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Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota This woman, 82, dresses to the nines each Sunday for virtual church. Her selfies have become legendary., original de The Washington Post.
Ha pasado más de un año que los feligreses han estado viendo los servicios dominicales de transmisión virtual en sus teléfonos celulares y computadoras durante la pandemia. Muchos han adquirido el hábito de sintonizarlos mientras usan pantalones de chándal o pijamas cómodos.
Luego está La Verne Ford Wimberly de Tulsa.
La educadora jubilada de 82 años se viste de pies a cabeza todos los domingos y luego, para deleite de los feligreses de la Iglesia Bautista Metropolitana , publica una selfie en Facebook después del servicio.
Desde el 29 de marzo de 2020, se ha tomado fotos desde su sala de estar con 53 atuendos de colores diferentes, cada uno cuidadosamente seleccionado de los florecientes armarios, joyeros y sombreros cuidadosamente apilados que han satisfecho su amor por hacer una gran entrada. Desde que era una joven maestra de escuela en la década de 1960.
No ha decidido qué usará este domingo de Pascua, pero quienes conocen a Wimberly dijeron que hay muchas probabilidades de que haga un gran revuelo.
“Ella nunca se salta el ritmo con los sombreros, la ropa y todas esas hermosas joyas”, dijo Robin Watkins, de 54 años, asistente de la oficina ejecutiva de la iglesia.
“Si alguien se siente oprimido, simplemente mira su página [de Facebook] e inmediatamente se siente animado”, dijo. “Su corazón es tan hermoso como cada atuendo que ha compartido con nosotros”.
Los feligreses a menudo llaman a Wimberly “Doctora” como un guiño a su doctorado en educación y los años que pasó como directora y superintendente de escuela después de dejar de enseñar, dijo Watkins.Ya era conocida en su iglesia por los atuendos llamativos que usaba todos los domingos, por lo que cuando la pandemia golpeó el año pasado y se cancelaron los servicios en persona, Wimberly decidió mejorar su juego.
“En los 20 años que he ido a la iglesia allí, siempre he tenido mi pequeña rutina que aprendí de mi madre cuando era niña”, dijo. “Escogía un buen atuendo y un sombrero y los colocaba la noche anterior, para estar preparada y lucir presentable”.
Cuando se enteró el año pasado de que el servicio de Metropolitan se transmitiría el 29 de marzo debido a la amenaza del coronavirus, Wimberly dijo que no podía imaginarse usando su bata de baño y pantuflas mientras sintonizaba desde su sala de estar, incluso si estaba sola.
“Pensé, ‘Oh, Dios mío, no puedo sentarme aquí luciendo desgarbada en mi bata’”, dijo. “No quería quedarme solo y sentir lástima por mí mismo, así que decidí, ‘¿Sabes qué? De todos modos me voy a arreglar“.
Wimberly se levantó temprano para peinarse y ponerse un poco de lápiz labial, luego se puso su vestido blanco favorito adornado con ojales, un sombrero blanco con volantes, zapatos a juego y un collar de cuentas de turquesa y oro.
Después de publicar la foto y una escritura bíblica para sus amigos, se vio inundada de respuestas positivas, dijo.
“Durante años, todo el mundo había sabido buscarme en la última fila, sección dos, vestido de punta en blanco”, dijo Wimberly. “La gente siempre estaba ansiosa por ver lo que estaba usando. Entonces, cuando publiqué esa foto, todos me dijeron que les había animado “.
El domingo siguiente, decidió volver a hacerlo, esta vez eligiendo un conjunto azul brillante con joyas plateadas y blancas. Y la semana siguiente, el domingo de Pascua, Wimberly eligió una falda rosa y una chaqueta suéter con cuentas, y un sombrero a juego decorado con lirios rosas y amarillos.
Pronto decidió escribir lo que usaba cada semana en un calendario para no cometer el paso en falso de usar el mismo atuendo dos veces.
“Es seguro decir que 50 es un buen número para los sombreros”, confesó. “¿Pero la ropa? Será mejor que no vaya allí. Digamos que ahora me niego a mirar ningún catálogo “.
Cuando era niña, Wimberly dijo que le importaba más trepar al árbol más alto con los chicos vecinos que probarse las últimas llegadas con volantes en las tiendas de moda del centro de Tulsa.
No fue hasta que se convirtió en una adolescente y notó que una de sus maestras de secundaria vestía un hermoso atuendo diferente a la escuela cada día que gradualmente desarrolló un aprecio por la moda, dijo.
Después de graduarse de la Universidad de Tulsa y ser contratada en 1963 como maestra de primer grado en Chicago, Wimberly dijo que decidió emular el ejemplo de esa maestra y vestirse elegante para los niños.
“Me frotaban el brazo y decían: ‘Oh, señorita Ford [su apellido de soltera], se ve tan bonita’”, recordó. “Muy pronto, tenía tanta ropa que comencé un sistema de rotación y codificación de colores, para poder seguir sorprendiendo a los niños con mis atuendos”.
Cuando regresó a Tulsa y siguió una carrera como directora y administradora, decidió continuar esa tradición en el trabajo y en la iglesia, dijo Wimberly, quien ha vivido por su cuenta desde que su esposo, James Oliver Wimberly, murió en 2009.
Ella nunca anticipó que alguien fuera de su congregación se enteraría de su selfie los domingos, dijo. Pero luego, el 22 de marzo, un reportero de la televisión local que asiste a la iglesia de Wimberly decidió hacer una historia sobre sus coloridos atuendos.
“Comencé a escuchar a personas de todas partes que decían que mis fotos los hacían sonreír”, dijo Wimberly. “El objetivo era inspirar a las personas y hacerlas sentir bien, así que estoy feliz de que esté funcionando”.
Su pastor, Ray Owens, dijo que no le sorprende en absoluto que los trajes de moda de Wimberly sean un éxito.
“Dr. La impresionante colección de sombreros de Wimberly es simplemente una expresión externa de su sabiduría, ingenio y gracia internos ”, dijo. “Esperamos con ansias el día en que ella nuevamente adorne el santuario de nuestra iglesia con su estilo impecable”.
Wimberly tiene la esperanza de estar de regreso en su banco a fines de la primavera o principios del verano, dijo.
Por supuesto, entonces se enfrentará a un dilema.
“¿Qué me pondré? Eso estará determinado por la temporada y el clima ”, dijo Wimberly. “Quizás algo morado con blanco y negro. No puedes equivocarte allí “.
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