- Organizaciones por los derechos ambientales salieron a protestar en contra de la tala de árboles. Asistieron vestidos de verde y con consignas alusivas a la protección ambiental y las exigencias a los entes gubernamentales. En medio del recorrido de la marcha, el equipo de El Diario conversó con algunos de los protagonistas | Foto: Fabrizio Sánchez / El Diario.
En Caracas los árboles tienen dolientes y defensores. La tala se ha convertido en un problema, el cual ha sido denunciado durante los últimos meses por diversos activistas. Esas denuncias no acaban con documentación y exigencias a los entes correspondientes, un grupo de ciudadanos se abocó a la acción.
Son las 10:00 am y un cúmulo de personas está reunido frente al Centro Comercial El Recreo. La mayoría de los presentes luce prendas verdes y con pancartas que marcan una postura clara contra la poda indiscriminada de árboles en distintas urbanizaciones de la ciudad.
“¿Te imaginas una ciudad sin sombra?”, dice una de las pancartas. El sol y el calor dejan ver los estragos de dejar al valle caraqueño sin el verde necesario para mantenerlo fresco. Cuando la multitud empieza a quitarse con las manos el sudor del rostro, la voz de un activista se asoma por un megáfono.
Los aplausos cerraron la lectura de un manifiesto y dieron pie a una nueva tarea; documentar los árboles talados en el recorrido, sembrar un árbol y crear conciencia. Empezó en la avenida Casanova y pasó por tres municipios: Libertador, Baruta y Chacao. La marcha en defensa de los árboles de Caracas inició en la mañana del 27 de noviembre, entre cantos y bullicios, con una versión ecológica de la canción “Pilón”, que amenizó toda la caminata.
También te recomendamos
13% de las especies arbóreas de Venezuela están en peligro de extinciónn
Una clavellina por los que ya no están
En el camino, la multitud se topó con un tronco seco, que antes era un árbol con vida: lo talaron. Cheo señala con su mano y pide que quede documentado. Tras un par de fotos, la gente siguió caminando. Allí ya no hay sombra.
En la avenida Casanova, en una de las desembocaduras del bulevar de Sabana Grande, en dirección este, se detuvo la multitud. Allí había un espacio habilitado para sembrar un árbol. Un grupo de colaboradores empezaron a cavar, una tarea que se extendió durante varios minutos.
María Teresa Novoa está alrededor de la gente que cava. La activista de la Asociación Venezolana de Palmas da fe de la poda de árboles. Tienen documentadas distintas incidencias de especies que fueron taladas. Señala que en Quebrada Catuche, al oeste de la ciudad, por ejemplo, un bucare fue talado porque incomodaba a un taller mecánico.
Agrega que, en San Bernardino, en la avenida Panteón, avenida Ávila, distintas denuncias señalan que han envenenado progresivamente a mijaos venezolanos, una especie de árbol de más de 30 metros; para esto le inyectan con un químico especial que hace que la sabia no circule y muera lentamente. Novoa relata que casos similares ocurrieron en Santa Mónica, La Castellana, Los Palos Grandes, Altamira norte, El Cafetal y El Marqués.
También comenta que las personas encargadas de remover los árboles no están entrenadas en la poda. María Teresa, en medio del sol y el calor, recuerda el momento en el que inauguraron el Metro de Caracas. En ese entonces, asegura que los árboles que estaban en la avenida México fueron removidos y puestos en otros sitios.
En la actualidad, el régimen invierte en palmeras datileras, con fines principalmente estéticos. Estas son extraídas de otras zonas del país, como por ejemplo Nueva Esparta, para ponerlas en distintos puntos de la ciudad, cuestión que también ha sido denunciada constantemente por activistas ambientales.
Al menos 17 organizaciones por los derechos ambientales se dieron cita en la jornada. Pasadas las 11:05 am, Cheo Carvajal sembró, junto a otros colaboradores, un árbol en una esquina donde no había sombra. Es una clavellina y estuvo apadrinada por un vecino de la zona, quien fue el primero que la regó.
Los cantos siguieron y la marcha también. “Ioo ioo, dale duro a ese pilón / Ioo, iooo que se oigan nuestras voces / Ioo, ioo, así es como debe ser”, entonaban al unísono las personas.
Una ciudad gris, bajo la sombra de los edificios
En las zonas de Caracas más urbanizadas y donde se erigen edificaciones comerciales, ya quedan pocos árboles. Camino hacia Las Mercedes, Cheo Carvajal conversó con El Diario. Aunque camina acelerado, señala con su mano la construcción del Centro Financiero Internacional, a punto de terminar. En su fachada había árboles. Hoy hay solo unas pocas palmeras que sirven de adorno; no hay sombra. Carvajal invita a cumplir con el rol de proteger el arbolado urbano, tanto a la sociedad como a las autoridades.
“Acabamos de ver cómo desaparecieron árboles adultos para suplantarlos por una sola especie de palmas datileras. Qué sentido tiene eso. Los distintos niveles de gobierno tienen responsabilidad en el deterioro ambiental de la ciudad”, dijo el activista promotor de la marcha.
Explica que las alcaldías podan y talan árboles sin estudios previos ni preparación. Que vecinos y comerciantes también siguen esa línea que atenta contra la naturaleza. Mientras camina, relata que, aunque sea cierto que algunas raíces dañen tuberías, la solución no es eliminar el árbol, sino modificar la tubería.
No solo la búsqueda de lo estético atenta contra las áreas verdes, los planes de expansión de las autopistas también lo hacen. En 2015, comenta, durante la gestión del entonces ministro de Transporte Terrestre y Obras Públicas Haiman El Troudi, se eliminaron más de 700 caobas en la ampliación de las autopistas en Caracas. Lo que buscaba ser una solución vial, resultó de nuevo en más tráfico y áreas con exceso de polución.
“La sociedad debe tomar conciencia de la importancia que tiene la vegetación dentro de la ciudad. Creemos que se puede hacer una acción pedagógica sostenida en el tiempo y que la gente comprenda el valor que tiene el árbol”, sentencia Cheo Carvajal.
Ya en Las Mercedes, pasadas las 12:00 pm, camino hacia el destino, funcionarios de Polibaruta se acercaron hacia el cúmulo verde. “No es una marcha política”, dijo una de las personas. Continuaron, en pleno sol. Los carros que pasaban a un lado tocaban la corneta, en un gesto de apoyo a la causa verde. Los árboles que en algún momento adornaron la urbanización, ya no están.
Sembrar conciencia ambiental y ecológica
Aun con sombrillas, gorras, lentes y agua, el sol hizo de las suyas. Un grupo de personas abandonó la marcha debido a eso, pero quienes quedaron, continuaron hasta el punto final, frente a un árbol en la avenida Río de Janeiro. Los cantos siguieron. A uno de los asistentes que decidió quedarse, lo motivó el amor por la naturaleza, pero también su historia familiar.
Cristian Rivas expresa que su abuelo lo educó sobre el ambiente y el amor hacia los árboles. Su mamá, maestra de preescolar, también. Su motivación mayor, sus hijas, reciben esas enseñanzas verdes que vienen de generación en generación en su familia. “El árbol es un ser vivo. El verde para mí es vida, el verde es amor. Veo a mis hijas y veo al futuro y digo, esto no lo puedo permitir que siga el atropello contra los árboles”, comenta Rivas para El Diario.
Señala un árbol con su mano, punto de cierre de la marcha en defensa de los árboles de Caracas, y con la otra, las palmeras a un lado del río Guaire. Están cambiando la sombra por imágen, completa. Donde vive, en una localidad de Baruta, también han talado árboles, principalmente jabillos. A las ceibas y los samanes no, porque sus vecinos están en constante alerta. Denuncia que Fospuca, empresa tercerizada del municipio, no está preparada para la poda de árboles.
Cumplidos los objetivos, y cerca de la 1:00 pm, Cheo Carvajal dio cierre a la concentración bajo la sombra de un árbol. Invitó a las personas que asistieron a ser garantes de la protección de los árboles, no solo en Caracas, sino en todo el país, porque es un problema que aún no termina.
El calor continuó. En una zona con pocos árboles, es algo que será cada vez más común con el pasar del tiempo. El acto terminó entre aplausos y cánticos: “Ioo, ioo, la belleza de Caracas / Ioo, ioo, la protección de su ambiente / Ioo, ioo, de su verde luminoso / Ioo, ioo, tienen en nosotros dolientes”.
También te recomendamos