• La trama de Netflix gira alrededor de dos líneas temporales: la historia de amor entre los reyes británicos en el pasado y la crisis de sucesión que amenaza a la monarquía del presente

Cuando se aborda desde la ficción la vida de los monarcas europeos, rara vez se suele profundizar en la historia de sus consortes, pero La reina Charlotte: Una historia de Bridgerton (2023) busca darle una voz a la mujer que mantuvo firme la corona inglesa en medio de la enfermedad mental de su esposo, el rey Jorge III.

La productora y guionista Shonda Rhimes, conocida por series como Grey’s Anatomy y Scandal, está al frente de esta producción ambientada en el universo de Bridgerton, la saga literaria creada por la escritora estadounidense Julia Quinn sobre una familia de la nobleza inglesa y su búsqueda del amor.

Al igual que la serie original de la que proviene este spin-off, el romance entre la duquesa alemana Carlota de Mecklemburgo-Strelitz y su esposo, el rey Jorge III de Reino Unido, es el hilo conductor de la historia.

La reina Charlotte: Una historia de Bridgerton tiene al frente del reparto a India Amarteifio y a Golda Rosheuvel, como las versiones joven y adulta de la reina Carlota, y las acompañan: Corey Mylchreest como la versión joven del rey Jorge III; Arsema Thomas y Adjoa Andoh, como la versión joven y adulta de Lady Danbury, y Ruth Gemmell como Violet Bridgerton.

A través de saltos temporales, la producción audiovisual aborda dos historias en paralelo: el amor entre los monarcas, con sus dificultades por la demencia del rey, y la crisis de sucesión que sacude a la casa Hannover por la muerte de la hija del príncipe Jorge IV, quien era la única heredera al trono británico.

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Foto: Netflix

El éxito de la serie

Durante su primera semana de estreno, entre el 1º y el 7 de mayo, La reina Charlotte: Una historia de Bridgerton alcanzó 148,28 millones de horas de visionado en el Top 10 de Netflix.

La plataforma streaming calcula el total de visionados dividiendo las horas vistas (148,28 millones) por el total de horas de emisión (6,49 horas), según indicó el medio Variety en un artículo. 

En Venezuela, la serie se mantuvo entre las 10 más vistas de Netflix durante las dos primeras semanas de mayo y gracias a su estreno, Bridgerton también regresó a este top ocupando el séptimo lugar.

El trasfondo racial de La reina Charlotte 

El drama de Netflix narra hechos ficticios inspirados en la historia inglesa, tal y como deja claro la advertencia del capítulo 1, utilizando la ucronía, un recurso de la ficción que reconstruye la historia sobre datos hipotéticos.

En el caso de La reina Charlotte, esta se apoya en la teoría que apunta a las raíces africanas de la reina consorte inglesa, según indicó el historiador Mario de Valdes y Cocom en el programa Frontline del canal estadounidense PBS en 1996.

De acuerdo con el experto, existen indicios que confirman que Carlota era descendiente de Madragana Ben Aloandro, amante del rey portugués Alfonso III.

“La reina Carlota, esposa del rey de Inglaterra, Jorge III, descendía directamente de Margarita de Castro y Sousa, una rama negra de la casa real portuguesa”, aseguró De Valdes y Cocom.

Partiendo de esta tesis histórica, Bridgerton reconstruye la Regencia inglesa como una sociedad ficticia integrada por personas de color con títulos nobiliarios, quienes logran su posición gracias a la unión interracial que se dio en la realeza británica.

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Foto: IMDb

La cuestión de la sucesión en La reina Charlotte

En los eventos del presente que muestra la serie, la reina Carlota enfrenta una crisis de sucesión, debido a que la princesa Carlota Augusta, su nieta, falleció tras haber dado a luz a un bebé muerto. La hija del príncipe regente Jorge IV era la única heredera de la casa Hannover, dado que sus tíos permanecían solteros en ese entonces.

La muerte de la heredera no solo dejó devastado a su esposo, el príncipe Leopoldo I de Bélgica, y a su padre Jorge IV, sino que también llevó al resto de los hijos de la reina Carlota y Jorge III a casarse para tener un heredero.

Al igual como ocurrió en el capítulo final de la serie de Netflix, los matrimonios de los príncipes dieron sus frutos para la monarquía inglesa. El príncipe Eduardo, duque de Kent, se convirtió en el padre de la futura heredera al trono: la reina Victoria I de Reino Unido, quien tuvo uno de los reinados más largos de dicho país con 63 años en el trono.

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Foto: @Bridgerton/ Twitter

Una historia con voces femeninas

La trama también busca explorar desde la perspectiva de las grandes matriarcas del drama: Violet Bridgerton, Lady Agatha Danbury y la reina Carlota otros temas como la soledad femenina y las dificultades que enfrentaban las mujeres en esa época, quienes no tenían la posibilidad de elegir con quién casarse, ya que el matrimonio se consideraba un acuerdo económico.

En los flashbacks, la reina Carlota encuentra el amor en su unión, en donde su esposo la considera como su igual. En contraposición, Lady Agatha Danbury una de las damas de compañía de la reina, se ve atrapada en un matrimonio con un hombre que la supera en edad, la reduce a un objeto sexual y por el que solo siente odio, tal y como le confiesa a Violet Bridgerton, su amiga y madre de los protagonistas de la serie original.

Por otro lado, la línea temporal del presente muestra a Violet debatiéndose entre la añoranza por su difunto esposo y la posibilidad de darse una segunda oportunidad en el amor. Mientras que una Carlota, ya adulta y con varios hijos solteros, experimenta la soledad al extrañar a un marido vivo que perdió la noción de la realidad con el agravamiento de su enfermedad.

La reina Charlotte: Una historia de Bridgerton es una serie que, partiendo de una base histórica, desmitifica la visión idílica de la realeza como un cuento de hadas en una historia, donde el amor se pone a prueba ante las diferentes adversidades.

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Lady Agatha Danbury y la reina Carlota/ Foto: IMDb
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