• Durante el último lustro, el complejo cultural ha reestructurado la plantilla del Ballet Teresa Carreño, tras el éxodo de bailarines al extranjero y a otros espacios de creación; y ha promovido la fundación de escuelas y núcleos en varios estados del país. Además ha sumado dos compañías estables: una urbana y otra de habilidades mixtas. Así, junto a la ya creada Teresa Danza Contemporánea, la institución se sigue diversificando hacia otras ramas de una disciplina tradicionalmente clásica

El Teatro Teresa Carreño (TTC) mantiene en alto su imponente cuerpo arquitectónico, a pesar de las dificultades de años recientes. Entre su oferta artística, la danza –comandada por su compañía profesional de ballet clásico– ha ido adoptando otras dinámicas y durante el último lustro ha experimentado cambios en sus grupos estables y sumado otros que tienden a lo contemporáneo, urbano y las habilidades mixtas.

Luego del primer año de confinamiento por la pandemia de covid-19, en diciembre de 2021 el Ballet Teresa Carreño regresó a los escenarios con El Cascanueces. Presentó 20 funciones de la tradicional obra, con aforo reducido y tres directores invitados. Este tiempo fue una oportunidad para el “reajuste, transición y reencuentro”, asegura Irvin Peña, director ejecutivo del Teatro Teresa Carreño. Un proceso que se viene estructurando desde tiempo reciente. 

El director del complejo cultural, adscrito desde marzo de 2021 al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno luego de haber formado parte del Ministerio de Cultura, habla de un plan operativo de formación en el complejo aprobado por el Ejecutivo. 

“Hemos conseguido un fuerte apoyo para el funcionamiento y para darle vida al teatro, y recuperar las instalaciones.  Viene una etapa importante relacionada con el contenido artístico. El Teatro Teresa Carreño entró en materias que no eran fundamentales en los últimos años: hemos venido ampliando con proyectos artístico-sociales, nuevos grupos estables, nuevos espacios para lo artístico. Somos el primer empleador de bailarines en el país a nivel público y lo hemos logrado en estos años. Hemos conseguido aliados importantes en instituciones independientes, no solamente del Estado, sino en un esfuerzo colectivo. Queremos que esto se fortalezca, se consolide para seguir mejorando en nuestro funcionamiento”, indica para El Diario

El Teatro Teresa Carreño se abre a nuevas formas de movimiento
Foto: Vanessa Suárez

Peña asegura que para esta etapa la directiva no solo se enfocará en los elencos que hacen vida en el TTC. El objetivo es llevar el sistema interno de danza a otras academias y núcleos de formación en Caracas y diversos estados del país, “con el esquema y estilo del Ballet Teresa Carreño, con profesores de acá; que se establezcan espacios y maestros de danza. Hay actualmente 70 jóvenes formándose en los distintos núcleos, entre ellos el Ballet Juvenil de Catia, la escuela popular de ballet que funciona en el Teatro Alameda en San Agustín, dirigida por Reinaldo Mijares. También queremos estimular la formación, docencia y composición con el Laboratorio Coreográfico, que vamos a retomar”, puntualiza.

Además, asegura que el teatro tiene presencia en otras escuelas del país: en Margarita, dirigida por la maestra Martha Ildiko, en alianza con la Escuela de la Mar; además de haber fundado núcleos en Chacao, con apoyo de la Fundación Ballet de las Américas; otro en Chivacoa, Municipio Bruzual, en Yaracuy, que dirige Alexis Sánchez; y preparan compañías estables en Carabobo y Zulia, este último en alianza con el Teatro Baralt de Maracaibo. En el proceso, dos integrantes del Ballet Teresa Carreño fueron becados en la Academia de Carlos Acosta Danza, en Cuba. 

Compañía de ballet clásico, la primigenia

El país vivió un 2017 muy difícil. De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, entre abril y julio de ese año se contabilizaron 6.729 manifestaciones, se registraron extraoficialmente 157 muertes y se incrementó el número de venezolanos que migraron. Entonces muchos bailarines dejaron la compañía. 

Meses después, el Teatro Teresa Carreño convocó una serie de audiciones para repoblar la compañía. La tanda contó con la asesoría de importantes maestras de la danza como Nina Novak y Zhandra Rodríguez. De esta etapa surgió el proyecto de Ballet Juvenil, cuyo principal objetivo fue fortalecer la formación de los bailarines seleccionados antes de ingresar a la compañía profesional.

Entraron jóvenes de entre 14 y 21 años provenientes de escuelas de Zulia, Carabobo, Yaracuy, Nueva Esparta, Anzoátegui, Lara y Distrito Capital. La primera cohorte arrancó en enero de 2018.

El Teatro Teresa Carreño se abre a nuevas formas de movimiento
Foto: Vanessa Suárez

Tras el encierro total que supuso el año 2020 no todos los bailarines convocados volvieron al teatro. Algunos decidieron migrar, otros se fueron a la compañía que abría entonces el Teatro Municipal: El Ballet Estable, que se estrenó el pasado 12 de junio con una Gala Neoclásica, en un cuerpo conformado por una veintena de intérpretes, bajo la dirección artística de Rita Dordelly.

El investigador, crítico de danza y coordinador del Ballet Teresa Carreño desde hace un año, Carlos Paolillo recuerda: “Con los bailarines que regresaron comenzamos a trabajar. A medida que se dio a conocer que el ballet estaba activo fueron llegando más, sobre todo muchachas recién graduadas de la Escuela de Ballet de Las Américas y del Ballet de la Mar en su sucursal de Caracas. Fue creciendo la plantilla y con esa hicimos El Cascanueces de 2021. Ahora con el inicio de 2022 volvimos a trabajar con ese elenco”.

Este fue el grupo que presentó, a mediados de junio, la gala Siempre Nebrada, que incluyó el estreno de una pieza de ballet contemporáneo de la maestra Inés Rojas titulada Alma, además de la suite de Romeo y Julieta, Una Danza para ti y Doble corchea, coreografías de Vicente Nebrada. Este grupo está conformado por cerca de 45 bailarines, de entre 18 y 25 años. “Es un elenco totalmente renovado”, asegura Paolillo.

Esta gala, considera Paolillo, fue una oportunidad para consolidar en escena a un elenco recién estructurado: “Creo que resultó muy bueno como ejercicio para integrar, homogeneizar, solidificar el concepto de cuerpo de baile de la compañía. Trabajar la visión del colectivo”.

Con estos nuevos integrantes del Ballet TTC trabajan maestros como el ex bailarín Walter Castillo y las bailarinas Karla Medina y Carolina Wolf. Además, cuentan con maestros repertoristas como Javier Solano, Martha Ildiko y Adriana Estrada. Y han tenido asesorías externas como el caso de la maestra cubana Marta Iris Fernández de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso. “Vino por un mes, antes del estreno de El Cascanueces, a darles clases a los muchachos y pulir. Eso creo que los ayudó mucho. Es una maestra con un gran conocimiento técnico y metodológico y una gran sensibilidad”, añade.

Con relación al nivel que muestran los bailarines, el coordinador del ballet señala que se trata de una generación a la que le ha tocado duro: “La profesión exige un entrenamiento diario, físico y técnico, disciplina, rigor y dedicación. Exige que el bailarín  esté en buena forma física, estar bien alimentado para poder tener la fortaleza física y abordar una disciplina que es casi de atleta. Eso por un lado, y por otro el tema emocional: la tranquilidad emocional y la paz interior son necesarias. Eso es complicado en esta época, agudizada por la pandemia”.

El Teatro Teresa Carreño se abre a nuevas formas de movimiento
Foto: Vanessa Suárez

Sin embargo, a pesar de los obstáculos y lo compleja que pueda resultar la profesión en el país, Paolillo considera que el nuevo elenco estable del Ballet Teresa Carreño es un grupo con potencial: “Los más antiguos han logrado encajar bien y hay un ambiente bastante armónico y positivo de trabajo. La mayoría tiene mucho talento artístico y muchas condiciones que permiten prever e imaginarse un ballet bastante fuerte en poco tiempo”.

Para lograrlo, también es fundamental tener claras las estrategias de trabajo, que actualmente pasan por una apertura a nuevas formas de expresión: “Entonces es evidente que no es una compañía que tenga una sola línea de creación, no es neoclásica meramente. Entonces es tener una compañía que tenga la versatilidad de poder desempeñarse en el repertorio académico con la mayor dignidad posible, teniendo en cuenta el país que somos, la formación que tenemos. Aquí no contamos con una escuela nacional de ballet lo suficientemente bien estructurada y sistematizada, que es fundamental para poder hacer un ballet de repertorio tradicional; entonces esa diferenciación de que cada bailarín viene de un lugar distinto hay que trabajarla”.

El Teatro Teresa Carreño se abre a nuevas formas de movimiento
Foto: Cortesía

Danza contemporánea, urbana y de habilidades mixtas

Además de la compañía de ballet clásico, el Teatro Teresa Carreño tiene a la agrupación Teresa Danza Contemporánea, fundada en 2015 y dirigida desde entonces por Félix Oropeza. Son varias las temporadas que este grupo ha presentado en la Sala Reíos Reyna del complejo. Ahora se suman otras dos: Teresa Danzakalle (2018), bajo la dirección general de Yuleisy Alvear; y Ubuntu Teresa Carreño (2019), de habilidades mixtas y con el bailarín y coreógrafo Alexander Madriz a la cabeza.

Teresa Danzakalle (TDK) se estrenó con Energía, una pieza que resultó de un taller-montaje a partir de los Talleres de Realización del teatro y de dos jornadas de audiciones que se realizaron. 

TDK es uno de los últimos proyectos desarrollados en el Teatro Teresa Carreño que busca visibilizar y dar oportunidad a los jóvenes que participan en estas expresiones de danza, incorporándolas a la escena artística nacional y ofreciéndoles a sus exponentes la oportunidad de formar parte de la plantilla de bailarines profesionales de la FTTC, lo que marca un hito en la historia del Hip Hop en Venezuela”, informó en su momento el teatro en una nota de prensa.

Ubuntu Teresa Carreño arrancó como compañía estable en 2019, luego de varios trabajos de cooperación. Conformada por seis bailarinas y el coreógrafo y director Alexander Madriz, se estrenó con la obra Reflejo en el escenario de la Sala Ríos Reyna. La música estuvo a cargo de la agrupación Odila Teresa Carreño (Odila TC). Además, la compañía participó en la XV edición del Festival Internacional Escena Mobile de Arte y Diversidad, que se celebró en Sevilla (España) en mayo de este año, con Trazos inconscientes.

Cuenta Madriz que el objetivo del grupo es romper paradigmas sobre la discapacidad: “Presentar piezas en las que todos tuviésemos la oportunidad de crear, porque la parte coreográfica la dan los mismos intérpretes. Además el grupo ha funcionado para elaborar una línea de investigación, tesis de grado y proyectos en torno a una metodología que puede quedar para futuras generaciones”.

El Teatro Teresa Carreño se abre a nuevas formas de movimiento
Foto: Vanessa Suárez

Ubuntu TC recibe clases diarias con Madriz y las bailarinas Fabiola Zérega y Emérita García. Trabajan métodos en danza integrada o de habilidades mixtas, clases de funcionamiento, respiración, trabajo muscular y concentración. Pero principalmente son clases creativas. Además, suelen participar profesores invitados de las disciplinas clásica y contemporánea. La temporada de la compañía comenzará este octubre con un espectáculo de tres piezas, entre las que hay solos y grupales. 

Hablan los bailarines

Karla Medina

Ballet Teresa Carreño

“Empecé a los 10 años porque mi mamá me llevó a la escuela de ballet. Llevo la mayor parte de mi vida bailando y aprendiendo. Hoy en día soy bailarina solista y maestra. Las dificultades han sido motivadas por no ser a veces el perfil de bailarín que quiere un coreógrafo, por la competencia que existe a diario entre tus compañeras y otras veces por el maltrato emocional que algunos docentes o coreógrafos ejercen sobre nosotros. El Ballet Teresa Carreño ha sido mi universidad en la danza. Ha sido un camino arduo, muy difícil siempre, una lucha constante para lograr cada cosa que he hecho. Formo parte de la compañía desde 2002 y no sé si es que me gusta el ballet y por eso lo hago, pero sí es lo que hago desde que tengo conciencia. Es lo que mejor sé hacer”.

Brian Barrios

Ballet Teresa Carreño

“Me enamoré de lo sublime y lo delicado, de lo armonioso, de lo alegre, lo jocoso y de lo elegante que es el ballet. Mi crecimiento en esta disciplina no ha sido tan rápido como he querido, pero sí fructífero. El ballet clásico, sobre todo en varones, comienza tarde normalmente por un asunto cultural. Sin embargo, me he ido esforzando hasta lograr el nivel avanzado. Mi experiencia en el Ballet Teresa Carreño ha sido muy buena, aunque ha tenido sus altos y bajos. He contado con el apoyo de mi familia. Mis papás se han vuelto parte fundamental de mi carrera; ellos fueron bailarines, se conocieron bailando en la universidad. Considero que el ballet es la joya más preciada que tiene la danza, la vuelve mágica en todos los sentidos”.

Samantha González

Teresa Danzakalle

“Comencé en la danza en 2021 y el crecimiento ha sido bastante progresivo y transformador. Teresa Danzakalle ha sido el impulso para retomar cosas que había abandonado, así como también para crecer como intérprete. Entré a la compañía en abril de 2022 y estoy sumamente agradecida con el proceso. Lo hago porque me ha ayudado a descubrir y a liberar partes de mi ser que otros estilos de danzas no habían podido. Me hace sentir plena en cuanto al movimiento y la creatividad para consolidar la improvisación”.

Miguel Almada

Teresa Danzakalle

“Mi formación en la danza urbana comenzó en 2010 con un grupo llamado Speedy Angels; con el pasar del tiempo llegué al estilo en el que hoy me desempeño: el Dancehall. En el camino de la danza he encontrado muchas dificultades, como el hecho de que mi familia al principio no lo aceptaba, también la condición física ha sido un gran obstáculo ya que siempre he sido de contextura robusta. Pero también he recibido el apoyo de muchas personas, de mi madre siempre incondicional. La danza urbana siempre me ha enseñado a ser constante, a ser honesto, y me ha entregado muchos valores como el respeto y la responsabilidad, además me enseñó a aceptarme como persona”.

Fabiola Zérega

Ubuntu Teresa Carreño

“Estudié Artes en la Universidad Central de Venezuela y en el segundo o tercer semestre de carrera, me invitaron a ver un ensayo de danza inclusiva dirigida por Alexander Madriz. Tuve mis dudas porque no podía colocar en la misma oración danza y discapacidad, sin embargo lo que vi me gustó mucho pues había calidad. Desde entonces estoy con él como bailarina y productora. Nunca se deja de aprender, siempre hay movimientos nuevos con los cuales se puede jugar; la silla de ruedas termina siendo una extensión del cuerpo o parte del hecho escénico que sigue generando nuevas formas de expresión. Pertenecer al Teatro Teresa Carreño es una experiencia maravillosa y ser parte de Ubuntu me llena de gran orgullo porque hemos trabajado mucho. En nuestra compañía de danza, los diferentes atributos físicos se convierten en nuevas fuentes de creatividad, ya que los bailarines exploran el potencial coreográfico de las sillas de ruedas, las muletas y los bastones para llamar la atención de la gente sobre las múltiples formas de moverse y percibir. Buscamos desafiar los prejuicios y las ideas que encasillan la danza como una actividad únicamente para cuerpos convencionales”.

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