto. La experiencia nos ha enseñado que esa no es una virtud. Siempre estuve en contra de los mensajes que etiqueten al otro desde el desprecio. Fueron muchos años escuchando cosas como majunche, pitiyanki. No creo que sea sano alimentar más la polarización”, opinó. 

Afín a la Unión Cívica Radical, en su lugar rescata que en Juntos por el Cambio haya distintas fuerzas políticas que, según su criterio, sean capaces de promover diferentes pensamientos pero que al final del día puedan ponerse de acuerdo.

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“Es un peligro cuando todo recae en una sola persona”, remató.

Reafirma lo que dije, todo lo contrario a él esta mal o es no importante, entonces es mejor humillar y desplazar. Siempre estuve en contra de los mensajes en los que etiquetando a un sector y desde el desprecio se trabaja, como escuche tantos años: los majunches, los imperialistas, los yankees, los pitiyankees… no creo que sea sano seguir alimentando a una sociedad a la polarización, en mirar por sobre el hombro a otro que no piense igual y o descalificar con esta clase de insultos.  

Rumbo al Congreso

En Argentina habrá elecciones legislativas el 14 de noviembre para renovar parte de las cámaras de Diputados y Senadores. Milei, en las primarias del pasado 12 de septiembre, fue el tercer candidato más votado en Capital Federal con 13,7% de los sufragios, cifra que le sería suficiente para entrar al Congreso.

Esa noche, en su búnker, tuvo entre sus invitados a la actriz y cantante venezolana Gladys Chirino, mejor conocida como “Azabache”. En el escenario llevaba una bandera venezolana al cuello. El gesto fue similar al de Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, cuando estuvo presente en los festejos de Mauricio Macri tras ganar la presidencia en 2015.

Ahora, en la contienda, el Frente de Todos intentará reducir en lo máximo posible la sangría que le propinó Juntos por el Cambio, que ganó en 17 de 23 provincias y busca perfilarse lo mejor posible para volver al poder en 2023.

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RESULTADOS ELECCIONES PASO CABA 2021

Entretanto, los venezolanos que tengan residencia permanente y hayan vivido al menos los dos últimos años en la Ciudad pueden sufragar a partir de los 16 años. Por ser extranjeros, no pueden votar candidatos a cargos nacionales (como Vidal, Santoro o Milei) pero sí por cargos locales.

Algunos, además de ejercer su derecho al voto, también participaron como fiscales de mesa en las escuelas en representación de distintas facciones. Ahora, una vez más, no solo Rodríguez y Ochoa, sino miles, tienen ante sí una nueva oportunidad para expresarse en las urnas.

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