- El viernes 18 de febrero se registró una explosión en Donestk, en la región de Donbass en el este de Ucrania. El gobierno ucraniano y los separatistas de la región de Donbass denunciaron violaciones mutuas del alto al fuego. Foto principal: Getty Images
La atención del mundo se encuentra centrada en las crecientes tensiones entre Rusia y Ucrania, lo que ha elevado las alarmas ante un peligro de guerra en el continente europeo.
El conflicto se ha vuelto crítico luego de que se registró una gran explosión el viernes 18 de febrero en Donestk, en la región de Donbass en el este de Ucrania. La milicia popular de la ciudad confirmó que explotó un carro que estaba en un estacionamiento al lado del edificio del gobierno de Donestk.
Esta explosión ocurrió después de que la república autoproclamada y prorrusa de Donestk y Ucrania denunciaran violaciones al alto al fuego pactado desde 2015. Fuerzas separatistas de Donetsk alegan que los militares ucranianos atacaron en 30 oportunidades; mientras que Ucrania denunció que los separatistas violaron 45 veces el acuerdo de paz.

Las reacciones
Las reacciones a la explosión en la zona separatista de Donestk ocurrió en paralelo al inicio de la Conferencia de Seguridad de Múnich, que se realizará entre el 18 y 19 de febrero. En la agenda del encuentro está el tema de las tensiones entre Ucrania y Rusia.
La explosión ha generado diversas reacciones y señalamientos. Estados Unidos y Ucrania afirmaron que el ataque fue un montaje de separatistas prorrusos.
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El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, aseguró en la Conferencia de Seguridad de Múnich, que todo lo que está pasando en la región del Donbass, conformada por Donetsk y Lugansk, es un escenario diseñado de “falsas provocaciones” por parte de Rusia.
Por su parte, Vladimir Putin, presidente ruso, calificó de “preocupante” la situación en la región del Donbass y acusó al gobierno ucraniano de incumplir los acuerdos de Minsk, que contemplan cierta autonomía para la región separatista. Putin aseguró que la salida a la crisis es que Ucrania negocie con los separatistas prorrusos, los cuales Kiev no reconoce.

El gobierno ucraniano, por su parte, negó las acusaciones de los líderes separatistas que lo señalan como responsable de la explosión. Además, aseguró que Ucrania no tiene ninguna intención de preparar una ofensiva para recuperar el Donbass.
Durante el discurso de apertura de la Conferencia de Seguridad de Múnich, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió el 18 de febrero cautela en la retórica de los países y afirmó que las declaraciones públicas deben apuntar a reducir tensiones. Aseguró que brechas en la comunicación y suposiciones falsas implican peligros incalculables.

Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, se refirió al conflicto entre Ucrania y Rusia durante el evento en Múnich. Señaló el apoyo de su país a las acciones diplomáticas para aliviar las tensiones. Sin embargo, advirtió de consecuencias severas en caso de que la situación se recrudezca.
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, afirmó el viernes 18 de febrero que ni su país ni Rusia quieren una guerra ni un agravamiento de la situación de seguridad.
“Una vez más, quiero subrayar que nadie quiere una guerra, ni siquiera un agravamiento de la situación, o algún tipo de conflicto. Nadie necesita eso, ni los rusos ni los bielorrusos”, dijo durante una conferencia de prensa conjunta con su par de Rusia, Vladimir Putin, en Moscú.
Evacuación en Donbass
El líder de la región separatista de Donetsk, Denis Pushilin, ordenó la evacuación masiva de la población civil hacia Rusia debido a la explosión y las violaciones al alto al fuego, lo que calificó de agresión ucraniana.
“El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en un futuro próximo ordenará a los militares que pasen a la ofensiva, para poner en práctica un plan de invasión del territorio de las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk”, dijo Pushilin.

Putin ordenó al Ministerio de Protección Civil de Rusia que organice en la ciudad de Rostov del Don el operativo de acogida a los refugiados de las regiones separatistas y prorrusas de Ucrania.
Mientras se mantienen las tensiones, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que el presidente presenciará los ejercicios militares del sábado desde un centro de operaciones del Ministerio de Defensa.
Estas maniobras militares se suman a otras que Rusia desarrolla junto a Bielorrusia y que supuestamente finalizarán el domingo 20 de febrero. También realizan ejercicios en el mar Negro y también en la península ucraniana de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014 con un referendum fraudulento.