• En la frontera de la zona sur de Venezuela, la circulación del bolívar y del peso colombiano ha definido el comercio local, a tal punto que ya se ha extendido a la venta del mañoco (harina de yuca), casabe, catara (picante a base de bachaco), pescado. Meses atrás, era común el trueque por falta de efectivo de los productores indígenas, pero en la actualidad solo quieren vender su mercancía en pesos

“¿A qué precio tiene la manaca?”, preguntó una usuaria en el mercado indígena de Puerto Ayacucho, Amazonas. “A 2.500 pesos el kilo”, respondió la vendedora. “¿Y en soberanos?”, preguntó de nuevo la mujer interesada en esta semilla tradicional en la zona sur de Venezuela. “Solo vendo en pesos”, enfatizó la vendedora refiriéndose al peso colombiano, quien completó diciendo: “el transporte me lo cobran en pesos”. 

La compradora se dio la vuelta para seguir preguntando hasta encontrar alguien que lo vendiera en moneda local, y lo hizo. Pagó 800.000 bolívares por el producto que estaba buscando. La manaca es una semilla tradicional de la Amazonía y es muy buscada por sus nutrientes. “Tiene un gran contenido de carbohidratos, grasa y fibra. Es rica en hierro y es buena para la producción de glóbulos rojos, para las personas que padecen de cuadro anémico es ideal”, detalló la nutricionista Reina Mikuliszyn, miembro del equipo social del Vicariato en Amazonas. 

Precisamente por eso la estaba buscando la compradora, para dársela a su hijo, quien había salido con los valores bajos de hemoglobina en los exámenes de laboratorio que le practicaron. “Para preparar la manaca se coloca la semilla a cocinar hasta entibiar el agua, luego se le saca el agua y la semilla se pila. Cuando está bien triturada, se le coloca agua de nuevo, se mezcla y se cuela. A ese jugo se le coloca mañoco y se hace la yucuta (bebida con mañoco) de manaca”, explicó la señora Arelis Dacosta a El Diario.

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El peso colombiano en Amazonas
El casabe y el mañoco no pueden faltar en la despensa del amazonense

Y así como este producto, muchos otros de la dieta del amazonense se consiguen con más facilidad y a mejor precio en el mercado indígena que se instala todos los sábados en la Casa indígena de Puerto Ayacucho. Pero lo que ha ocurrido en los últimos meses es que pocos indígenas quieren vender en bolívares, lo que hizo que el peso colombiano también arropara a los productos autóctonos de la región.

La despensa local 

Los productores indígenas llegan desde las comunidades de los ejes sur, sureste y norte del Amazonas, hasta la capital del estado. Lo hacen en trayectos que van desde los 30 minutos hasta una hora y media. Provincial, Limón de Parueña, La Reforma, Gavilán, Culebra, Las Pavas, Cucurital y Samariapo son solo algunas de esas zonas distantes del casco urbano del estado. 

Antes de las 5:00 am, los “parientes”, como se llaman entre indígenas, ya están instalados en la Casa Indígena de Puerto Ayacucho para ofrecer sus productos. Mañoco, casabe, pijiguao, manaca, seje, copoazú, cocura, piña, pescado, carne de cacería, catara (picante a base de bachaco), además de tubérculos como la yuca, el mapuey, ñame, auyama.  

El mañoco es una harina de yuca frecuente entre los amazonenses, que se usa para preparar yucuta, ensalada y como aderezo de las comidas. En el mercado de los sábados se puede conseguir entre 1.500 y 2.000 pesos el kilo (0,4 y 0,6 centavos de dólar). Los carteles que promocionan su precio solo lo expresan en pesos, ninguno en “soberanos”, como los mismos vendedores llaman a los bolívares. Para saber si alguno vende en moneda venezolana hay que preguntar directamente: “¿Y en bolívares a cómo sale?”. Algunos dan el precio, otros simplemente indican que solo comercializan en pesos colombianos. 

El casabe, otro de los productos a base de yuca, tiene un costo muy parecido al mañoco. El kilo de yuca se puede encontrar en 1.000 pesos, el ñame y el mapuey también, y la auyama a 2.000 pesos el kilo. El pijguao, un alimento con gran cantidad de proteína y grasa, se consigue a 2.000 pesos el kilo, y el seje, una semilla muy grasosa que se usa para aliviar los ataques de asma, la venden en 1.000 pesos. 

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Peso colombiano en Amazonas
Yuca, auyama y mapuey son las verduras más económicas, aún en pesos

En cuanto al pescado, también predomina su comercialización en pesos colombianos. El valor de este producto en el mercado oscila entre 2.500, 5.000 o 10.000 pesos el kilo. Hay quienes lo venden preparado de forma asada sobre hoja de plátano, listo para convertirlo en pisillo. 

De la voz de los productores que se instalan en este mercado, solo se escuchan ofrecimientos en pesos. Un grupo reducido oferta el producto en bolívares solo si se le pregunta. Pocos vendedores aceptan el bolívar con gusto, señalando: “claro que lo acepto, eso es dinero también”. 

Una cadena de costos 

Jonair arreglaba sus cataras en uno de los puestos delanteros del mercado, mientras ofrecía el litro a 2.000 pesos al detal y 1.500 pesos al mayor. Este picante a base de yare (jugo de yuca), ají murupi y bachaco negro es otro de los productos más buscados por el amazonense. La catara, junto al mañoco y el pescado, han formado parte de los hábitos alimenticios locales, pero con la crisis del país su consumo se ha visto fuertemente afectado. 

Con orgullo, este vendedor de catara exhibe su producto y enfatiza que es totalmente natural. “No uso papelón, por eso otras cataras se ven más claras”, afirmó. Tiene 18 años y pertenece al pueblo originario Uwotuja (comúnmente llamada Piaroa). Viene desde la comunidad de Limón de Parueña, ubicada en el eje carretero norte de Amazonas, a una hora de Puerto Ayacucho. 

Él dice que prefiere vender ese picante en pesos, aunque no se rehúsa a hacerlo en bolívares, pese a que el transporte para trasladarse hasta la capital amazonense se lo quieren cobrar solo en pesos, además del reciente aumento. “Por uno (por persona) se paga 3.000 pesos, porque aumentó en estos días (la que arrancó el 19 de abril). Y por cada mara (caja plástica donde traslada la catara) se paga 2.000 pesos. Yo traigo tres maras”, reveló Jonair para El Diario.

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cataras en peso colombiano
Jonair exhibe sus cataras provenientes de Limón de Parueña

En este sentido, el joven debe cancelar 9.000 pesos para trasladarse desde Limón de Parueña hasta Puerto Ayacucho. De regreso, el pago puede ser similar, porque usualmente vuelve con botellas vacías que ha comprado o cambiado para luego envasar su catara, y por lo que debe pagar en el transporte. Además, los “parientes” también aprovechan que vienen a la zona más urbana para comprar otros productos que necesitan como arroz, sal, azúcar, café, detergente para lavar, jabón de baño, y hasta algo de ropa.   

Este tema del transporte precisamente es lo que ha aludido la mayoría de quienes venden en el mercado indígena para justificar que los productos deban venderlos en pesos. Cerca del mediodía, los transportistas comienzan a prepararse para el regreso, por lo que quienes todavía tienen mercancía comienzan a bajar los precios para evitar quedarse con productos. Así ocurrió con el joven vendedor de murupi que se acercó al puesto de venta informal de Eugenia, quien le ofreció una bolsa de dos kilos y medio por 2.000 pesos, cuando más temprano, solo el kilo de ese picante costaba el mismo precio.

Eugenia trató de negociar la bolsa del picante en bolívares, que en ese momento estaba a 0.0035, es decir, a Bs. 700.000. Pero el joven se negó a venderlos en bolívares. Argumentó que el transporte para su comunidad, Gavilán, al sureste de Amazonas, solo se pagaba en pesos colombianos. Dijo que por persona le cobran 2.000 pesos y por cada saco que lleve de mercancía le cobran otros 2.000 más.

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peso colombiano
El pescado y la carne de babo también se ofrecen en el mercado indígena de los sábados

Quejas y solicitudes 

La problemática del transporte en Amazonas no escapa de lo que se vive en el resto del país. Y por ello son recurrentes las quejas por parte de la comunidad en cuanto al servicio del transporte público. Así lo denunció Iván Blanca, líder de la comunidad de Coromoto, al sur del municipio Atures, a través del programa radial El Radar Informativo de Amazonas. 

“Caminé 7 kilómetros para poder hacer una llamada telefónica, las personas se están regresando porque no vino el autobús. El pago es de 500.000 bolívares o 2.000 pesos colombianos”, sostuvo Blanca en la denuncia que hizo el pasado 20 de abril.

Por su parte, Argelio Guzmán, vocero del Comité de Usuarios de los Servicios Públicos Unidos por Amazonas, indicó que tras una asamblea el pasado 21 de abril se acordó no elevar propuestas, hasta que se realice un nuevo aumento salarial en el país. Asimismo, hizo un llamado a los habitantes de las comunidades indígenas de los ejes sur, sureste y norte del estado, a elaborar sus propuestas en el tema, tomando en cuenta que son “unos de los más atropellados con el aumento unilateral del pasaje en el transporte público”. 

En Amazonas, la circulación simultánea del peso colombiano y el bolívar es una situación a la que ya se han ido acostumbrando sus habitantes. Productos de la cesta básica, ropa y servicios como el gas de manera informal se pagan en pesos. Hasta diciembre, los alimentos de producción indígena podían encontrarse en bolívares o con la figura de trueque, pues muchos intercambiaban sus productos por otros más procesados, incluso por ropa. Sin embargo, desde el mes de marzo se ha incrementado la venta de los productos autóctonos en la moneda del vecino país.

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