- El presidente de Conseturismo advierte que unos 300.000 empleos directos se encuentran en peligro debido a la pandemia
El sector turístico venezolano está en condición crítica. El impacto económico asociado a la pandemia producida por el coronavirus y la consecuente paralización de actividades ha puesto en una situación precaria a la empresa privada.
Leudo González, presidente del Consejo Superior de Turismo (Conseturismo), comenta en exclusiva para El Diario, que el sector que representa se encuentra paralizado desde que fue decretado el Estado de Alarma en el mes de marzo.
Dice que esta situación vino a agravar la ya de por sí compleja situación que atravesaba el turismo nacional luego de que durante los últimos años se registrase una caída sostenida tanto en la ocupación hotelera como en la llegada de turistas internacionales.
El presidente de Conseturismo explica que solo se están produciendo vuelos internacionales de carácter humanitario, contratados por algunas embajadas y consulados, para repatriar a sus connacionales. Esto ha traído como consecuencia que empresas como las agencias de viajes hayan visto detenidas por completo sus actividades.

Apunta que es imposible hablar acerca de las pérdidas exactas que ha provocado la pandemia en el sector pues al menos por los momentos es difícil calcular esas cifras. Sin embargo sostiene que una paralización de más de cinco meses como la que se ha vivido en el país tendrá un impacto significativo.
“Algunas empresas han tenido que reestructurar sus plantillas o redimensionar sus operaciones para poder seguir existiendo o no cerrar definitivamente”, dice.
González señala que en otros países los gobiernos han entendido lo difícil de la situación que estaba atravesando el sector y producto de ello se les está brindando ayuda, especialmente en el caso de las pequeñas y medianas empresas.
En Venezuela organizaciones como Conseturismo, Fedecámaras y Consecomercio han planteado la necesidad de que se apliquen políticas como la disminución o exoneración, de forma temporal, de cargas fiscales como el Impuesto Sobre la Renta (ISLR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA); además del cobro de servicios públicos como el aseo urbano.
Asevera que pese a que no han recibido ninguna respuesta positiva por parte del régimen de Nicolás Maduro desde Conseturismo continúan insistiendo en la necesidad de abordar fórmulas que permitan la subsistencia de las empresas turísticas.
Sectores prioritarios
Ante la imposibilidad de generar ingresos debido a que el sector turístico no está contemplado en el Decreto de Alarma como un sector prioritario, González hace un llamado para que se evalúe al menos una flexibilización.
“Nuestra propuesta va dirigida por ejemplo a regiones como Margarita o la zona de Morrocoy y Chichiriviche, en la que se pueda comenzar a flexibilizar la posibilidad del esparcimiento y visitas a las playas, con el debido cumplimiento de las medidas de bioseguridad y el control de las capacidades de carga de estos destinos”, según argumenta.

Indica que esto ameritaría un grado de responsabilidad en el cumplimiento de las debidas medidas de seguridad no solo por parte de los operadores turísticos, sino también por parte de los propios usuarios.
Considera que luego de cinco meses de cuarentena ha quedado perfectamente claro que hasta que se produzca una vacuna que cure prevenga el contagio de coronavirus, será necesario convivir con la pandemia.
Agrega que debido a que el sector turístico está compuesto por diversos eslabones que se encuentran concatenados, las medidas que se apliquen tienen que tomar en cuenta toda la cadena de valor que se encuentra alrededor de ellas.
Pone como ejemplo el caso de los hoteles los cuales necesitan de otros subsectores para poder operar con normalidad y de forma eficiente.
Hoteles ocupados
El presidente de Conseturismo cuenta que desde el sector hotelero se ha brindado un apoyo en la lucha contra el coronavirus. Para ello más de 100 hoteles han cedido sus instalaciones para albergar a personas que han estado en contacto con pacientes que han resultado positivo, connacionales que han regresado del exterior, así como personal sanitario.
Señala que recientemente también han recibido, de forma aislada, a pacientes que han resultado positivos para el virus y que son asintomáticos.
“Esta colaboración se ha materializado de forma coordinada y organizada con las autoridades y en la mayoría de los casos, el hotelero cede sus instalaciones, habitaciones y áreas a las autoridades respectivas”, comenta.
Afirma que todos los aspectos logísticos, alimentación, limpieza, seguridad, referentes a dichos huéspedes son cubiertos por parte de las autoridades que se encuentran a cargo de su atención.

No obstante, indica que los hoteles deben continuar efectuando el pago de los servicios básicos tal y como si se tratara de clientes habituales, con la salvedad de que estos no le están generando ningún tipo de retorno económico.
González dice que estos gastos, así como el pago de sueldos están siendo cancelados gracias a los ahorros con los que contaba el sector hotelero, pero ello no puede prolongarse de forma indefinida.
“El tiempo de subsistencia se agota y estamos muy cerca de ver operadores que manifiesten su incapacidad para abrir nuevamente sus empresas y operaciones”, asegura.
Es por esto que reitera de forma enfática la necesidad de alcanzar un acuerdo que permita proteger la salud de la ciudadanía, al mismo tiempo que permite al sector oxigenarse y comenzar a tener un flujo de caja que les permita seguir operando.
De no brindarse las condiciones necesarias para la reactivación del sector, se ponen en peligro más de 300.000 puestos de trabajo directos. Su futuro, el de sus familias y el sector se encuentra a expensas de las decisiones que se asuman desde el régimen.