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- El hijo del presidente de Colombia, Gustavo Petro, dio una entrevista en la que aseguró que varios miembros del gobierno lo utilizaron para sus intereses, y actualmente intentan desvincularse de él. Aunque aclaró que el mandatario no sabía de los pagos ilícitos que recibió del narcotráfico, lamentó que lo dejara solo durante todo el proceso
El juicio contra Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente de Colombia, Gustavo Petro, tomó un camino diferente luego de que decidió colaborar con la justicia en su caso por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Evitó la prisión preventiva el 3 de agosto, cuando la corte decidió mantenerlo en libertad mientras comparte información con la Fiscalía sobre las irregularidades cometidas en la campaña presidencial de su padre.
En una entrevista con la revista colombiana Semana, publicada el 5 de agosto, el diputado regional del departamento del Atlántico aseguró que ni su padre ni su gerente de la campaña, Ricardo Roa, sabían del dinero recibido por parte de los empresarios Samuel Santander Lopesierra y Gabriel Hilsaca, vinculados al narcotráfico.
“Él (Gustavo Petro) no sabía de esos aportes. Nunca se lo comenté. No tenía forma de enterarse de esos aportes. Entonces, en cada caso, la justicia deberá determinar el grado de responsabilidad”, declaró.
Agregó, en cambio, que existen otras figuras del gobierno de Petro, entre ellas algunos ministros y políticos del Pacto Histórico, quienes sí tuvieron relación con varias de estas tramas de corrupción. Aunque no puede revelar nombres ni mayores detalles por ser una investigación en curso, aclaró que trabaja en ello con la Fiscalía.
Para la campaña
Petro Burgos es acusado junto a su exesposa, Daysuris Vásquez, por recibir pagos irregulares durante la campaña presidencial de 2022 en el departamento del Atlántico. Ese dinero, que no fue reportado al comando, se lo quedó la pareja, aunque una parte se empleó para los gastos operativos y logísticos de la campaña.
Aunque extraoficialmente se dice que recibieron alrededor de 1.000 millones de pesos colombianos (241.562,8 dólares) de Santander e Hilsaca, Petro Burgos afirmó a Semana que la cifra es menor. Dijo que podría estar entre los 500 o 600 millones de pesos (entre $120.781,4 y $144.937,68).
El parlamentario no habló sobre posibles pagos recibidos de otros empresarios y reconoció no saber cuánto terminó usándose para la campaña de su padre. Añadió que no tiene conocimiento sobre posibles financiamientos procedentes de Venezuela.
Chivo expiatorio
Durante la entrevista, denunció la “doble moral” de varios personajes del gobierno y del Pacto Histórico, a quienes acusó de darle la espalda tras su detención. Entre ellos mencionó al propio Gustavo Petro, quien en una declaración cuestionó la decisión de su hijo de colaborar con la Fiscalía, asomando que podría haberlo hecho bajo presión para eludir la cárcel. “Le recomiendo que no se arrodille al verdugo”, dijo. Petro Burgos lo tomó como una petición de inmolarse para que el escándalo no salpique a la presidencia.
“El año pasado me hubiese inmolado por él, sin pensarlo dos veces. Si hay alguien que realmente sudó la camiseta en la campaña presidencial, y en las anteriores, fui yo. Si hay alguien que visitó, que estuvo siempre en las calles, en los barrios, en los municipios, convenciendo, seduciendo a la gente, fui yo”, dijo Petro Burgos. Al preguntarle si lo haría en este momento en que se juega la reputación del mandatario, respondió: “No me voy a inmolar ni por mi papá ni por nadie”.
De igual forma, señaló que en el caso de los políticos que formaron parte de su campaña y ahora reniegan públicamente de sus vínculos, revelará a las autoridades todos los detalles sobre la trama y las personas implicadas. Precisamente en su audiencia, el fiscal Mario Burgos presentó un cuadro con 27 personas que, en testimonios por separado de Petro y Vásquez, estarían relacionadas con hechos de corrupción. Allí figuran varios empresarios de la costa caribeña colombiana, así como la exjefa del gabinete presidencial, Laura Sarabia.
“Me quisieron utilizar y ellos saben en qué me querían utilizar. Pero ya lo anunció la Fiscalía y, próximamente, voy a dar todas las pruebas”, dijo Petro Burgos.
Solo
Desde la detención de su hijo, el presidente Petro ha tratado de mantener una postura de neutralidad ante el caso, asegurando que no se opone a las investigaciones. Sin embargo, también ha minimizado los señalamientos de financiación irregular del fiscal Burgos, además de insinuar presuntos intereses políticos. En todo caso, Petro Burgos afirmó que su padre le dio la espalda por completo.
“La situación con mi papá no viene bien desde hace varios meses. Me duele porque, independientemente de todos los errores que cometí, porque yo reconozco que cometí errores, un padre siempre debe estar ahí”, opinó.
Se refirió a una reunión que sostuvo el mandatario con abogados el 31 de julio, en la que si bien no tiene detalles sobre lo hablado, supo por terceros que su padre habló de él en términos bastantes fuertes. Aunque Petro intentó visitar a su hijo al día siguiente, antes de su audiencia, este se rehusó a verlo.
Relación complicada
En la entrevista a Semana, Petro Burgos dio bastante detalles sobre la relación con su padre, la cual afirmó que siempre fue “fría y distante”. Recordó que el entonces guerrillero no estuvo presente en su nacimiento, pues estaba preso por sus actividades con el grupo M-16. También fue una figura ausente durante su infancia, pues en 1994 se exilió en Europa. Para ese momento ya se había separado de su familia para continuar con sus aspiraciones políticas.
En una entrevista posterior a su captura, Petro eludió la responsabilidad por las acciones de su hijo, justificándose en el hecho de que vivieron siempre en ciudades diferentes. “No lo crié, es la verdad”, dijo. Consultado sobre esa frase, el diputado regional confesó que le provocó una fuerte depresión, sobre todo por entender que su rol como organizador durante la campaña en la costa Caribe había tenido un interés político y no familiar.
“Sentí que me utilizaron como una ficha de ajedrez y que en el momento en que ya no era útil, ahí sí me dieron la espalda. Ahí sí me pusieron para que me devoraran completamente. Incluso, miembros de mi familia ni siquiera querían tomarse una foto conmigo”, admitió.
Actualmente Petro Burgos espera un hijo de su actual pareja, Laura Ojeda. Indicó que una de las razones por las que decidió convertirse en informante fue precisamente para evitar repetir la historia de su padre. “Yo quiero estar en el nacimiento de mi hijo, quiero criar a mi hijo. Sé qué es sentir o qué es crecer con un padre frío y distante. No quiero eso para mi hijo. Entonces, es por él, por mi familia, que yo decido aceptar esta colaboración con la Fiscalía”, apuntó.
