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- El grupo talibán en Afganistán inició en enero de 2022 con nuevas normas que buscan erradicar la representación humana en los maniquíes. Es parte de las recomendaciones del denominado Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio y busca apegar a los comerciantes y locales a la ley islámica radical
Los talibanes cumplen poco más de cinco meses en el poder y sus normas ya están presentes en los distintos estratos de la sociedad en Afganistán. El Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio recomendó este lunes 24 de enero cortar la cabeza a los maniquíes presentes en los distintos comercios en Kabul.
Aunque no se trata de una orden oficial, es una recomendación del régimen que ahora gobierna el país surasiático para eliminar cualquier forma de representación humana. De acuerdo con Shaij Abdul Aziz, director del ministerio, no basta con cubrir la cabeza de los maniquíes, es necesario cortarla.
Según dejan ver videos en redes sociales en distintas zonas de Afganistán, la medida se ha extendido en el resto del país y busca transmitir a la sociedad los valores, creencias y maneras de ver el mundo del islamismo radical.
Limitaciones religiosas que afectan el comercio
Los encargados de difundir las recomendaciones a los habitantes y comerciantes de las principales ciudades de Afganistán son los diferentes comités antivicio presentes en los distritos capitalinos. La recomendación, convertida en medida ante el miedo a represalias, afecta el las actividades comerciales.
Varios vendedores de la capital advirtieron que esta medida está afectando a su economía y denunciaron que ahora, no solo deben hacer frente a la disminución de las ventas de sus productos, sino también a los precios de los maniquíes. La misma comenzó a implementarse a principios de enero en Herat, donde los comerciantes mutilaban con sierras las cabezas de las figuras por temor a los talibanes.
Gobernar a través del miedo
El Ministerio de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio fue una de las instituciones más temidas en el primer régimen talibán entre 1996 y 2001, cuando obligaron a las mujeres a quedarse en sus casas, prohibieron la reproducción de música y castigaron con dureza todo lo que consideraran contrario al Islam.
El organismo del régimen talibán ahora está reactivado y se ubica en el edificio de lo que era el Ministerio de la Mujer del antiguo gobierno en Afganistán. El mismo ya no existe, y en su lugar vuelve a funcionar la institución, que se cerró durante 20 años en la caída del primer mandato talibán con la invasión estadounidense.
La medida de cortar de maniquíes no es exclusiva de Afganistán, en Arabia Saudí existen normas similares que son aplicadas en distintos establecimientos en la que se exige quitar la cabeza a los maniquíes, sin importar si es representativo de un hombre, mujer o niños.
Ahora, las radicales interpretaciones del islam de este organismo se suceden, como la recomendación a los taxistas y autobuses de no transportar a mujeres sin velo o sin la compañía de un varón de su familia en el caso de viajes largos, además de rechazar las películas “inmorales” o los rostros femeninos en los escaparates. En medio de este panorama, las Naciones Unidas y Human Rights Watch exigieron a los talibanes respeto a los derechos fundamentales.
Con información de EFE
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