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- Las funerarias de la zona han ofrecido organizar sin coste alguno los servicios fúnebres. Además, muchas organizaciones se han unido para ofrecer comida gratis a las familias afectadas por la tragedia
Desde hace 28 años, Nancy y Art Sutton han fotografiado a todos los niños que se han graduado en la escuela primaria de Uvalde, en Texas.
Tras el tiroteo, el matrimonio se puso a buscar las fotos que tomó a las víctimas del tiroteo al comienzo de cada curso escolar y se puso en contacto con sus familias para que “elijan la que más les guste”.
Actualmente los retratos de los 19 niños asesinados en la masacre del martes 24 de mayo están ahora sobre el mostrador de su tienda, listos para que sus familias los recojan.
“Solo quiero bendecirles con fotos y que pudieran utilizarlas para ponerlas en los funerales, o colgarlas para siempre en sus casa”, dice Nancy Sutton a EFE en la tienda decorada con fotos de estudiantes con togas y birretes, familias sonrientes y también de un joven que finge disparar un arma de fuego.
Fotos de la clase
La fotógrafa recuerda lo contentos que suelen estar los niños cuando su marido y ella acuden a tomar las fotos de la clase al comienzo del año escolar mientras enseña a EFE las fotos de los 19 niños y otra de toda la clase con las dos maestras que perdieron la vida, Irma García y Eva Mireles.
“Están felices de que les vayan a sacar fotos, muy emocionados. Probablemente porque significa que se pierden algo de las clases, pero es un momento divertido para ellos”, afirmó Nancy.
La fotógrafa de 59 años de edad lleva tanto tiempo inmortalizando esos momentos que incluso ha tomado los retratos de clase de los padres y los abuelos de algunos de los niños que empiezan ahora a acudir a las escuelas de la ciudad.
“Es un trabajo en el que no puedes estar triste porque tienes que hacer sonreír a la gente”, agregó.
El impulso de hacer algo
La tragedia del martes 24 de mayo ha golpeado duro a esta localidad de mayoria hispana de menos de 16.000 habitantes, y muchos negocios se están volcando para ayudar a los familiares de las víctimas.
Dos funerarias de la zona se han ofrecido a organizar sin coste alguno los servicios fúnebres, ya no quedan citas para donar sangre para los 17 heridos. En la plaza central de Uvalde hay comida gratis y un banco local ha establecido un fondo para canalizar los donativos para las familias.
El martes, cuando las autoridades emitieron la alerta de que había un tirador en una escuela, comenzaron los 20 minutos más largos de la vida de Ignacio Mata, que tiene dos hijos en un instituto local y tardó un tiempo en comprobar que el ataque se estaba produciendo en otro centro.
“Ha sido muy duro. Empezamos a escuchar sirenas hacia las 11:20 am y no pararon hasta las 4:30 pm. Me fui a la cama escuchando todavía sirenas en mi cabeza”, recordó en una entrevista con EFE.
Cuando se despertó, empezó a pensar cómo podía ayudar a las familias y en unos 30 minutos diseñó un logo con el lema “Uvalde Strong” (Uvalde fuerte en su traducción al español), el mismo que ahora está pintado en casi cada fachada de las tiendas y que busca unir a la comunidad tras la tragedia.
“En la tienda bromean conmigo y me dicen que no se me dan bien muchas cosas, pero diseñar y el softbol son dos de las únicas cosas que sé hacer”, señaló Mata, que es copropietario del negocio de impresión de camisetas Genesis Screenprinting, en el centro de Uvalde.
Camisetas para recaudar fondos
El logo que diseñó Mata está ahora impreso en centenares de camisetas dispersas por su tienda, que ha abierto el sábado para lidiar con la enorme demanda que está recibiendo: ya ha vendido al menos 350 en menos de tres días y tiene encargos desde México o estados estadounidenses tan lejanos como Minnesota.
“Cuestan 20 dólares, de los cuales 15 van a parar al fondo para las familias (que ha establecido el banco local First State Bank)”, explica Mata.
Muchas iglesias de la zona han contactado a Mata para utilizar sus camisetas en sus vigilias, y hay varios equipos de beisbol que se las pidieron para llevarlas puestas en partidos que tenían este fin de semana fuera de Uvalde.
También le han hecho encargos siete familias de las víctimas, y Mata ha conseguido un benefactor para que esos familiares no tengan que pagar nada para recibir las camisetas.
“Mi socio (en la tienda) me dijo que lo que recaudáramos no iba a ser suficiente. Pero no se trata de grandes donaciones, se trata de que todos aportemos un poquito”, concluyó.
