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- En entrevista para El Diario, especialistas brindaron detalles sobre el impacto en la salud de las personas que están en constante contacto con fumadores
El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo es el responsable de más de 20 tipos o subtipos diferentes de cáncer y muchas otras enfermedades debilitantes.
No solo la salud de quienes fuman cigarrillos se ve impactada, sino también la de quienes se exponen al humo del tabaco. Nacary Goncalves, médica internista venezolana, define al fumador pasivo como un paciente que ha estado expuesto al tabaco (nicotina) y a su inhalación sin ser el consumidor activo.
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Fumadores activos1 millón
Fumadores pasivos“Los peligros (del tabaquismo pasivo) están asociados a enfermedades propias del sistema cardiovascular y respiratorio”, detalló la especialista. Además, mencionó que exponerse al humo del cigarro puede ocasionar isquemias, rinitis, sinusitis, bronquitis y, en último caso, enfermedades oncológicas.
¿Cuáles son los riesgos de ser fumador pasivo?
La médica Nacary Goncalves indicó que 1 de cada 10 muertes por consumo de tabaco están relacionadas con ser fumador pasivo. “Aunque se puedan abrir puertas y ventanas, la exposición a monóxido de carbono y nicotina queda en el ambiente”, resaltó.
El impacto del tabaquismo en la salud
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que la esperanza de vida de los fumadores es al menos 10 años menor que la de los no fumadores. “La mortalidad atribuible al consumo de tabaco en la región representa el 15 % de las defunciones por enfermedades cardiovasculares, el 24 % por cáncer y 45 % por enfermedades crónicas respiratorias”, indica en su página web.
Además, este organismo menciona que el tabaco es el único producto de consumo legal que mata hasta la mitad de sus usuarios cuando se utiliza exactamente de acuerdo con las indicaciones del fabricante.
De acuerdo con la OPS, la mitad de los fumadores morirán por una enfermedad causada por el tabaco, perdiendo un promedio de 10 a 15 años de vida.
Por su parte, el médico internista venezolano Oscar Noguera explicó que para ser un fumador pasivo solo basta con inhalar el humo exhalado por un fumador dentro de un ambiente cerrado.
Sostuvo que esa exposición incluye a personas de cualquier edad. “Hoy se reconoce que los niños están más expuestos en todo el mundo, quizá porque no podrían tomar la decisión de alejarse del fumador o elevar un reclamo a un adulto adicto al tabaco”, precisó.
Noguera recordó que los organismos de salud estiman que alrededor del 30 % de las personas no fumadoras estarían expuestas al tabaquismo pasivo.
El especialista destacó que el humo exhalado por el consumo de cigarrillos contiene mayor concentración de sustancias tóxicas. “Los niveles de nicotina, alquitrán, monóxido de carbono y sustancias reconocidas como agentes cancerígenos son significativamente más altos en el humo exhalado”, resaltó.
En ese sentido, coincidió en que los niños, adultos y personas de la tercera edad que son fumadores pasivos tienen mayor riesgo de muerte por enfermedades respiratorias, infecciones, cardiovasculares y cáncer, que aquellos no expuestos al cigarrillo.
Impacto en la salud del fumador activo
El médico Oscar Noguera sostuvo que si se compara el impacto entre fumadores pasivos y activos en la salud pública, “sin duda” serán los fumadores activos quienes están en mayor riesgo. Detalló que esto se debe, en gran parte, a la exposición constante al cigarro.
Comentó que el fumador activo también es un fumador pasivo en potencia, sobre todo si fuma en lugares cerrados y socializa con otros fumadores.
“Un aspecto que resaltar es que al asistir a lugares públicos sin políticas de ‘no fumadores’, todos los presentes son expuestos al tabaquismo pasivo de manera intensa; esto se ve comúnmente en restaurantes, discotecas, salas de concierto, autobuses, entre otros”, agregó.
Recomendaciones para evitar la exposición al cigarro
Nacary Goncalves puntualizó que una de las recomendaciones es conversar con familiares y amigos fumadores para que eviten fumar en espacios que compartan con otros miembros de la familia. Además de aconsejarles que disminuyan o cesen el consumo de tabaco.
Por su parte, Oscar Noguera precisó que para evitar el riesgo a la exposición del humo del cigarro es necesario dividir las acciones en dos fases:
1.Promocionar y apoyar firmemente las políticas para ambientes libres de tabaco de forma pública y privada.
2. Asumir responsabilidad consciente y personal sobre la salud individual, familiar y laboral. Tomar la iniciativa de solicitar al fumador que cese o se retire a fumar a otro lugar abierto o en su defecto abandonar esos espacios a la brevedad.
“También llevar un estilo de vida saludable en base a alimentación balanceada, ejercicio físico, sueño de calidad, control emocional del estrés y visita regular al médico de confianza, podrá influir positivamente en la disminución del riesgo para todas las enfermedades”, destacó Noguera.
Medidas para el control del tabaquismo
Un informe publicado por la OMS en julio de 2023 reveló que 7 de cada 10 personas están protegidas por al menos una medida de control del tabaco, un número cinco veces mayor que en el año 2007.
El estudio señala que 5,6 millardos de personas –el 71% de la población mundial– están en estos momentos protegidas por al menos una política de prácticas óptimas, que contribuyen a salvar vidas de los efectos mortales del tabaco.
“En los últimos 15 años, desde que se introdujera en todo el mundo las medidas MPOWER de control del tabaco propugnadas por la OMS, las tasas de tabaquismo han disminuido. Sin esta disminución, se estima que actualmente habría 300 millones más de fumadores en todo el mundo”, se lee en el informe.
La investigación de la OMS se centra en la protección de la población contra el humo de tabaco ajeno y señala que casi el 40 % de los países ahora disponen de lugares públicos cerrados completamente sin humo.
“Los datos muestran que, de forma lenta pero segura, cada vez más personas están protegidas contra los daños del tabaco por políticas de prácticas óptimas basadas en la evidencia e impulsadas por la OMS”, sostuvo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la organización.
