• El fraile Marcos García participó en la más reciente edición del reality español de cocina tras clasificarse a la competencia entre más de 70 mil aspirantes

Marcos García es un sacerdote, fraile dominico, periodista y locutor venezolano nacido en Mucuchíes, estado Mérida. Tiene 45 años de edad y desde muy pequeño la pasión por la cocina estuvo presente en su vida; tanto así que fue elegido como uno de los 23 participantes de la temporada 11 de MasterChef España, tras presentar tres precastings de clasificación junto a 70 mil aspirantes más.

“Yo nací con una sartén en la mano”, cuenta Fray Marcos de manera jocosa para referirse a la pasión que siente por el arte culinario. Sin embargo, dedicarse a la cocina a tiempo completo nunca estuvo entre sus planes y por el contrario, su vocación por la vida religiosa nació desde muy joven y se consolidó en 1995 cuando ingresó al convento Santo Domingo de Guzmán, en San Cristóbal, estado Táchira.

Al cabo de unos años, decidió hacer una pausa para estudiar Comunicación Social, pues sentía mucha afinidad por los medios de comunicación. Culminó su carrera universitaria y 7 u 8 años después regresó a la orden para continuar con su labor allí dentro. En 2020 la congregación lo envió a España y es en el viejo continente donde, tiempo después, iniciaría su camino al MasterChef.

MasterChef: el antes y después de la vida de Fray Marcos
Fray Marcos en MasterChef España. Foto: Cortesía

¿Cómo entró a MasterChef España?

Fray Marcos recuerda que todo inició como una broma por parte de unos amigos zulianos que tiene en Madrid y a quienes visitaba frecuentemente. Ellos, cada vez que probaban sus platos, lo motivaban a participar en el reality de cocina, pero Fray no lo tomaba en serio, entre otras cosas, porque debía pedir autorización a sus superiores para dar el paso y estaba en medio de una serie de trámites para la intervención quirúrgica de hernias lumbares y discales que lo aquejan desde hace años.

A mediados de noviembre fui a hacerles unas arepas de reina pepiada y otros dos platos inventados por mí. Luego llegó otra amiga que quería probar mi comida y entre todos, luego de tomarnos unos vinos, comenzaron a hacerme preguntas. Resulta que era la preinscripción para el MasterChef”, contó Fray Marcos vía Zoom para El Diario.

Fray les explicó la situación a lo que sus amigos respondieron que no se preocupara, que simplemente se trataba de intentar entre miles de solicitudes más.

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Para finalizar el registro pedían una serie de fotos de comida preparada por él y Fray no tenía ningún respaldo audiovisual a la mano, así que les dijo que dejaran esos espacios vacíos. En cuanto a la profesión, pidió que le pusieran periodista porque no quería que supieran que era sacerdote.

“Al día siguiente me escribió el equipo de producción de MasterChef y me pidieron las fotos. Les dije que luego se las enviaría y al otro día volvieron a contactarme, les envié algunas fotos y después me dijeron que estaban muy interesados en mi perfil y me pidieron un video”, agregó.

En ese punto Fray Marcos decidió decirles que era sacerdote para “quitárselos de encima”, pero el efecto fue todo lo contrario. A los tres días la jefa de producción junto a la directora de casting le manifestaron interés por conocerlo, así que fueron al convento y convencieron al superior de dejarlo participar en el reality.

“Eso fue en diciembre y yo había hecho unas hallacas que, modestia aparte, parece ser que me quedan muy buenas. Le serví una a cada una y dijeron que estaban riquísimas”, recordó el fraile.

Luego, le hicieron prometer que entraría al programa de televisión y Fray Marcos les dio su palabra, pero pidió que el resto del equipo no supiera que era fraile. Él quería entrar al show por su talento culinario y no por ser sacerdote.

La directora de casting dijo que conmigo tenían la oportunidad de darle una cara fresca a la iglesia en España y que esperaba que yo fuese buen sacerdote y cocinara bien”.

Tres pasos antes de la clasificación

Para convertirse en uno de los participantes oficiales del MasterChef España, Fray Marcos y el resto de aspirantes debían pasar por tres castings previos donde expertos culinarios ponían a prueba su talento y los evaluaban para elegir a los 60 mejores del país.

“Presenté el primer casting a mediados de diciembre y me gané la cuchara de madera. Hice un plato que bauticé “que molleja e’ bueno”, unas mollejitas de pollo en coco con unas tortitas de plátano amarillo, rellenas de queso crema y queso palmizulia, que puse a asar y quedaron muy tostadas por fuera y muy blanditas por dentro. Todo acompañado de unos aguacates a la vinagreta”, detalló Fray Marcos.

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Los jueces son inexpresivos a la hora de probar los platos, pero él los hizo sonreír y hablar al pasar por su puesto. Les prometió que los haría viajar a su pueblo (Fray es oriundo del estado Mérida, pero se crió en Zulia) y comenzó a describir paisajes autóctonos de la zona.

“Se sonrieron y dijeron que sí los había hecho viajar”, dijo.

MasterChef: el antes y después de la vida de Fray Marcos

Para el segundo casting preparó una lubina (pescado) con cama de champiñones, una crema con base de calamar y camarones, una ensalada y un jugo de limón con algunas hierbas para darle un toque diferente. En media hora ya tenía prácticamente el plato listo.

“En el tercero nos tocó cocinar frente a los jurados e hice un ‘pollo de mamá a la visita’. Le puse así porque las mamás siempre tienen algo especial que apartan solo para la visita y la mía guardaba pollo para los invitados así que lo bauticé de esa manera”, precisó.

Salir de su zona de confort

La experiencia en MasterChef España obligó a Fray Marcos a inmiscuirse en terrenos desconocidos y no por el tema culinario, sino por el escenario en el que todo se estaba desarrollando. Fray recibió comentarios de todo tipo respecto a su participación en el reality de cocina. Desde ser catalogado como un actor disfrazado de sacerdote hasta un abusador o pedófilo fueron algunos de los señalamientos.

“Te dicen cosas muy feas y te faltan el respeto incluso gente muy joven que a lo mejor pueden ser tus hijos, pero Dios me dio la oportunidad y aproveché de dar el testimonio del silencio; siempre me preguntaba qué haría Jesús en mi lugar y la respuesta estaba en el silencio”, enfatizó.

A los pocos días de llegar al programa, Fray Marcos sintió que verdaderamente Dios lo había enviado a ese lugar. Sintió que era una oportunidad para ejecutar lo que dice el papa Francisco de una iglesia en salida, que no espera a los fieles en el templo, sino que sale y llega directamente a ellos. Era una posibilidad de que un sacerdote predicara desde otro terreno.

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“Allí me conocí a mí mismo, sentí que aprendí al ver gente distinta y corazones distintos. Compartí con gente que catalogaban de mujeriegos, con dj’s de discotecas de ambiente y todos son hijos de Dios”, añadió el fraile.

El amor por la cocina

Fray Marcos se describe a sí mismo como una persona muy inquieta e inventora desde pequeña y asegura que su afinidad por el arte culinario viene con su nacimiento. En su infancia siempre buscó la manera de cocinar aunque su familia no se lo permitiera.

MasterChef: el antes y después de la vida de Fray Marcos
Fray Marcos en MasterChef España. Foto: Cortesía

“Yo soy de Los Andes y en la casa decían que los hombres no debían estar en la cocina así que me sacaban. Me crió una tía abuela y tampoco me dejaba, entonces yo me iba a donde una vecina, Fátima, a quien no le gustaba cocinarle al marido y la convencía de que me dejara preparar la comida a mí”, resaltó Fray Marcos.

Esas fueron sus primeras experiencias culinarias. Incluso, cada vez que le preguntan dónde aprendió a cocinar, él bromea diciendo que fue en “Fátima Gourmet International”.

Cuando entró al noviciado no le autorizaban cocinar a menos que tuviesen retiros. Pero luego, en el año 2019 pudo reencontrarse con ese hobby y, casi a diario, cocinaba para unas 12 personas de la comunidad por distintos motivos. Principalmente porque la señora encargada de esa tarea no podía llegar por la dificultad con el transporte.

Inicios y llegada a Madrid

Fray Marcos se inició en la vida religiosa en 1995 cuando ingresó a la orden en el convento Santo Domingo de Guzmán, en barrio Obrero, San Cristóbal (Táchira). De ahí, fue al noviciado y en 1996 tomó el hábito de los frailes dominicos. Al año siguiente hizo sus primeros votos con los dominicos de Chiquinquirá, Colombia y en 1999 se dio una pausa para estudiar Comunicación Social.

Estudió la carrera a distancia, desde Mérida, en la Universidad Católica Cecilio Acosta, y 7 u 8 años después de estar fuera de la orden, regresó.

Mi vocación viene desde muy pequeño, cuando yo veía a las hermanas haciendo todo con entrega y amor. Yo quería ser como ellas pero que hubiese algo así para hombres. Sabía que habían sacerdotes, pero no quería. Desconocía que había congregaciones y ordenes que vivían en comunidad”, aclaró Fray Marcos.

En 2010 su superior le indicó que debía ir a Medellín, Colombia, a estudiar Teología y así fue. Sacó su licenciatura tanto en título civil como eclesiástico.

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En 2014 regresó a Venezuela y un año más quedó al frente del Colegio Cristo Rey en San Cristóbal. En 2016 pidió permiso por una patología de hernias lumbares y discales que no aquejaban. Durante ese año trabajó con Idania Chirinos en NTN24 en Bogotá, Colombia.

“Estuve en el canal un año, se me venció el contrato y el permiso así que volví a San Cristóbal y me cambiaron a Caracas para arreglar los documentos y venirme a España”, acotó.

A Madrid, España, llegó en enero de 2020. Estuvo aproximadamente un mes en esa ciudad y lo asignaron a otro sitio llamado Ávila, donde estuvo en el Real Monasterio de Santo Tomás de Aquino por dos años. Finalmente volvió a Madrid y desde hace un año y medio está como vicario de la parroquia San Pedro Mártir Sanchinarro.

Antes y después de MasterChef

Fray Marcos asegura que hay un antes y un después de MasterChef en su vida. Ahora el reconocimiento en la calle, que las personas se acerquen a pedirle una fotografía o simplemente a saludarlo hacen parte de su nueva cotidianidad.

Sin embargo, no se siente muy cómodo con esa idea. A la pregunta de si quiere ser famoso responde con un rotundo no. Para el fraile el verdadero protagonista en este escenario debe ser “el mensaje, Cristo y el evangelio”. Él es solo el mensajero.

“No pretendo ser famoso, celebridad, ni nada de eso. Yo lo que quiero es que el señor me siga usando para darle gloria y para que la iglesia sea renovada”, insistió.

Antes usaba su cuenta en Instagram @miamigoelfray como una plataforma para predicar la palabra y si bien  tenía cierta cantidad de seguidores, ahora asegura sentirse sobreexpuesto incluso al subirse al metro para movilizarse de un lugar a otro.

La realidad es que Fray Marcos pasó del anonimato al reconocimiento con su transitar por MasterChef España y más allá de convertirse en una celebridad o buscar la fama, su objetivo —según él mismo dice— se centra en llevar la palabra de Dios a cada escenario donde vaya. 

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