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- La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes reveló que cada vez se evidencia más el vínculo entre la exposición a las redes sociales y el consumo de drogas
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), un organismo independiente respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reveló en su informe anual que las redes sociales ensalzan el comportamiento negativo relacionado con las drogas.
“Se observa cada vez más evidencia de un vínculo entre la exposición a las redes sociales y el consumo de drogas que afecta de manera desproporcionada a los jóvenes, los principales usuarios de las plataformas de redes sociales”, indicó el organismo.
En el documento, difundido el 10 de marzo de 2022, la JIFE lamenta que estos medios digitales ofrezcan nuevas oportunidades de compra de sustancias y “den glamour a conductas negativas”.
En este sentido, pidió a los gobiernos regular estas plataformas debido a que aumentan las ventas de este tipo de sustancias.
¿Qué es la JIFE?
La JIFE es un órgano cuasi judicial independiente encargado de promover y supervisar el cumplimiento de las convenciones internacionales de fiscalización de drogas.nnEl organismo, establecido por la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, está conformado por 13 miembros, los cuales son elegidos a título personal por el Consejo Económico y Social de la ONU por periodos de cinco años. n
Las redes sociales y la promoción de conductas negativas
La presidenta de la Junta, Jagjit Pavadia, precisó que las redes sociales, además de promover conductas negativas en relación con el consumo de drogas al ofrecer una imagen atractiva de ellas, además, dan a los consumidores la oportunidad de comprar diferentes tipos de sustancias.
El informe destaca que los jóvenes representan el grupo de edad con el índice más alto de consumo de drogas.
En septiembre de 2021, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) advirtió sobre el uso que se hace de las redes sociales y de mensajería para vender drogas peligrosas.
“Se vende en medios sociales como Snapchat, Instagram y en sitios de comercio electrónico en la web oscura”, aseguró la directora de la DEA, Anne Milgram.
La JIFE también insta al sector privado a moderar y autorregular sus plataformas y limitar la publicidad y promoción del uso no médico de drogas.
Pavadia agregó que en las redes sociales se promueven conductas negativas, como “la idealización del consumo de drogas”.
Los flujos financieros ilegales
El informe también aborda el impacto negativo de los flujos financieros ilegales procedentes de las drogas, que van desde la corrupción y el soborno hasta el aumento del crimen organizado, la violencia, la pobreza y la desigualdad.
“Los delincuentes explotan muchas otras herramientas digitales, como las monedas digitales, los pagos móviles y los servicios de monedero electrónico, que facilitan y agilizan la transferencia internacional de fondos y les permiten ocultar el origen de los fondos ilegales y maximizar las ganancias”, señaló el documento.
Para contrarrestar los efectos negativos de este comercio, la organización recomendó que los gobiernos aborden todas las etapas del narcotráfico, desde la producción y el cultivo hasta la venta y el ocultamiento de ganancias ilegales.
“La JIFE consideró que los flujos financieros ilícitos merecen especial atención y escrutinio porque el narcotráfico es una industria muy lucrativa para los grupos delictivos organizados”, señaló Pavadia.
Agregó que estos grupos dependen de los flujos financieros ilícitos para expandir y sostener sus actividades delictivas.
Países en desarrollo son los más afectados
La JIFE destacó que estos flujos desvían recursos de las iniciativas para reducir la pobreza y promover el desarrollo social y económico, lo que está teniendo un efecto desproporcionado en los países en desarrollo, donde existe la mayor necesidad de fondos para promover el crecimiento económico y reducir la desigualdad.
El documento detalló que en los países africanos el costo del crimen organizado es especialmente alto. Estiman que 8, millardos de dólares, aproximadamente el 3,7 % del producto interno bruto del continente, se pierde por flujos financieros ilícitos cada año.
“Esto da como resultado una fuga de recursos públicos y socava los esfuerzos por movilizar fondos para el desarrollo”, añadió el organismo.
En el informe también se mencionó que la despenalización del cannabis en muchos países es un motivo de preocupación. “La legalización del uso no médico del cannabis contraviene las convenciones de control de drogas”, indicó Pavadia.
La Junta destacó la importancia de una respuesta equilibrada y proporcionada a los delitos relacionados con las drogas como principal rector en materia de justicia penal, con respeto a los derechos humanos y al bienestar público.
