Email
- De acuerdo con los especialistas, un 15 % de las mujeres puede experimentar tristeza o irritabilidad incluso durante el embarazo
La depresión posparto afecta hasta el 15 % de las madres durante los primeros cuatro meses del nacimiento de su bebé, según los datos de la Organización Panamericana de la Salud.
Este trastorno mental afectivo está incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, bajo el nombre de “trastorno depresivo durante el periodo perinatal”. Además, se asocia a casos de suicidio y filicidio.
Los especialistas refieren que la depresión perinatal puede suceder antes o después del parto, por lo que la ayuda por parte de los profesionales sanitarios es indispensable al momento de detectar cualquier síntoma, de acuerdo con la Asociación Americana de Embarazadas.
Agregan que durante los primeros días después del parto suele ser normal sentir una sensación de tristeza, agotamiento o ansiedad, sin embargo, la depresión posparto tiene características específicas.
Síntomas de la depresión posparto
Los expertos de la Asociación Americana de Embarazadas enumeran algunas señales inequívocas que revelan este trastorno en las mujeres, siempre y cuando persistan por más de cuatro meses posterior a dar a luz:
-Tristeza persistente, ansiedad o sensación de vacío.
-Sentimientos de culpa o falta de ilusión.
– Pérdida de interés o placer en realizar otras actividades.
– Insomnio o dificultad para conciliar el sueño.
– Problemas para crear un vínculo emocional con el bebé.
Cualquier síntoma que presenten las madres deben consultarlo con un médico para descartar o confirmar el diagnóstico.
¿Cómo tratar la depresión posparto?
Al tratarse de una condición médica que afecta a mujeres de todas las edades, antecedentes y circunstancias, el especialista debe evaluar los cambios hormonales, el agotamiento físico, la falta de sueño y las presiones sociales y culturales que pueden contribuir a la aparición de la depresión posparto.
Los médicos sugieren que esta condición no solo afecta a la madre, sino también al bienestar del bebé y la dinámica familiar en general.
Aclaran que este tipo de depresión no es un signo de debilidad ni de falta de amor hacia el bebé, sino un problema mental que les impide sentir la conexión con los bebés y su entorno.
Lo primero que se debe hacer es buscar ayuda profesional, como psicólogos especializados en salud perinatal, quienes están capacitados para comprender y tratar los desafíos emocionales que surgen después del parto.
Una de las primeras estrategias que se aplicarán será la de terapia en familia y personal, donde puedan compartir sentimientos y preocupaciones en un grupo de apoyo.
También se incluirá una alimentación adecuada, descanso suficiente y ejercicio regular que permita devolver la sana rutina a las mujeres que acaban de convertirse en madres. En algunos casos más severos, el especialista podría recetar medicamentos de tipo antidepresivo.
De acuerdo con la Clínica Mayo, la duración del tratamiento varía según la gravedad de la depresión y las necesidades individuales.
La paciente debe ser evaluada por un grupo multidisciplinario que revise si tiene una tiroides hipoactiva o una enfermedad subyacente, para poder remitir al especialista adecuado.
