Email
- Las enfermedades fueron la principal causa de muerte de los detenidos en los 302 Centros de Detención Preventiva (CDP) durante el año 2021
La principal causa de muerte de los detenidos en los 302 Centros de Detención Preventiva (CDP) monitoreados durante el año 2021 fueron distintas enfermedades.
La organización no gubernamental (ONG) Una Ventana a la Libertad señaló en su informe anual que durante este periodo, 123 reclusos murieron. De esa cifra, 95 de ellos tuvieron complicaciones de salud.
De acuerdo con la ONG, la segunda razón por la que fallecieron 15 de ellos fue por procedimientos policiales realizados para recapturar a privados de libertad fugados. Mientras que cinco privados de libertad murieron en riñas, cuatro en motines, tres fallecieron al ser víctimas de abusos de funcionarios y uno se suicidó.
El coordinador general de Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, consideró importante resaltar en el informe que por primera vez el régimen de Nicolás Maduro aceptó “el desastre que se vivía en los centros de detención preventiva”. Según Nieto Palma, esto se evidencia en la creación de la Comisión para intentar solucionar el problema en esos centros.
Situación sanitaria repugnante
Los reclusos siguen hacinados, mal alimentados y pasando por una situación sanitaria repugnante en espacios mínimos para la convivencia sin ventilación, destacó el informe. La ONG expresó que este escenario facilita el tránsito de las enfermedades infecto-contagiosas, pues la convivencia en esos espacios pequeños mantiene a las personas que están enfermas en estrecha cercanía con los sanos.
“Esto sucede en el 66,56 % de los CDP monitoreados y es también una razón que nos hace preguntarnos si la baja incidencia de covid-19 es real, en particular cuando solamente 13 calabozos o CDP (4,30 %) de los monitoreados disponen de personal médico interno y 8 (2,65 %) tienen personal de enfermería”, cuestionó la ONG.
Incidencia del covid-19
Una Ventana a la Libertad registró que solo al 5 % de la población detenida en los CDP para el mes de diciembre se les había aplicado una prueba para detectar covid-19. Apuntó que el 1,64 % había recibido la vacuna contra el virus.
“Este es un dato preocupante, ya que entre otras razones por las condiciones sanitarias y de hacinamiento el riesgo de contagio es sumamente alto”, aseguró la ONG.
Por otro lado, en 74 de los CDP, lo que equivale al 24,5 %, la institución suministró mascarillas o tapabocas a la población detenida. En el informe se afirma que los datos evidencian que las autoridades de los centros o del Ministerio para el Servicio Penitenciario no asumieron la responsabilidad de garantizar la salud y la vida de los reclusos, sino que lo dejaron en manos de sus familiares.
En 288 (95,36 %) CDP de los 302 monitoreados, los familiares hicieron llegar a los detenidos tapabocas, gel antibacterial o alcohol, productos de limpieza y guantes. De igual forma las familias tuvieron que hacerse cargo de los medicamentos para tratar tanto el covid-19 como otras enfermedades.
De acuerdo con la ONG, lo que más llama la atención es que la gripe y los síntomas de fiebre (frecuentes síntomas de covid-19) suman 1.297, el 29,75 % de los casos.
“Esta discusión la hacemos porque desde las principales sociedades médicas del país y organizaciones de la sociedad civil en el tema de salud, se afirma que los datos oficiales en Venezuela sobre el covid-19 son poco creíbles”, indica el informe.
El hacinamiento sigue siendo un problema
Una Ventana a la Libertad aseguró que el hacinamiento en los CDP “se convirtió en la estrella del año” luego del nombramiento en junio de 2021 de la Comisión de la Revolución Judicial por orden del régimen de Nicolás Maduro. El objetivo principal e inmediato era que en 60 días se debía acabar con el hacinamiento en las detenciones preventivas.
De acuerdo con el subregistro de la organización, más de 16.300 reclusos (14.948 hombres y 1.359 mujeres) están distribuidos en espacios que tienen capacidad para albergar solo a 10.310 personas por lapsos de 48 horas. La ONG resaltó que estas cifras evidencian que, hasta el cierre de 2021, el hacinamiento era de 161 %.
“Los datos revisados en este informe demuestran la violencia de la improvisación. Una problemática compleja como el hacinamiento al cual, durante muchos años nadie dentro del gobierno, incluyendo al Ministerio para el Régimen Penitenciario, buscó una solución. Y, la Comisión para la Reforma del Poder Judicial tampoco pudo, como era de esperar, resolverlo en 6 meses -junio a diciembre- y menos aún en los supuestos 60 días”, denunció.
Las protestas en contra del hacinamiento
Una Ventana a la Libertad corroboró que la principal forma de protesta entre los detenidos en los calabozos es la huelga de hambre. Al menos 565 reclusos, entre hombres y mujeres, realizaron huelgas de hambre en contra del hacinamiento que viven.
“Aunque suene grotesco decirlo es lo más fácil de hacer, no es precisamente comida lo que les sobra”, expresó la ONG en el informe.
En segundo lugar están los motines, en los cuales participaron 195 reclusos; y por último la violencia contra custodios, con 41 detenidos. Pero las protestas, como es de esperarse, traen consecuencias. Al menos nueve detenidos y detenidas lesionados en riñas y 17 lesionados en motines.
“Es fundamental resolver el hacinamiento”
Una Ventana a la Libertad señaló en el reporte que este informe de 2021 refleja, por primera vez, cómo son las condiciones de reclusión en las comisarías policiales y militares de todos los estados de Venezuela. La organización incorporó investigadores de todas las entidades.
La ONG aseguró que mientras no haya la debida atención preventiva en salud y no se resuelva el hacinamiento en los Centros de Detención Preventiva, la situación no mejorará. Agregó que también es urgente intervenir en las condiciones de infraestructura que contribuyen con los problemas sanitarios.
