• La genética, el tabaquismo y los medicamentos pueden influir en cómo reaccionan nuestros cuerpos a las bebidas con cafeína. Foto: Elias Shariff Falla Mardini en Pixabay

Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota Why some people don’t feel the buzz of caffeine, original de The Washington Post.

Nunca he sentido los efectos de la cafeína. Puedo beber café a las 10:00 pm y dormirme de inmediato. Siguiendo la sugerencia de un investigador de la cafeína, una vez pasé un mes bebiendo solo descafeinado y, luego, el mes siguiente volví a beber bebidas completamente con cafeína. Nuevamente, no pasó nada.

Resulta que la experiencia con el café no es la misma para todos. Cómo respondemos al café, si nos gusta el sabor e incluso cómo influye en nuestro riesgo de sufrir un ataque al corazón o hipertensión están en gran medida determinados por nuestros genes.

El gen del café

Y es un gen en particular, el CYP1A2, el que parece influir fuertemente en la sensibilidad de nuestro cuerpo a la cafeína. Dicho gen controla una enzima, también llamada CYP1A2, que es responsable de descomponer la cafeína y eliminarla del cuerpo. La variante de este gen que tengas puede cambiar la rapidez con la que metabolizas la cafeína.

Aproximadamente la mitad de los humanos tienen dos copias de la variante “rápida” de CYP1A2, lo que los convierte en metabolizadores “rápidos” de la cafeína. Otro 40 % tiene solo una copia y son metabolizadores “lentos”, y el 10 % restante que no tiene copias son “ultralentos”, según Ahmed El-Sohemy, profesor de ciencias nutricionales en la Universidad de Toronto. El-Sohemy es el fundador de Nutrigenomix, que trabaja con proveedores de atención médica para realizar pruebas de nutrición basadas en la genética.

La cafeína tiene una vida media estimada de dos a ocho horas. Esto significa que, según el metabolismo, el cuerpo puede tardar de dos a ocho horas en eliminar la mitad de la cafeína de su sistema.

Pero la rapidez del metabolismo para la cafeína no es el único factor que influye en cómo te sientes cuando bebes café o bebidas con cafeína.

El café y el cerebro

La cafeína funciona al unirse a los receptores de adenosina en el cerebro (que afectan la necesidad de dormir de una persona) y bloquearlos para que no se activen, según Manuel Díaz-Ríos, director del programa de neurociencia en el Bowdoin College.

El número de estos receptores en tu cerebro está determinado tanto por la genética como por la cantidad de cafeína que consumes habitualmente. Por ejemplo, si bebes café constantemente y esos canales se bloquean de manera constante, el cuerpo se compensa creando más receptores de adenosina. Se necesita más cafeína para obtener el mismo efecto, aumentando así tu tolerancia a la cafeína.

Pero algunas personas, dice Díaz-Ríos, comienzan naturalmente con niveles más altos de ciertos neuroreceptores que otras. Y “si eres una persona que genéticamente produce muchos de esos receptores, es probable que seas menos sensible a la cafeína” que otros. Estas personas tienen tantos receptores de adenosina que las cantidades normales o incluso excesivas de café no los bloquearán todos.

“Si tienes variantes genéticas que te permiten metabolizar la cafeína más rápido, es más probable que consumas más cafeína y puedas tolerar un nivel más alto”, explicó Marilyn Cornelis, profesora asociada de medicina preventiva en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.

La genética también puede influir en la preferencia por el café. Un estudio de 2021 reveló que las personas con variantes genéticas asociadas con una alta sensibilidad a la cafeína eran menos propensas a disfrutar del sabor amargo del café oscuro.

Cómo el metabolismo de la cafeína afecta la salud del corazón

La sensibilidad a la cafeína no se trata solo de si te sientes ansioso después de beber café. La genética de la sensibilidad a la cafeína también tiene implicaciones para la salud cardiovascular.

En un estudio de 2006 que incluyó a más de 4.000 personas, los investigadores descubrieron que, para los metabolizadores lentos, consumir más tazas de café al día estaba relacionado con un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón. Los metabolizadores rápidos no tenían riesgos adicionales.

Los metabolizadores lentos que consumen mucha cantidad de café también tienen un mayor riesgo de otras afecciones como la hipertensión y la enfermedad renal. El-Sohemy afirma que estos resultados implican que cuando la cafeína permanece en el torrente sanguíneo, podría causar daño a diferentes tejidos del cuerpo, aunque no está claro exactamente cómo ocurre esto. Puede ser que los metabolizadores rápidos descompongan la cafeína lo suficientemente rápido como para evitar este daño.

Cómo la cafeína puede afectar el ejercicio

El metabolismo de una persona también influye en si las bebidas con cafeína les brindan un impulso durante el ejercicio. Dado que se cree que la cafeína mejora el rendimiento, los investigadores inicialmente pensaron que los metabolizadores lentos se beneficiarían más, ya que la cafeína permanece en su cuerpo durante más tiempo. Pero ocurre lo contrario.

El-Sohemy y otros investigadores han medido cómo cambia el rendimiento del ejercicio en los metabolizadores rápidos o lentos después de consumir cafeína. En el estudio, se demostró que los metabolizadores rápidos pedaleaban más rápido durante una prueba de tiempo después de ingerir cafeína, mientras que los metabolizadores lentos registraban tiempos más lentos después de consumirla.

Las diferencias entre los metabolizadores rápidos y lentos también se han demostrado en pruebas de fuerza de agarre. Un estudio de 2012 con 35 ciclistas analizó los efectos de la cafeína en el rendimiento y mostró un impulso similar en los metabolizadores rápidos.

Parece que los metabolizadores rápidos obtienen un impulso inmediato de la cafeína, pero debido a que su cuerpo la descompone más rápidamente, la cafeína no permanece en su cuerpo el tiempo suficiente como para tener efectos negativos. La cafeína es un vasoconstrictor que puede disminuir el flujo sanguíneo hacia los músculos, lo que supone una razón por la que puede obstaculizar el rendimiento en el ejercicio de los metabolizadores lentos.

Pruebas genéticas para obtener más respuestas

Si tienes curiosidad acerca de tu gen CYP1A2, los servicios de pruebas genéticas como 23AndMe pueden informarte si eres un metabolizador rápido o lento. Otros servicios que ofrecen datos de nutrición basados en la genética, como la empresa de El-Sohemy, Nutrigenomix, solo pueden ser solicitados por un profesional de la salud. Las pruebas genéticas para consumidores pueden ser “un poco como el salvaje oeste”, dice.

Los efectos de la cafeína pueden variar ampliamente de una persona a otra. Los anticonceptivos orales pueden disminuir la actividad de CYP1A2 y aumentar la sensibilidad a la cafeína, detalla Cornelis. Fumar aumenta la actividad de CYP1A2, lo que permite a los fumadores metabolizar la cafeína más rápidamente, según Cornelis. Las personas que dejan de fumar generalmente pueden necesitar reducir el consumo de café porque son más sensibles a él.

Y las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) pueden reaccionar de manera diferente a la cafeína. Las personas con TDAH a menudo tienen cerebros subestimulados que no reciben suficiente dopamina, según explicó Sarah Karalunas, profesora asociada de ciencias psicológicas en la Universidad de Purdue. Dado que la cafeína es un estimulante que puede aumentar la dopamina en el cerebro, tomarla puede impulsar a alguien con TDAH fuera de ese déficit y llevarlo a un nivel de funcionamiento más óptimo, añadió.

Pero la cafeína puede causar una sobreestimulación en aquellos que toman medicamentos para el TDAH, como el Adderall, Vyvanse o Ritalin. Estos medicamentos funcionan aumentando los niveles de dopamina y norepinefrina en el cerebro, por lo que agregar cafeína a la mezcla puede causar efectos secundarios.

Traducido por José Silva

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