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- Daniel Rodríguez, José Gerardo Díaz y Gabriel Guevara Sulbarán perdieron la vida en su travesía hacia Estados Unidos por Panamá. Dos de ellos, ambos oriundos del estado Táchira, lo hicieron con apenas 24 horas de diferencia
En los últimos siete días, tres venezolanos murieron mientras intentaban cruzar el Tapón del Darién, entre Colombia y Panamá. Al igual que otros cientos de migrantes de diversas nacionalidades, cada uno intentó por su cuenta cruzar la selva, considerada de las más densas y peligrosas del mundo, con el fin de llegar a Estados Unidos a través de Centroamérica. Sin embargo, y con días de diferencia, sus esperanzas de conseguir una vida mejor quedaron truncadas por la hostilidad del ambiente.
En lo que va de julio se ha confirmado la muerte de siete venezolanos en el Darién, siendo el mes con más casos durante el año. Igualmente, existen reportes de al menos otras 70 personas declaradas como desaparecidas por sus familiares. Estas cifras, aunque preocupantes, podrían no reflejar la magnitud real de lo ocurre en esa región.
Se sabe que muchos caminantes suelen ser abandonados en el camino, mientras que otros, al morir en zonas remotas y de difícil movilidad, son enterrados justo allí. Esto además de quienes son arrastrados por la corriente del río, y cuyos cuerpos no pueden ser rescatados hasta varios días después. Todos estos factores hacen que sea difícil precisar una cifra real de muertos y desaparecidos, o por lo menos con fechas exactas.
Gabriel Guevara Sulbarán
El primer caso fue el de Gabriel Ignacio Guevara Sulbarán, oriundo de Maracay, estado Aragua. Aunque se había establecido en Ecuador, planificó el viaje a Darién junto a unos amigos de la urbanización Los Samanes, donde había vivido con su familia. De acuerdo con el diario El Siglo, se estima que partieron a Colombia después del 5 de julio. Allí abordaron una lancha en Necoclí, Antioquia, hasta Capurganá, en el golfo de Urabá.
De allí se internaron en la selva para ir a Panamá. Ese mismo día, el 14 de julio, fue la última vez que se tuvo comunicación con él. Su familia esperó tres días, que es el tiempo que regularmente tardan los caminantes en salir de allí, pero no tuvieron noticias de él. No fue sino hasta el 20 de julio que le informaron que Guevara había sufrido un infarto en el camino.
Sus familiares declararon a medios locales de Aragua que esperan reunir dinero para poder repatriar los restos de Gabriel. No obstante, afirman que desconocen la ubicación exacta en la que sus compañeros enterraron su cuerpo, que no pudo llegar hasta el campamento.
Daniel Rodríguez
Un caso que se conoció este 25 de julio es el del tachirense Daniel Rodríguez. Falleció el 21 de julio de 2022 luego de tres días de caminata. De acuerdo con el portal El Pitazo, salió con unos amigos el 18 de julio, pero se quedó atrás y eventualmente se separó de su grupo. Cuando su acompañante llegó a un punto con señal para comunicarse, tres días después, le informaron que Rodríguez había fallecido, sin especificar las causas.
El compañero, quien prefirió resguardar su identidad, afirmó que murió en un punto bastante remoto de la selva, por lo que fue imposible trasladarlo a una zona donde pudiera ser reclamado. Entre los indígenas del Darién y otro grupo de caminantes lo enterraron ahí mismo y grabaron un video de su cuerpo para que fuera reconocido por sus familiares.
Rodríguez, conocido como “el Topo”, era oriundo de la población de Rubio, y había emigrado hace ocho meses a Chile. No obstante, decidió viajar a Colombia para hacer el recorrido y reencontrarse con su hijo, quien hace un mes llegó a Estados Unidos tras hacer la misma travesía del Darién.
José Gerardo Díaz
Un día antes, el 24 de julio, se conoció la muerte de otro tachirense. José Gerardo Díaz, de 44 años de edad, también vivía en Rubio, municipio Junín. Perdió la vida 24 horas después que Rodríguez, el 22 de julio.
Díaz era técnico informático y trabajó como personal administrativo en el núcleo Táchira de la Universidad de Los Andes (ULA). Era hijo de una profesora jubilada de esa misma institución, pero su situación económica lo llevó a emigrar a Perú. Sin embargo, tras un mes allí decidió junto a un familiar de su novia hacer el camino de Darién para llegar a Estados Unidos.
Ese mismo familiar informó el 23 de julio que el informático había muerto luego de ser mordido por una serpiente venenosa. Al estar en un punto bastante alejado de cualquier campamento, no pudo recibir atención médica a tiempo.
“Es un venezolano y universitario que pierde la vida de forma trágica cruzando la selva del Darién por tratar de alcanzar la meta de construir un mejor porvenir económico para él y su familia. Su historia, lamentablemente, se suma a las que, a diario, se conocen de connacionales que emigran de Venezuela buscando nuevas oportunidades de desarrollo”; declaró el vicerrector encargado de la ULA-Táchira, Omar Pérez Díaz, en una nota de duelo.
