• La campaña surgió para contribuir con la alimentación de 17.000 niños de los comedores de la ONG Alimenta la solidaridad a través de la venta de imágenes. Cada foto garantiza el almuerzo de cuatro niños por un mes. Foto: Eva Marie Uzcátegui

Eva Marie Uzcátegui es una fotógrafa venezolana de dilatada trayectoria que actualmente reside en Miami, Estados Unidos. Su espíritu altruista y su ADN tricolor son los que, aún en la distancia, la mantienen unida a su país con acciones que retratan su bondad y compasión.

En el año 2020, en medio de la pandemia por covid-19, Uzcátegui realizó algunos retratos fotográficos y destinó el 40% de lo recaudado a tres fundaciones: una americana (Holmes) y dos venezolanas (Respirar es vivir y Alimenta La Solidaridad). 

Alimenta La Solidaridad es una organización social que promueve, a través de la corresponsabilidad y el empoderamiento comunitario, la seguridad alimentaria infantil. En cada parroquia popular una madre líder ofrece los espacios de su casa para de forma diaria recibir a niños y niñas en condición de vulnerabilidad. Allí se organizan y cocinan con las donaciones hechas a través de la organización a los menores.

“Ellos colocan el alimento pero la comunidad pone la mano de obra. Me maravilla ver cómo la comunidad se compromete con esa misión”, confiesa Uzcátegui a El Diario sobre la dinámica de los comedores que se establecieron en al menos 15 estados de Venezuela. 

Uzcátegui ya había trabajado antes con ellos, desde 2019. Sin embargo, la necesidad de aportar más, a través de su oficio y su pasión, la llevaron a crear en este 2021 una nueva iniciativa; esta vez, con el apoyo de otros colegas.

Se trata de Fotos que alimentan, una iniciativa en la que Uzcátegui, junto al equipo de Alimenta La Solidaridad Internacional, invitaron a varios fotógrafos. En principio serían 30; pero la cifra casi la duplicaron, al reunir a 54 fotógrafos dentro y fuera del país.

Fotos Que Alimentan
Foto: Mabel Cornago

A ellos se les invitó a donar una foto de su portafolio. Cada una de las imágenes está a la venta, tienen un costo mínimo de 100 dólares y pueden ser enviadas a cualquier parte del mundo. 

“Cada foto vendida garantiza la comida de cuatro niños al mes”, explica Uzcátegui, quien además precisa que el dinero entra directamente a la organización, y luego de pagar los costos de impresión y envío, lo que resta está destinado para la compra de alimentos.

Uzcátegui además detalla que en el caso de las compras desde el exterior, las fotos se envían impresas (30×40 en papel Photo Luster) en sobres rígidos y protegidos a la dirección indicada por el comprador. 

Pienso que las personas que puedan contribuir tienen una excelente oportunidad para hacerlo a través de estas fotos. Porque con una sola acción van a tener, por un lado, la satisfacción de apoyar a niños que lo necesitan y por otra parte, pueden tener acceso a piezas de arte que son estas fotografíasu0022, señala Roberto Patiño, cofundador y coordinador de Alimenta La Solidaridad.
Will Riera
Foto: Will Riera

¡Fotos de lujo!

A través de la cuenta de Instagram de Fotos Que Alimentan, (@fotosquealimentan), se exhibe la amplia oferta de paisajes, que van desde la cotidianidad en el Morro de Petare, El Ávila, las guacamayas de la capital; el Pico Bolívar, en el estado Mérida; el particular azul de Los Roques, la imponente naturaleza en el estado Amazonas; hasta imágenes captadas en la India, Francia, Canadá, México, la ciudad de Nueva York, entre otros.

“El impacto de Fotos Que Alimentan ha sido muy importante. Nos permite conectarnos con artistas venezolanos de la fotografía que recogen en sus imágenes muchos de los íconos de lo que es el día a día en Venezuela; así como de nuestras bellezas naturales. Y creo que nos inspiran a seguir luchando por nuestro país y a mantener la esperanza de que vamos a poder superar la crisis que afecta a los más vulnerables”, sostiene Patiño.

La campaña, además, reúne fotos que datan desde 1997, como por ejemplo una de Roberto Mata; hasta fotos recientes de 2021, como es el caso de las presentadas por Gaby Oráa. 

La lista de creadores incluye otros referentes dentro del mundo de la fotografía como Ronaldo Schemidt, Mauricio Donelli, Marco Bello, Fabiola Ferrero, Ana Cristina Febres Cordero, Arianna Arteaga, entre otros.

París, Francia.
Foto: Ronaldo Schmidt

“Me gusta mucho ayudar y creo es la única forma en que nosotros podemos hacerlo. En mi caso, mandé dos fotos a color: en la frontera con Ecuador y unas niñas guajiras bailando en la frontera colombo-venezolana. Escogí lo más pintoresco para no mandar nada de noticia”, comenta desde Bogotá (Colombia) Juan Barreto (Word Press Photo 2018), quien ya vendió una de sus piezas.

La colección incluye una imagen de Wil Riera, quien en vida se desempeñó como fotoperiodista y fotógrafo documental para medios nacionales e internacionales y tras una larga batalla contra una enfermedad cerebral falleció en Caracas, en 2019.

“Eva Marie, Marco Bello y Carlos Becerra ayudaron en la localización del archivo y sus papás Wilfredo y Yajaira donaron la imagen”, explica Sophie Oteyza, coordinadora de Alimenta La Solidaridad Internacional.

Aunque la causa de Fotos Que Alimentan se planteó solo para junio, para homenajear a los padres en su mes, aún evalúan la posibilidad de extender esta primera edición; mientras se planifican para darle continuidad.

Es la primera vez que hacemos este tipo de campaña y para nosotros unir a 54 fotógrafos para una misma causa lo consideramos como un éxito. Fue una convocatoria abierta. Luego de iniciada la campaña recibimos algunas solicitudes pero lamentablemente ya no pueden sumarse nuevos fotógrafos porque requiere todo un trabajo previo al lanzamiento de la campaña. Pero todos los que nos han escrito los guardamos en la base de datos para la segunda edición de esta campaña programada para 2022”, adelanta Uzcátegui.
Juan Barreto, foto.
Foto: Juan Barreto

Cinco años de solidaridad

Según el World Food Program de la Organización de las Naciones Unidas, uno de cada tres venezolanos necesita asistencia alimentaria. 

Gracias a la organización de Alimenta La Solidaridad, a la fecha hay más de 250 comedores instalados en el país que brindan apoyo a casi 18.000 niños.

En los casi cinco años que tienen de labor, se han entregado casi 10 millones de almuerzos, según refiere la página oficial de la organización. Todo gracias a la participación de 936 madres comprometidas.

Una de ellas es Yusbel Castro, de 34 años de edad. Leva al menos cuatro años involucrada con la causa en uno de los primeros comedores que se crearon en el país. Se trata del comedor número 8 en El Cardón, Carapita, parroquia Antímano, que atiende a 106 niños y también a seis adultos mayores con discapacidad. 

Lo que antes era el garaje de su casa, ubicada al oeste de la ciudad, se convirtió en un comedor en 2016.

“De la noche a la mañana mi casa se convirtió en epicentro de muchísimas actividades”, dice hoy con vehemencia la madre de tres niños. Asegura que aún en medio de la pandemia, jamás han dejado de garantizarles al menos un plato de comida al día a los más vulnerables de la comunidad.

La falta de gasolina y el déficit en la distribución del gas la motivó a redoblar esfuerzos para cumplir con su labor, aún cuando esto implicó una gran pérdida para ella.

“Entramos en una emergencia y nos organizamos como las verdaderas hormiguitas para que los comedores siguieran funcionando. Me tocó hacer cola de noche para llenar los seis litros de gasolina de la moto de mi esposo; para el día siguiente irme a otra cola y poder buscar un cilindro de gas. Estuve cargando los kits a tiempo para que no se dañara la comida. En eso me pasé meses.  Al punto de que el 12 de julio de 2020 estaba embarazada y no lo sabía. Y en esas fallas yo perdí a un hijo. Pero las madres nunca dejaron de cocinar y a los niños nunca les faltó un plato de comida”, suelta con determinación Castro.

Ella confiesa que, aunque llevaba años comprometida con otras labores sociales en su comunidad, ninguna le había dado tanta satisfacción como esta. Lo que más disfruta, además de trabajar en pro de la seguridad alimentaria en el sector, es empoderar a otras madres de la comunidad y apoyarlas para aprender un oficio. Que a través de sus propias manos consigan mejores oportunidades en la vida.

“Aunque sigo viviendo en Carapita, he crecido”, sentencia.

Fotos Que Alimentan
Foto: Andrea Hernández

La dinámica

Al momento de redactar esta nota, el balance que ofrecían las organizadoras de Fotos Que Alimentan es de 50 imágenes vendidas, que garantizan la comida de al menos 200 niños. 

Los interesados en colaborar con la causa deben seguir los siguientes pasos:

1-Selecciona la(s) foto(s) en la cuenta de Instagram @fotosquealimentan.

2- Realizar el pago en alimentalasolidaridad.org de al menos 100 dólares (un pago por cada foto seleccionada).

3- Enviar un correo a info@alimentalasolidaridad.org, incluyendo:

– Comprobante de pago que recibirá una vez hecha la transacción.

– Foto seleccionada: número de foto y nombre del fotógrafo.

– Teléfono, dirección completa para recibir el envío y nombre y apellido de la persona que lo recibirá.

4- Una vez recibida la información, Fotos Que Alimentan le enviarán un certificado.

5- Recibirá la fotografía impresa por correo aéreo en un lapso máximo de 45 días.

Pedro Capa
Foto: Pedro Capa
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