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- Están pautados dos viajes: el primero para sobrevolar la órbita lunar y en el segundo para caminar sobre la superficie | Foto: Pixabay
El administrador de la NASA, Bill Nelson, informó que la agencia espacial estadounidense está preparando una misión para enviar humanos al “lado oscuro de la Luna” con la intención de probar nuevas tecnologías que más adelante le permitirá llegar a Marte.
“En esta ocasión vamos a otra Luna, a su polo sur, que está poblada de cráteres y bajo una oscuridad constante. Una primera misión enviará a cuatro astronautas a sobrevolar la órbita lunar y otra caminará sobre su superficie. Por ende, se debe ser muy preciso en el aterrizaje”, explicó Nelson a estudiantes de Ingeniería aeroespacial de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina, el 27 de julio.
Agregó que entre noviembre y diciembre de 2022 se lanzó una expedición de prueba a la Luna, antes de enviar humanos en una nave.
“Esta vez vamos por distintos motivos de lo que fue hace medio siglo, creando y mejorando tecnologías para llegar a Marte”, agregó.
Por otra parte, Nelson aseguró que, a pesar de estar descubriendo un “cosmos extraordinario” y de ubicar un telescopio a más de un millón de millas de la Tierra, no han encontrado vida fuera del planeta.
“¿Cuál es la probabilidad matemática de que exista otra galaxia como la nuestra? La respuesta de nuestros científicos fue de al menos un billón”, agregó.
La NASA y Argentina
A modo de obsequio para la Facultad de Ingeniería de la UBA, Nelson entregó una foto encuadrada de una de las aeronaves no tripuladas de la NASA, en la que se puede apreciar el otro lado de la Luna, que está a más de 112.654 kilómetros, lo más lejos que ha llegado una nave a esa parte del satélite lunar.
El director de la NASA arribó a Argentina para profundizar lazos en materia de cooperación aeroespacial, una relación que inició en 1991 con la creación de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) del país suramericano.
Nelson afirmó en su visita al país sureño que la agencia espacial tiene las posibilidades de capacitar y enviar a un astronauta argentino al espacio.
El trabajo conjunto entre la NASA y el Conae permitió a Argentina desarrollar una serie de satélites de aplicaciones científicas (SAC), para la que la agencia norteamericana brindó instrumentos y servicios de lanzamiento desde sus plataformas y la comisión nacional dio soporte a campañas de investigación estadounidense.
Uno de los proyectos más destacables entre ambos fue la puesta en funcionamiento del SAC-D, un satélite argentino que acarreaba el Aquarius, un instrumento que permite analizar la salinidad del océano para comprobar las corrientes marítimas y así tener mayores herramientas para el estudio del cambio climático.
Con información de EFE
