• En un estudio que involucró a personas de entre 70 y 80 años de edad, se determinó que caminar cuatro días a la semana durante cuatro meses produjo mejores resultados en pruebas cognitivas | Foto: iStock

Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota It’s never too late for exercise to boost your brain health, original de The Washington Post. 

El ejercicio puede mejorar tu capacidad de pensar y mantener tu cerebro saludable a medida que envejeces, incluso si no empezaste a hacer ejercicio sino años más tarde.

Esa es la conclusión de un nuevo estudio que descubrió que personas de entre 70 y 80 años de edad, que eran sedentarias y algunas de las cuales ya habían experimentado cierta disminución cognitiva, mostraron una mejora en su función cerebral después de hacer ejercicio.

El estudio se suma a la creciente evidencia de que una de las mejores formas de proteger nuestra mente puede ser mover nuestros cuerpos.

“El ejercicio parece ser clave” para mantener e incluso mejorar nuestra capacidad de pensar a medida que envejecemos, explicó J. Carson Smith, profesor de cinelogía en la Universidad de Maryland en College Park, quien lideró el estudio.

Cómo los cerebros de las personas mayores pueden cambiar con el ejercicio

Como muchos de nosotros sabemos por experiencia propia, la agilidad mental a menudo se resiente a medida que envejecemos, comenzando en la mediana edad y acelerándose a partir de ahí. Tenemos cada vez más dificultades para recordar nombres o dónde estacionamos el carro, o saber si tomamos una vitamina esta mañana o si fue ayer.

Leer más  Qué es PlutoTV, la plataforma de televisión gratuita que se puede usar desde Venezuela

Las imágenes cerebrales y otras investigaciones sugieren que este declive ocurre en parte porque la estructura y función del cerebro pueden deteriorarse con el tiempo. Las neuronas se debilitan o mueren y las conexiones entre neuronas individuales, así como entre redes más amplias de células dentro del cerebro, se debilitan.

Nunca es demasiado tarde para hacer ejercicio y mejorar la salud de tu cerebro

Los científicos generalmente se han preguntado si podemos frenar o revertir esta disminución en la función de nuestro cerebro. Para investigar esa pregunta, Smith y sus colegas reclutaron a 33 voluntarios de entre 70 y 80 años de edad, aproximadamente la mitad de los cuales experimentaban un deterioro cognitivo leve, una pérdida de habilidades de pensamiento que a menudo precede a la enfermedad de Alzheimer.

A todos se les pidió que completaran una serie de pruebas físicas y mentales. En una de ellas, los investigadores leyeron en voz alta una breve historia y les pidieron a los voluntarios que la relataran. En otra, los voluntarios permanecieron en reposo durante una exploración de resonancia magnética funcional que identificaba la actividad eléctrica en muchas partes de sus cerebros.

Después, la mitad de los voluntarios, incluidos algunos con deterioro cognitivo leve, comenzaron a hacer ejercicio, asistiendo a un gimnasio supervisado cuatro veces a la semana para caminar intensamente durante unos 30 minutos. Los demás se mantuvieron inactivos.

Después de cuatro meses, todos repitieron las pruebas originales.

Pero sus resultados fueron diferentes. Los participantes que realizaban ejercicio, incluso aquellos con un deterioro cognitivo leve, obtuvieron mejores resultados en las pruebas cognitivas, especialmente en la versión en la que tenían que repetir la historia; mientras que los voluntarios sedentarios no lograron esos resultados.

Leer más  Depresión posparto: una realidad poco hablada que afecta la salud mental materna

Lo que resultó más inquietante fue que los cerebros de los que hacían ejercicio habían cambiado. Antes del estudio, las imágenes cerebrales de los voluntarios de más edad mostraban, en su mayoría, conexiones débiles o dispersas entre y dentro de las principales redes cerebrales.

Nuestros cerebros funcionan mejor cuando diversas y distintas redes interactúan y se conectan, facilitando el pensamiento complejo y la formación de memoria. Este proceso se puede observar en las imágenes cerebrales, cuando las redes cerebrales conectadas se iluminan al mismo tiempo, como luces de Navidad sincronizadas.

Después de cuatro meses de ejercicio, las imágenes mostraron que las conexiones cerebrales eran más fuertes que antes, con células y redes completas iluminándose al mismo tiempo, un signo común de un pensamiento mejorado.

Lo que podemos aprender de los cerebros de los ratones

Nunca es demasiado tarde para hacer ejercicio y mejorar la salud de tu cerebro

Sin embargo, para comprender mejor cómo el ejercicio puede cambiar nuestros cerebros a medida que envejecemos, los neurocientíficos han tenido que recurrir a los ratones.

Los investigadores saben desde hace algún tiempo que los cerebros de los mamíferos, incluido el nuestro, generan algunas neuronas nuevas en la edad adulta, un proceso llamado neurogénesis.

La neurogénesis es importante para la salud cerebral y se ve amplificada por el ejercicio. En los estudios —cuando los ratones corren— generan el doble o el triple de neuronas nuevas en comparación con los animales sedentarios.

Leer más  Investigadores crearon un plástico que se autodestruye al final de su vida útil

Pero esas neuronas no son beneficiosas si no sobreviven y se integran en las redes cerebrales más amplias. En un estudio publicado en mayo en eNeuro, los investigadores permitieron que un grupo de ratones adultos jóvenes corriera, mientras que otros permanecieron quietos, y luego inyectaron en todos los cerebros de los animales un virus modificado seguro, diseñado para infectar a las neuronas recién nacidas y marcarlas con un tinte fosforescente de medusa.

Luego, durante seis meses, los corredores siguieron corriendo y los que estaban quietos siguieron quietos, tras lo cual los investigadores agregaron una sustancia diferente a los cerebros de los ratones, diseñada para unirse a las células brillantes, las que se crearon cuando los animales eran jóvenes y comenzaron a correr o no, y abrirse camino en su conexión, en las dendritas serpenteantes que conectan las neuronas entre sí y con partes más lejanas del cerebro.

Utilizando la sustancia como marcador, los investigadores pudieron rastrear las conexiones de cada una de estas células.

Y descubrieron que los ratones que hacían ejercicio no solo habían creado más neuronas cuando comenzaron a correr que los animales sedentarios, sino que ahora, a medida que los ratones se acercaban a la edad de jubilación (en términos de roedores), esas mismas células estaban conectadas de manera más intrincada y extensa en las redes cerebrales de los animales.

Leer más  #TeExplicamosElDía | Miércoles 1° de mayo

Las neuronas de los ratones que hacían ejercicio estaban mejor conectadas que las neuronas de los animales sedentarios.

Qué significa esto para los cerebros más jóvenes

¿Qué significa esta investigación para el resto de nosotros, que quizás no seamos tan viejos ni seamos ratones?

“Creo que debería ser alentador”, especialmente para las personas que pueden estar preocupadas de que su cerebro esté comenzando a deteriorarse, detalló Smith. En su estudio, incluso las personas mayores previamente sedentarias con signos de preocupante deterioro cognitivo, mejoraron las conexiones cerebrales y el pensamiento con solo unas pocas horas de caminata a la semana.

Pero los hallazgos también sugieren que comenzar a hacer ejercicio cuando eres joven puede ser aún mejor. Los ratones jóvenes que corrieron probablemente desarrollaron una “reserva cognitiva” de neuronas y conexiones saludables, más que los animales inactivos, que les sirvió bien a medida que envejecían, dijo Henriette van Praag, profesora asociada de ciencias biomédicas de la Universidad Atlántica de Florida y autora principal del estudio con ratones.

Mucho mejor: comienza y no te detengas.

“Dada la situación de la ciencia, diría que probablemente es una buena idea mantener la actividad física durante la juventud y continuar durante la mediana edad y la vejez”, recomendó Russell Swerdlow, profesor de neurología y director del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de la Universidad de Kansas, quien no estuvo involucrado en los nuevos estudios.

Traducido por José Silva

Noticias relacionadas