- El proceso consiste en la implantación de microchips para conectar el cerebro, cuerpo y médula espinal en personas con problemas de movilidad
Investigadores, ingenieros y cirujanos de medicina bioelectrónica de los Institutos Feinstein de Northwell Health, en Estados Unidos implantaron con éxito unos microchips con inteligencia artificial (IA) en el cerebro de un hombre tetrapléjico.
Los microchips fueron programados con algoritmos que vinculan el cerebro con el cuerpo y la médula espinal, que sirve como un puente electrónico para que la información fluya nuevamente entre los miembros paralizados y la actividad cerebral.
Con este proceso se logró restaurar el movimiento y las sensaciones en su mano, brazo y muñeca. Esta es la primera vez que logran establecer el vínculo electrónicamente en una persona paralizada para restaurar el movimiento y la sensación.
“Este tipo de terapia impulsada por el pensamiento cambia las reglas del juego. Nuestro objetivo es usar esta tecnología algún día para brindarles a las personas que viven con parálisis la capacidad de vivir una vida más plena e independiente”, explicó Chad Bouton, profesor de los Institutos Feinstein, a la revista Time el 28 de julio, cuando se dio a conocer el logro alcanzado.

¿Cómo fue el procedimiento?
Los científicos se dedicaron varios meses a estudiar el cerebro del paciente paralizado, Keith Thomas, a través de tomografías por resonancia magnética (TRM) y otros análisis. De esta manera, pudieron identificar las partes específicas responsables del movimiento de sus brazos y del sentido del tacto en sus manos.
Esta tecnología de implantes con inteligencia artificial consistió en una operación de 15 horas en la que colocaron unos microchips en su cerebro. Durante parte de la operación, Thomas se mantuvo despierto, lo que le permitió ir describiendo las sensaciones que iba experimentando.
“Insertamos dos chips en el área responsable del movimiento y tres más en la parte del cerebro responsable del tacto y la sensación en los dedos”, indicó Ashesh Mehta, profesor del Instituto de Bioelectrónica.
A esos microchips se le suman una especie de puertos en la parte superior de la cabeza, que son los que se conectan a una computadora desde la que, con la ayuda de la IA, se interpretan los pensamientos para convertirlos en acciones.
Esto es lo que los científicos llaman “terapia dirigida por el pensamiento”. Si el paciente desea mover una mano, el implante envía señales a la computadora y esta a su vez las envía a los parches y electrodos ubicados cerca de la médula espinal y los músculos de la mano. Con esto lograron recuperar el movimiento en la mano de Thomas, así como también mejorar su sensibilidad en el área.

Estudio en desarrollo
Este procedimiento fue parte del estudio que realizan en el laboratorio bioelectrónico de EE UU, por lo que aún es limitado. Bouton señaló que todavía quedan algunas inquietudes no resueltas sobre el alcance que puede tener a largo plazo esta mejoría.
Sin embargo, aseguró que los investigadores esperan que logre convertirse en un procedimiento para cambiar las vidas de otras personas con parálisis.
La meta de los investigadores es que el cerebro, el cuerpo y la médula espinal vuelvan a aprender a comunicarse, y se forjen nuevas conexiones neuronales en el lugar de la lesión gracias a los microchips implantados.
“El profesor Bouton y su equipo están comprometidos con el avance de nuevas tecnologías bioelectrónicas y esperan abrir nuevos caminos clínicos para restaurar el movimiento y la sensación”, expresó a Time, Kevin J. Tracey, presidente y director ejecutivo de los Institutos Feinstein.