- El albergue más cercano ofrece comida caliente duchas para que puedan asearse, atención médica, una escuela para los niños, acceso a una biblioteca, atención psicológica y asesoría legal
Las autoridades mexicanas de Ciudad Juárez, en el estado fronterizo de Chihuahua, informaron que dos migrantes venezolanos han sido los únicos que han aceptado recibir albergue en su trayecto a Estados Unidos.
Santiago González, encargado de la Dirección de Derechos Humanos del municipio Juárez, explicó que pese a las bajas temperaturas que se registran en la zona, los migrantes prefieren permanecer a las orillas del río Bravo que divide la frontera de ambos países. Expresó que todo esto ocurre mientras el albergue municipal “Kiki Romero” se encuentra completamente disponible para ofrecerles cobijo y que no tengan que sufrir las inclemencias del tiempo.
No obstante, los migrantes venezolanos prefieren mantenerse juntos en un campamento improvisado a las orillas del río.
Según la prensa local se estima que actualmente unos 1.300 migrantes venezolanos se encuentran en la ribera del río Bravo lo que representaría que la proporción de migrantes que en la práctica están recibiendo atención es equivalente a poco menos de 0,15 %.
El responsable de la Dirección de Derechos Humanos del municipio Juárez detalló que en el albergue municipal “Kiki Romero”, que se encuentre a 40 % de su capacidad debido a la llegada de migrantes de otros países, los venezolanos podrían recibir comida caliente, duchas para que puedan asearse, atención médica, una escuela para los niños, acceso a una biblioteca, atención psicológica y asesoría legal.
Ingreso ilegal
Un gran porcentaje de los venezolanos que intenta cruzar la frontera para ingresar a Estados Unidos lo hace sin cumplir los pasos migratorios previstos por ese país para poder acceder cumpliendo sus normas migratorias. Esto ha ocasionado que tras cruzar a territorio estadounidense muchos de ellos sean deportados a México.
Cifras del Instituto Nacional de Migración de México (INM) apuntan que en promedio las autoridades migratorias estadounidenses deportan a unos 200 migrantes venezolanos diariamente. Asimismo las autoridades mexicanas explican que la idea de los venezolanos que han decidido permanecer en la ribera del río Bravo es exigir apoyo al gobierno estadounidense para lograr obtener asilo político y de esta forma poder permanecer en Estados Unidos legalmente.
Todo esto se produce en un contexto en que según el gobierno panameño el número de migrantes ilegales venezolanos ha disminuido de manera significativa durante las últimas semanas.
Panamá calcula que durante el transcurso de 2022 el número de venezolanos que ha ingresado a su país a través de la selva del Darién es de unos 208.866 personas.