• La tercera edición del festival cambió un poco su fórmula, condensando en un día su cartelera de 27 artistas nacionales e internacionales. Así, los espectadores vieron el amanecer entre un contraste de estilos y sonidos donde hubo espacio para todo. Foto principal: cortesía María Elisa Manzur

La tercera edición del Cusica Fest tenía un objetivo: mantener los niveles de emoción y calidad de años anteriores, mientras sigue su camino para consolidarse como un festival musical importante en la región. La jornada, que se realizó el 16 de diciembre en la Universidad Simón Bolívar (USB), no solo cumplió sus metas, sino que se estableció como uno de los eventos más importantes en la agenda cultural caraqueña.

La cartelera de este año fue la más numerosa que ha tenido el festival hasta el momento, con 27 artistas nacionales e internacionales. Todo condensado en un solo día de evento, lo que supuso una jornada maratónica que comenzó a la 1:30 pm con el cantautor Juansi Ávila, y terminó casi al amanecer del día siguiente, en una fiesta de música electrónica cortesía de Virtual Animal.

Durante el día, el Cusica Fest estuvo marcado por una dualidad armoniosa entre polos en apariencia incompatibles: desde el rock más pesado hasta reggaetón y dembow dominicano; artistas mainstream con trayectorias consolidadas junto a otros independientes y emergentes. Incluso el gradual cambio del calor de la tarde al frío sobrecogedor de la madrugada.

Organización

Cusica Fest 2023: la música entre dos polos
Foto: Jordan Flores

Este año, el Cusica Fest trajo una serie de cambios sutiles, pero que ayudaron a mejorar la experiencia del evento. La logística y organización se vio más eficiente, y a pesar de la polémica por su anuncio inicial de no permitir el ingreso de agua, al final no se aplicó y contaron con puntos de hidratación para que el público pudiera recargar sus envases. También se optimizó la distribución de áreas como la feria de comida y el bazar, además de los baños.

Pero el cambio más significativo fue la doble tarima. Instalada una al lado de la otra, esto permitió que la música en ningún momento se detuviera. Apenas un artista terminaba su presentación en un escenario, el siguiente comenzaba en el otro, sin necesidad de tener que caminar al otro extremo del campo de fútbol donde se hizo el festival.

Hubo una tercera tarima, más pequeña, ubicada en un terreno a unos 20 metros del campo donde se desarrollaban los shows principales. Al estilo de otros festivales internacionales como Estéreo Picnic (Colombia) o Primavera Sound (España y Latinoamérica), esta tarima estaba destinada a artistas emergentes y con el fin de servir como una alternativa para los fanáticos de la escena indie.

Sin embargo, por estar aislada del evento principal, artistas como Proyector Escalante, Mari la Carajita, GOE y Daniela Barranco no pasaron del centenar de espectadores, a pesar de brindar un espectáculo impecable.

Como una piscina

La primera agrupación en abrir la tarima Cusica (la de la izquierda) fue NovaNout. Los finalistas del Festival Nuevas Bandas 2019, quienes comenzaron con una fusión tropical de ritmos como el ska y el funk, hizo bailar a los presentes con su tema “Venezolanas”. Posteriormente, Nani pisó fuerte en escena, mostrando el crecimiento de su carrera, luego de haber cantado en la tarima secundaria del Cusica Fest 2022. Y volviendo a los ritmos afrocaribeños, el instrumentista Orestes Gómez se permitió un par de colaboraciones de jazz y hip hop, con figuras como Irepelusa y Mcklopedia.

Precisamente al terminar la presentación de Orestes, se escucharon varios gritos entre los jóvenes. Yadam Guevara brindó un espectáculo en el que no solo probó con su voz por qué fue seleccionado por la revista Rolling Stone como uno de los mejores artistas hispanos de 2023. Incluso se permitió versionar el reconocido tema “Caballo viejo”, de Simón Díaz.

Luego de su presentación, en entrevista para El Diario, confesó que fue víctima del ajustado tiempo entre un artista y otro. Apenas terminó Orestes, su pista musical comenzó de golpe, por lo que debió saltar a la acción sin pensar demasiado, solo dejándose llevar por el instante. Agregó que, para él, entrar al escenario fue como lanzarse en una piscina y descubrir en el agua que sabía nadar.

“Esto es muy sincero para mí. Hay performances, y lo pienso, pero lo pienso en función de lo que es real para mí y lo que quiero que la gente sienta. La música es una oportunidad de liberar muchas cosas que tengo en pequeña mente. Es un momento es tan único”, agregó.

Yadam actualmente vive en Francia, por lo que este fue su primer concierto en Venezuela. Dijo que permanecerá en el país hasta enero, por lo que no descarta hacer otro show en su natal Maracay, estado Aragua.

Hora de rockear

Cusica Fest 2023: la música entre dos polos
Foto: Jordan Flores

Al caer la tarde, le tocó turno al rock de llevar la batuta del festival. Tomates Fritos sacudió al público con un repertorio de clásicos como “Tripolar”, “Multicolor” o “Eterna soledad”, entre otros. La banda de Puerto La Cruz (Anzoátegui), que abrió el 7 de diciembre el concierto de The Hives, reconoció en entrevista para El Diario el valor que tiene la reactivación de la movida musical no solo en Caracas, sino en todo el país.

“Venezuela pasó por un momento muy bonito hace unos años, cuando se hacían conciertos, festivales y de pronto explotó algo que todos sabemos y la gente se fue, los festivales desaparecieron. Esto (el Cusica) es como reencontrarse con eso”, declaró Boston Rex, vocalista de la banda.

Con alrededor de 25 años de carrera, celebraron también el festival como una oportunidad para que, tanto grupos nuevos como consolidados puedan coexistir e inspirar a los jóvenes del público a mantener viva la llama del rock. “Es un empujón que las bandas con más trayectoria le damos a los chamos para que se monten. Seguramente hay muchos chamitos que vieron a los Tomates o Viniloversus y querrán formar su banda de rock y esa es la generación que viene”, acotó Boston.

Precisamente Viniloversus fue parte de la cartelera, con un Rodrigo Goncalves que desató todo su poder en la guitarra. Por su parte, Los Mesoneros, pese a una falta de sincronización inicial, brindaron un show decente, en el que incluso aprovecharon la presencia de la colombiana Elsa y Elmar para cantar su popular tema “Pangea”. De las nuevas generaciones, grupos como Anakena y Gran Radio Rivera dieron testimonio del relevo que se está formando dentro de la movida caraqueña.

Cerrando el ciclo

En un escenario lleno de velas, las primeras notas de “Emilia” materializaron lo que para muchos había sido una fantasía lejana, un sueño sin cumplir. Luego de 10 años separados, Ítalo Pizzolante, Armando Áñez y Álvaro Casas resucitaron por una hora a la banda Americania para rendir homenaje al décimo aniversario de su disco La fiesta del Rey Drama.

El cielo ya estaba oscuro, pero con un leve brillo azulado que resaltaba la luna en su cuarto creciente. Las luces del escenario se reflejan sobre los lentes de sol de una joven y el maquillaje de pedrería en su cara le hace emitir destellos multicolores. Su vestido de flores danza armónicamente con el compás de la música, para luego estallar en una serie de saltos frenéticos mientras grita “Estoy afuera, sal” siguiendo el coro de la canción. 

Otras personas lloraban emocionadas. Era como teletransportarse a su adolescencia en el año 2013, y a la frustración de no haber podido casi disfrutar de aquellas canciones que luego se volverían de culto debido a la repentina disolución del grupo.

En poco más de 40 minutos Americania agota el repertorio de su disco. Ya en el backstage, la pregunta más repetida era si el concierto podría significar el regreso formal del trío como en los viejos tiempos. Las sonrisas de los músicos eluden la respuesta. Por ahora se conforman con haber cerrado finalmente un ciclo en sus vidas.

Descontrol

Cusica Fest 2023: la música entre dos polos
Tokischa interactuando con el público. Foto: Cortesía Daniel Delgado @danielsZone

Durante la noche comenzaron las presentaciones de los artistas internacionales. La primera fue la colombiana Elsa y Elmar, quien después del subidón de adrenalina de Viniloversus, dio un espectáculo tranquilo, renovando energías con su “pop espiritual”. En su primera visita oficial al país, declaró a El Diario que Caracas tiene dos sonidos especiales para ella: las guacamayas, y Los Mesoneros.

Otro colombiano, Esteman, vino por segunda vez luego de haber estado en el Cusica Fest 2022. Al igual que el año anterior, desplegó toda su capacidad como showman en sus bailes, ahora con una fanaticada más grande y que clamó para que en 2024 pueda, ahora sí, tener su propio concierto en Caracas.

Mientras Esteman le cantaba al amor y la aceptación con un estilo disco, Tokischa Peralta trajo el descontrol. En una pantalla, un presentador anunciaba el lanzamiento de su candidatura presidencial bajo el Partido Popola Libre (PPL), mientras la dominicana, vestida con un traje blanco, dedicaba unas palabras al pueblo del desacato. 

Sería la primera de muchas peculiaridades de la artista. Su show fue una oda a todo lo lascivo y políticamente incorrecto, con mucho twerking,  bailarinas (y chicas del público) haciendo topless, y la cantante bebiendo de un plato para perros. También escupió agua en las caras de las personas de la primera fila, lo cual valió el escándalo de los sectores más conservadores de las redes sociales. Las impresiones eran polarizadas: muchos la amaron y disfrutaron todas sus excentricidades; otros, perplejos, no hacían más que ver en silencio. Pero en general, nadie salió indiferente.

Todo el calor que liberó Tokischa se intentó apaciguar con el rap melódico de Micro TDH. El sonido de sus rimas y beats lograba llegar incluso a la tarima independiente, donde Horacio Blanco, vocalista de Desorden Público, estrenaba al ensamble de su proyecto solista.

Pero el plato fuerte llegó pasadas la 1:30 am, con los puertorriqueños Alexis y Fido. Durante una hora y media, el dúo convirtió al Cusica Fest en una discoteca donde reinó el perreo, movimientos sensuales y donde más de una chica con camisa negra de alguna banda de rock fue sorprendida sucumbiendo al reggaetón de la vieja escuela. El ambiente era de completa fiesta, incluso luego de que en un intento de halagar la belleza de las venezolanas, Alexis comentó “aquí a las mujeres feas las matan”, haciendo que más de un grupo intercambiaran miradas incómodas.

Sale el sol

Cusica Fest 2023: la música entre dos polos
Foto: Jordan Flores

Ya eran casi las 3:00 am cuando el show de Alexis y Fido terminó. Al lado, Dj Babatr, reconocido por crear el subgénero de la música electrónica raptor house, arrancó de inmediato un set potente, que evocaba a una parte de la identidad cultural caraqueña desconocida para muchos presentes, pero tuvo su auge en los barrios. No obstante, para entonces una estampida de personas comenzaban a aglomerarse en la salida.

Un sentimiento bastante caraqueño para muchos, el empujarse y caminar en procesión a través de el estrecho pasillo amarillo, similar al de una transferencia del metro, mientras las pistas estroboscópicas de Dj Babatr retumbaban de fondo.

Finalmente, el dúo merideño Virtual Animal tomó el relevó en la tarima de al lado, con otra sesión de música electrónica que ya se sentía como un after party. Se despidieron casi a las 4:00 am. Para entonces, en las caras de varios se reflejaba ya el cansancio de más de 15 horas de festival, pero también las sonrisas. Cusica lo había hecho de nuevo. 

Sin embargo, no quedaba tiempo para descansar. Grupos enteros caminaban a través del desolado campus de la USB buscando un taxi, el transporte de la WaWa, o incluso contemplaban la idea de volver caminando. Otros hacían planes de buscar alguna discoteca para seguir tras quedarse con ganas de más. Sin importar el plan o el medio de transporte, muchos vieron salir el sol todavía en la calle, tarareando alguna canción que se les quedó pegada.

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