- Aunque muchas personas han crecido con la idea de una gran bola de color amarillo, según la opinión de los expertos, esta no es una descripción realmente acertada
Un reportaje realizado por la revista National Geographic expone que el color del Sol no es realmente como se enseña a los niños desde preescolar. De acuerdo con la publicación, según la visión de los expertos, estas descripciones de un astro de bola dorada son poco acertadas con la realidad que se presenta en el espacio.
Muchas veces el espectro de visión humano puede captar al Sol con tonalidades amarillas, como también rojas y algunas veces como una bola blanca en el cielo. Esto se debe a que el color del Sol no es estático y puede variar con el paso del tiempo. En esta percepción también inciden las condiciones atmosféricas, que modifican la interacción de la luz solar con el planeta Tierra.

La plataforma Space Place de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) explica que el Sol emite luz en todos los colores visibles del espectro electromagnético de manera uniforme. “Cuando estos se juntan unidos a la luz del sol, este parece blanco”, refieren en su página web.
El tamaño del Sol
La NASA cataloga a este astro como una estrella de tamaño medio. En la actualidad se han encontrado estrellas que son 100 veces más grandes en diámetro que el Sol. También se han documentado la presencia de algunas que son solo una décima parte del tamaño de nuestro sol.
Entonces, ¿de qué color es el Sol?
Cuando los astrónomos observan al Sol, reseña el artículo, se enfocan en el rango de longitudes de onda de la luz para determinar su color. Para realizar este proceso, analizan la luz visible y la luz que no es visible a simple vista.
En ese sentido, por lo general, hay ocasiones que las fotografías del astro aparecen con colores con los que generalmente no se asocian a su representación original.
Estas tonalidades pueden llegar a ser moradas, verdes, azules o hasta rosas. Esto se debe a que la apariencia del sol depende de la longitud de onda de la luz en la que se observa.

Asimismo, según la etapa de vida en la que se encuentren, el Sol puede llegar a adquirir varias tonalidades de colores a lo largo de millones de años. En general, todas las estrellas pasan por ser de color azul, blanco, rojo y dorado, según su edad. Hacia el final de su vida, sin embargo, se convierte en una supernova propensa a estallar.
La explosión de una supernova es el fenómeno central de cómo muere una estrella. Según la NASA, este tipo de estallidos cósmicos son los más grandes que ha observado la humanidad en la historia. Suceden cuando una estrella está moribunda (con masas 5 veces más grandes que la del Sol) e intenta conseguir combustible para mantenerse con vida”, concluye el artículo.