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- Un equipo de científicos de Canadá remarcó los efectos de la alimentación alta en grasa y el incremento del apetito
Una investigación de la Universidad Memorial de Terranova (Canadá) abordó un estudio acerca de la conexión entre la inflamación del hipotálamo (una parte crucial del cerebro que regula el equilibrio de energía y el hambre) y el consumo de dietas altas en grasas.
Los científicos observaron un efecto particular, debido a que la inflamación en esta región cerebral también podría estar relacionada con enfermedades relacionadas con el peso como la anorexia.
Para descifrar la relación entre la inflamación y los trastornos del apetito, la investigadora Michiru Hirasawa y su equipo llevaron a cabo experimentos utilizando modelos animales.
Los resultados revelaron que las dietas ricas en grasas activan la prostaglandina E2 (PGE2), una molécula que regula procesos del sistema inmune, incluyendo la fiebre, según el estudio expuesto en la revista PNAS y publicado por el diario El País el 18 de julio.
Esta activación, a su vez, estimula la hormona MHC en el hipotálamo, la cual está asociada con el aumento del apetito. Este mecanismo podría explicar por qué la inflamación cerebral puede provocar tanto ganancia como pérdida de peso, debido a que una alta concentración de PGE2 suprime el apetito, mientras que una concentración menor lo incrementa.
La dinámica de la investigación
En el análisis también se detectó que al modificar genéticamente a los ratones participantes en el estudio para eliminar los receptores de la prostaglandina E2 en las neuronas MHC, estos animales quedaron protegidos frente a la obesidad y el hígado graso asociados con la inflamación del hipotálamo inducida por una dieta alta en grasas.
Hirasawa reconoció que predecir los resultados de una inflamación no es sencillo, debido a la relatividad de la intensidad, que puede ser aguda o crónica, involucrando a diversos órganos, células y moléculas.
Sin embargo, enfatizó en que reducir la inflamación puede aliviar los síntomas. Además, mencionó la dieta mediterránea como un ejemplo de enfoque antiinflamatorio que puede ser útil para reducir el peso en personas con sobrepeso u obesidad.
Hirasawa advirtió sobre la necesidad de ser selectivos en la utilización de tratamientos antiinflamatorios, porque la inflamación también cumple funciones esenciales en el organismo como la curación de heridas y la defensa contra infecciones.
¿Qué dice la Organización Mundial de la Salud sobre la obesidad en el mundo?
-La obesidad ha aumentado de manera significativa durante las últimas décadas. Desde 1975, la tasa de obesidad se ha triplicado en todo el mundo.
-En 2016, más de 1.9 millardos de adultos tenían sobrepeso, de los cuales más de 650 millones eran obesos.
-En 2016, más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) tenían sobrepeso u obesidad.
-La obesidad no se limita a los países desarrollados. De hecho, la prevalencia de la obesidad está aumentando rápidamente en países de ingresos bajos y medianos.
-La obesidad está asociada con una serie de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer y trastornos musculoesqueléticos.
