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- Hay más de 80 jóvenes en la academia, divididas en varias categorías
El fútbol femenino en Venezuela ha crecido en los últimos años gracias al talento nacional que ha logrado destacar con la selección Vinotinto en competencias internacionales y, además, en ligas extranjeras.
Eso ha generado que más niñas y adolescentes quieran jugar fútbol. Por eso, la Academia Integral de Fútbol Femenino (ADIFFEM) ha surgido como una iniciativa que cada vez cuenta con más talento y espacio dentro del balompié femenil.
Más de 70 niñas de diversas categorías practican, de lunes a jueves, en el Complejo RS Futsal Park de Los Samanes, ubicado en el municipio Baruta (estado Miranda), para ADIFFEM, una academia que surgió en 2020 como un equipo amateur y que hoy en día es una institución profesional dedicada única y exclusivamente al fútbol femenino.
De un sitio de práctica amateur a una academia profesional
ADIFFEM surgió durante la pandemia, luego de que Freddy Da Rocha, director actual de la academia, comenzó a observar que varias escuelas de fútbol retomaron los entrenamientos, pero solo en las categorías masculinas, dejando de lado las femeninas.
Da Rocha quería un espacio donde su hija de 12 años de edad practicara fútbol y tomaran en cuenta su desarrollo, por lo que buscó un lugar donde pudiera entrenar. Los primeros meses de ADIFFEM fue con un grupo de aproximadamente 15 niñas y que actualmente están cerca de las 100 jóvenes.
“Poco a poco fue escalando y quisimos darle más formalidad al proyecto. Llevarlo a un nivel más con mayor responsabilidad y que permitiera que actualmente hoy cuenten con las categorías sub14, sub 16 y 18. Que incluso tengamos la invitación de la Federación Venezolana de Fútbol de tener un equipo profesional”, detalló Freddy Da Rocha en entrevista para El Diario.
El recibimiento de los padres y representantes de las niñas también ha sido un elemento que ha impulsado que la academia haya crecido en solo dos años. El primer grupo que llegó en 2020 fue compartiendo y diciendo a sus amigas que se unieran a ADIFFEM, donde encontraron un lugar en el que se sienten valoradas y tomadas en cuenta.
Hasta este año, la academia tiene tres categorías consolidadas (sub-14, sub-16 y sub-18) además de un equipo profesional que compite en la Liga Futve femenino. Además, tienen a un grupo cerca de ocho jóvenes de la categoría sub-12 que se espera que crezca para formar un equipo oficial de esa edad.
Una de las particularidades que tiene la escuela es una categoría de nivelación que sirve para niñas y jóvenes que nunca han jugado fútbol y llegan para aprender del deporte. Esta rama sirve para chicas que quieren empezar a jugar y aprender o también tienen bastante destreza para entrar en alguna de las diversas categorías.
Un crecimiento que llevó a grandes expectativas
Da Rocha detalló que nunca se esperó que la escuela creciera tanto en tan poco tiempo y que su lucha era conseguir un espacio dedicado al fútbol femenino y contar con una participación en torneos importantes.
“Nada de eso formaba parte de un sueño que se terminó cristalizando y que hoy queremos seguir trabajando con bases sólidas que nos permitan darle esa credibilidad y reputación que merece el fútbol femenino. Formando no solo jugadores, sino también al cuerpo técnico y staff en un futuro que requiere mucho más trabajo y responsabilidad”, comentó el presidente de ADIFFEM.
Este año, la academia femenina logró una alianza con el club Real Oviedo del fútbol español que llevó a un grupo de nueve jóvenes a entrenar y desarrollar en un campamento deportivo sus aptitudes.
El grupo de niñas pudo trabajar por varios días e incluso una joven portera de 14 años de edad pudo quedarse unos días más debido a su buen nivel y estar consolidada como una de las mejores guardametas de Distrito Capital.
El enfocarse solo en el fútbol femenino ha permitido que el proyecto genere una responsabilidad a las jóvenes y a los padres también, quienes observan en cada práctica la seriedad de la academia para el desarrollo de las futbolistas.
La meta de la organización es seguir creciendo y tener una casa club, un lugar que permita que jugadoras de otros estados viajen y que puedan seguir creciendo tanto en el balompié como en los estudios en la ciudad capital.
Las voces de las protagonistas
Andrea Cova, integrante del equipo sub-18 de ADIFFEM, ha estado desde el inicio con la academia de fútbol. Ha sido parte de la evolución y testigo de lo involucrada que se sienten cada una de sus compañeras en la institución.
“Ha sido increíble, pasamos de entrenar todas las categorías juntas en una misma cancha sin uniformes de entrenamiento a lo que somos hoy en día, que somos una academia con nombre, uniformes para entrenar, con diferentes categorías, torneos y trofeos”, dijo Cova para El Diario.
Cova explicó que lo que le hizo quedarse en la institución fue la unión y la seriedad con que se toman todas las categorías para tener una buena participación en las diversas competencias que tienen.
Nohemi Guzmán es una de las profesoras que trabaja con la categoría sub-14 de ADIFFEM y quien también formó parte de la primera camada de jugadoras hasta que una lesión le hizo alejarse como jugadora y comenzar una fase como entrenadora.
Para Guzmán ha sido importante el desarrollo que tienen las jugadoras, pero también para las entrenadoras que se instruyen y buscan profesionalizarse en el fútbol. Esto permite que cada vez cuenten con más herramientas para potenciar a las jugadoras.
Guzmán destacó para El Diario que lo que hizo que se dedicara 100 % en ADIFFEM fue ver la dedicación al fútbol femenino porque, tras varias experiencias en otras academias, notó que las categorías de mujeres eran ignoradas.
La entrenadora señaló que el cuidado y la responsabilidad que tienen con todas las categorías demuestra que cada vez quieren ser mejores y tener una mejor participación en los torneos, lo que genera un mayor interés en las niñas.
ADIFFEM nació en la pandemia con una idea de esparcimiento, sin muchas ideas de desarrollo. Ahora, tras dos años, en Los Samanes cerca de 100 jóvenes de diversas edades tienen la oportunidad de jugar y hacer que el balompié femenino en Venezuela siga creciendo y sea un trampolín para las futbolistas que sueñan con jugar en el extranjero.
