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- La curiosidad de personas neófilas está desbordada y las puede llevar a tomar decisiones arriesgadas
La neofilia o la obsesión por las cosas nuevas es una característica que no está tipificada como enfermedad ni reconocida como un término por la Real Academia Española. Sin embargo, es un rasgo de la personalidad que si no se regula, puede representar riesgos para la salud mental.
Los neófilos es el término que se usa en marketing para referirse a aquellos clientes que fielmente esperan y adquieren los productos más novedosos, especialmente en la rama de la tecnología. Son esas personas capaces de hacer largas filas o un viaje a otro pais para comprar el último modelo de smartphone.
El sociólogo estadounidense Everett Rogers, de la Universidad Estatal de Ohio, fue el primero en describir el término neofilia durante su tesis doctoral sobre cómo se difunden las innovaciones y cómo las adopta el mercado.
Pero desde el punto de vista psicológico, la neofilia tiene dentro características muy específicas que van más allá de la simple curiosidad por las novedades.
“La neofilia hace referencia a una característica que tienen ciertas personas con tendencia o fascinación hacia lo nuevo o novedoso. Las personas neófilas, suelen tener un interés y una curiosidad que las desborda por experimentar situaciones nuevas y buscar siempre aquello que desconocen y que les genera fascinación en un momento determinado, estas pueden ser tecnologías, pero también, productos o actividades”, explicó el psicólogo Alexis Alderete para Infobae.
Mucho más que curiosidad
La psiquiatra Graciela Moreschi explicó al medio argentino que la diferencia entre la curiosidad y la neofilia se basa en que la segunda no se puede saciar con una simple investigación sobre un tema u objeto nuevo.
La atracción no solamente es el conocimiento, sino más bien la adquisición de estas novedades. Por lo tanto, también está estimulada por el consumo. Por ejemplo, así como los teléfonos celulares van cambiando, pareciera que la persona neófila tiene que tener la última versión de la tecnología porque eso es lo que la va a hacer sentir bien y feliz. Es diferente a ser curioso y estar investigando”, detalló Moreschi.
Alderete puntualizó que algunas de las señales para identificar la neofilia son la necesidad de incorporar nuevas tecnologías a su vida, la fascinación por viajar a lugares desconocidos, el deseo de conocer nuevas culturas y probar alimentos exóticos.
Esta búsqueda de la emoción y el desafío puede también representar el riesgo para la salud mental, además del físico, si no se regula.
Alderete detalló que una de las consecuencias negativas de la neofilia en la salud mental es la insatisfacción personal. Al buscar siempre lo nuevo, estas personas pueden tener problemas para experimentar una satisfacción duradera, lo que lleva al descontento, la frustración y una sensación de vacío.
Otro aspecto negativo es la imposibilidad de lograr estabilidad en las relaciones, porque la búsqueda constante de novedad interfiere en que un vínculo pueda volverse duradero.
“Este comportamiento puede canalizarse a través de la compra reiterada de productos tecnológicos; puede incurrir en gastos excesivos que ponen en peligro la economía personal o familiar generando problemas a largo plazo. Estas llevan a una inestabilidad de las relaciones desencadenando discusiones y estrés permanente”, agregó el especialista.
