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- El estudio concluyó que las personas aisladas tienden a desarrollar enfermedades
La soledad es una realidad que afecta a muchas personas en todo el mundo, especialmente a medida que envejecen. Un estudio reciente realizado por la Universidad de Harbin, en China, demostró que la soledad puede tener consecuencias graves para la salud a largo plazo y puede aumentar el riesgo de mortalidad.
Los investigadores descubrieron que aquellos que experimentaban una mayor soledad tenían un 26 % más de probabilidades de morir en comparación con aquellos que vivían acompañados.
Además, el estudio también encontró que la soledad tenía un impacto mayor en la mortalidad que la obesidad o el sedentarismo.
Los investigadores también analizaron cómo la soledad afectaba a diferentes grupos de edad y encontraron que los efectos eran más graves en los adultos mayores.
¿Cómo se realizó el estudio?
El análisis liderado por Fan Wang, publicado recientemente en la revista Nature Human Behaviour, analizó la rutina diaria y los hábitos de vida de más de 2 millones de personas durante 40 años.
El equipo continuó con la tendencia iniciada en otras investigaciones anteriores y estableció que la falta de contacto social con otras personas y la soledad, aumentan los sentimientos de angustia, ansiedad y depresión.
El sexo, la edad, el nivel educativo y económico de los participantes fue clave en el análisis. Aunque hombres y mujeres se ven afectados de igual manera por la falta de compañía, ellas resultaron tener un 14 % más tendencia a sentirse solas. Mientras que ellos presentaron mayor dificultad para vivir sin compañía, especialmente a edades avanzadas.
Muerte prematura
Los autores del estudio concluyeron que la soledad puede conducir a la muerte prematura, debido a los hábitos poco saludables que adoptan las personas que viven sin compañía.
Entre estos mencionaron: comer a deshoras, no comer, dormir menos tiempo del recomendado y descuidar los hábitos de higiene.
“La soledad promueve comportamientos poco saludables, como la mala alimentación y la inactividad física, que pueden aumentar el riesgo de muerte”, dice el estudio.
La investigación de la Universidad de Harbin destacó la importancia de la conexión social para mantener una vida saludable y prolongada.
Recomendaciones
Para aquellos que viven solos o tienen dificultades para conectarse socialmente, hay muchas opciones disponibles, como grupos comunitarios, organizaciones sin fines de lucro, centros de envejecimiento, grupos religiosos, clases y actividades de ejercicio, entre otros.
Incluso las redes sociales pueden ser una herramienta útil para mantenerse conectado con amigos y familiares que viven lejos.
