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- La reconocida escuela de actuación Stella Adler inauguró un salón en honor a la directora y escritora, además de crear una beca que también llevará su nombre
La academia Stella Adler Studio of Acting en Los Ángeles, Estados Unidos, nombró uno de sus salones Elia K. Schneider, en honor a esa cineasta venezolana, quien fue profesora de esa institución y falleció en el año 2020. Durante la ceremonia de inauguración, el 7 de octubre, el director ejecutivo de la escuela, John Jack Rodgers, recordó los 17 años que Schneider dedicó a la docencia allí, a la par que continuaba con su carrera cinematográfica.
“Yo tuve el privilegio de estudiar con Stella Adler y desde que conocí a Elia Schneider, sabía que ella era su reencarnación. Elia no solo enseñaba actuación, Elia cambiaba vidas. Un salón en esta academia con su nombre es para honrar su legado y agradecer todo lo que nos dio”, declaró.
Al evento asistieron varias figuras que protagonizaron algunas de sus películas, como Mimí Lazo, Luis Fernández, Erich Wildpret, Tony Garza. También actores y actrices de sus obras de teatro, además del viudo de Schneider, José Ramón Novoa.
La Stella Adler Studio of Acting es una de las academias de actuación más prestigiosas de Estados Unidos, fundada en Nueva York en 1949 por la actriz y docente Stella Adler. En 1985 abrió su segunda sede en Los Ángeles, donde se formaron intérpretes como Salma Hayek, Benicio del Toro, Mark Ruffalo, Sean Astin y Cybill Shepherd.
Legado
En la ceremonia, el cineasta Joel Novoa, hijo de la homenajeada, anunció la creación de la beca Elia K Schneider de actuación. También el lanzamiento de una plataforma digital donde estarán disponibles los videos de sus clases en la academia Stella Adler y un libro que recogerá la esencia de su reconocido taller de arte escénico.
“Mi madre fue una mujer fuerte, inspiradora, creadora. Mientras luchaba con una enfermedad, dirigió películas, hizo obras de teatro, daba clases, nada la detuvo. Hoy deja una obra y mil quinientos alumnos que continuarán su legado”, destacó Novoa.
En 1982, Schneider fundó la compañía teatral Dramma, la cual realizó varias presentaciones en el teatro La Mamma de Nueva York. Actualmente se mantiene activa en Hollywood, donde la productora María Baena afirmó que se prepara un proyecto documental y varias obras teatrales para continuar con el legado de Schneider.
Pilar del cine
Nacida en Caracas el 16 de enero de 1952, Elia K. Schneider fue hija de sobrevivientes del Holocausto y siempre retrató en su trabajo artístico una conciencia y compromiso social. Luego de pasar por la danza y la coreografía, se enfocó al teatro durante su residencia en Estados Unidos en la década de los ochenta. Posteriormente se inició en el cine mientras cursaba su maestría en Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York.
En 1997 rodó su ópera prima, Huelepega, en la que reflejó la cruda realidad de los niños de la calle. En su estreno en 1999, fue la película más taquillera y elegida para representar a Venezuela en los Premios Oscar en la categoría de película de habla no inglesa. Aunque no logró la nominación, sí fue galardonada con 15 premios en festivales nacionales e internacionales. En 2004 dirigió su segundo largometraje, Punto y raya, basada en la amistad de dos soldados desertores, uno colombiano y otro venezolano, en una época de tensiones políticas y fronterizas entre ambos países. Recibió más de 30 premios y también representó a Venezuela en la postulación a los Oscar, además de ser la primera película venezolana en competir por una nominación en los Globos de Oro.
En 2010 estrenó Des-autorizados y en 2016 Tamara, inspirada en la vida de de la abogada y activista Tamara Adrián, quien un año antes se había convertido en la primera parlamentaria transgénero en la historia de Latinoamérica. También fue productora de los largometrajes Sicario (1994), Garimpeiros (2000), El Don (2006), Un lugar lejano (2009), Esclavo de Dios (2013) y Solo (2014).
