- El ministro de Seguridad Pública de Panamá, Juan Manuel Pino, aseguró que la migración será tratada en ese país como un asunto de seguridad nacional | Foto principal: EFE
El gobierno de Panamá anunció que evaluará un posible cierre con la frontera de Colombia debido al aumento de migrantes que atraviesan la selva del Darién, entre estos dos países.
Juan Manuel Pino, ministro de Seguridad Pública de Panamá, señaló en la IV Reunión Plenaria de la Conferencia Regional sobre Migración y la Conferencia Suramericana sobre Migraciones el 24 de agosto que una comisión de seis instituciones panameñas viajará al Darién para evaluar la situación.
“Panamá decidió transformar este problema humanitario a un problema de seguridad nacional, esto se debe a los efectos que nos está dejando esta migración”, afirmó el ministro Pino.
Las autoridades panameñas informaron en la rueda de prensa que el ingreso de migrantes en ese país alcanzó un récord de 307 mil personas en lo que va de 2023.
El ministro de Seguridad Pública de Panamá aseguró que las autoridades panameñas han intentado crear una cooperación internacional con los países de origen y de tránsito de migrantes; sin embargo, a su juicio, ha sido un proceso complejo.
“Nosotros tenemos el apoyo de algunas ONG, pero no ha sido suficiente y hemos agotado todas las instancias ante una movilidad humana muy grande porque estamos recibiendo cerca de 2 mil a 3 mil personas diariamente”, agregó.

Panamá criticó las labores de países de Suramérica
Juan Manuel Pino calificó de insuficientes las labores de países de Suramérica, específicamente de Colombia, en relación con las políticas migratorias para intentar frenar el paso de personas hacia el Darién.
“La comunicación y el manejo que ha tratado de darle Panamá a través de la cooperación internacional ha caído en oídos sordos, hay países del sur que no le están prestando la debida responsabilidad a este tema y lógicamente Panamá tiene que tomar sus decisiones internas y externas”, añadió Pino.
Además, expuso el peligro a la vulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes que atraviesan la selva del Darién sin sus padres o representantes.
“Cuando llegan los niños, ¿qué es más fácil?, evitar que esos niños inicien ese trayecto de Necoclí y Turbo en Colombia para que no vengan y se vean en riesgo en la selva porque cuando llegan acá (Panamá) vienen impactados, entonces el enfoque no es Panamá”, dijo el ministro de Seguridad Pública de Panamá, Juan Manuel Pino.

El cierre podría ocurrir a mediados de septiembre
El ministro de Seguridad panameño advirtió que el posible cierre de la frontera podría ocurrir a mediados de septiembre.
Los representantes del gobierno panameño adelantaron que la posible decisión se debe a que ese país ha gastado más de 60 millones de dólares en atender a los migrantes. Agregó que el tránsito de personas ha causado daños ambientales en los ecosistemas naturales de ríos que sirven como fuente a sus poblaciones indígenas.

La mayoría de nacionalidad venezolana
El representante del Servicio Nacional de Fronteras de ese país aseguró que la mayoría de las personas que transitan la selva del Darién son de nacionalidad venezolana, quienes utilizan la ruta para llegar a la frontera con EE UU.
Luego de los venezolanos, las olas migratorias son mayormente de Ecuador, Haití y China.
“Más de 170 mil son venezolanos, 40 mil son ecuatorianos, casi 35 mil son haitianos y tenemos un número que va en aumento de China porque los traficantes de seres humanos han encontrado en esta nacionalidad una nacionalidad que paga dinero para ser traficada y llegar a su lugar de destino”, reveló en una conferencia de prensa Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá.