- Las autoridades informaron que el número de desaparecidos por el desastre natural se mantiene en más de 10.000
La cifra provisional de víctimas mortales por las inundaciones en Libia tras el paso del ciclón Daniel asciende ya a 11.300 en la ciudad oriental de Derna, de acuerdo con los datos de la Cruz Roja Libia expuestos el 17 de septiembre por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La cifra de desaparecidos por el desastre natural se mantiene en unos 10.100, según la actualización de la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas.
La agencia humanitaria detalló que a las víctimas de Derna, ciudad afectada por la rotura de dos embalses cercanos durante las crecidas, se sumarían otras 170 en otras localidades del país.
Derna, ciudad de 100.000 habitantes en la costa libia, a unos 300 kilómetros al este de Bengasi, podría por tanto haber perdido en el desastre a al menos una quinta parte de su población, según el conteo de muertos y desaparecidos de Cruz Roja y Naciones Unidas.
Causas de la catástrofe
Cerca de 17 horas de lluvias intensas colapsaron dos presas, situadas a pocos kilómetros de las áreas habitadas. La rotura de los embalses causó una crecida en el río que atraviesa la ciudad, arrastrando todo a su paso, según las organizaciones humanitarias que trabajan en la zona, que han calificado la situación en Derna de “catástrofe de proporciones épicas”.
El agua arrastró hasta el mar barrios enteros y los cuatro puentes que atraviesan el río. En las imágenes compartidas por los medios locales y agencias de noticias, se pueden observar las calles llenas de barro, vehículos destruidos y casas derrumbadas,
De acuerdo con el informe de la Oficina Humanitaria de la ONU, muchos cadáveres son recuperados cada día en las orillas de las playas de la ciudad, después de haber sido arrastrados al mar.
Además, el organismo señaló que la ciudad tiene problemas de acceso a agua potable y que unos 55 niños se han intoxicado al beber agua contaminada.

Ayuda humanitaria
La ONU movilizó un equipo de expertos en la coordinación de ayuda internacional que tenía en Marruecos y lo envió a Libia, donde considera que todavía se desconoce la verdadera magnitud del desastre.
“Las inundaciones y los torrentes de lodo, y la consiguiente destrucción de las edificaciones siguen escondiendo el nivel de muerte y necesidad en Libia”, dijo el 15 de septiembre Martin Griffiths, secretario general adjunto de la ONU para asuntos humanitarios
Griffiths, quien se encuentra en Ginebra para dirigir los planes logísticos de asistencia a Libia y a Marruecos –un país afectado recientemente por un terremoto–, precisó que las necesidades más urgentes en Libia son albergue para las personas que han perdido sus hogares y todas sus pertenencias, alimentos, material médico para prevenir enfermedades infecciosas y agua potable.
Además, considera necesario el apoyo psicosocial para ayudar a los afectados a seguir adelante tras un trauma de tales dimensiones.
Por su parte, el coordinador de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR), Tamer Ramadan, señaló que se mantiene la esperanza de encontrar sobrevivientes en Libia.

Evalúan necesidades médicas y humanitarias
El 15 de septiembre, un primer equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) se desplazó a la ciudad de Derna para evaluar las necesidades médicas y humanitarias en los centros de salud y “poner en marcha operaciones lo antes posible”,
En un comunicado, la ONG declaró que una de las necesidades más “acuciantes” que han constatado desde su llegada están ligadas a la salud mental, tanto de la población como del personal sanitario y los voluntarios.
Al mismo tiempo, indicaron que es necesario un diagnóstico en higiene y saneamiento para comprobar el agua acumulada, lo que puede estar relacionada con infecciones o enfermedades y, para ello, está previsto trazar un mapa junto con el departamento de Sanidad.
Explicó que eso provoca problemas con la población local ya que hay cuerpos que han sido enterrados sin una identificación previa y muchos están siendo devueltos a las costas por lo que los ciudadanos los sepultan directamente.
Por otro lado, señaló que las donaciones y voluntarios llegan de todo el territorio, provocando grandes embotellamientos en los accesos a la ciudad y la situación es “caótica y sin coordinación”.
Tras reunirse con el Ministerio de Sanidad y, en colaboración con la Media Luna Roja, la organización trata de coordinar qué actores participan en el terreno y dónde se puede intervenir para una mejor distribución de los equipos médicos llegados de todo el mundo.
Con información de EFE.