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- Los expertos expresaron su preocupación por la “grave persecución de los símbolos culturales ucranianos”
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reveló que 241 lugares de patrimonio cultural en Ucrania han sido destruidos o dañados por los ataques de Rusia, desde el 21 de febrero de 2022, cuando empezó la invasión. Se trata de iglesias, teatros, museos, bibliotecas, monumentos y otros bienes culturales.
Hay daños registrados en sitios arqueológicos, edificios antiguos y también en instituciones modernas. Con las bibliotecas arden los libros y con los museos las pinturas, aunque muchas son salvadas por el esfuerzo de expertos y voluntarios.
La organización verificó daños en:
-106 edificios religiosos
-18 museos
-86 edificios con interés histórico o artístico
-19 monumentos
-12 bibliotecas.
La mayor parte de los sitios dañados, que la Unesco publicó el 24 de febrero, están en la región de Donetsk, con 66 lugares, seguidos de Járkov, con 54, y en Kiev, con 35.
En paralelo, la organización lleva a cabo un mecanismo de evaluación independiente sobre la situación en Ucrania, que incluye el análisis de imágenes tomadas por satélites.
La Unesco se encarga de la protección de bienes culturales en caso de conflictos armados, de acuerdo con el Convenio de la Haya de 1954.
La ONU también denuncia la destrucción del patrimonio cultural en Ucrania
Expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) manifestaron que Rusia ha destruido “deliberadamente” la cultura ucraniana.
“Numerosos lugares, instituciones y objetos de importancia cultural, histórica y religiosa de Ucrania han sido parcial o totalmente destruidos por los ataques militares de la Federación Rusa”, afirmaron los expertos en un comunicado el 22 de febrero.
Agregaron que entre ellos se incluyen monumentos conmemorativos, edificios civiles, museos, teatros, monumentos, estatuas, lugares de culto, cementerios, bibliotecas, archivos, así como escuelas, universidades y hospitales.
La declaración fue redactada por los relatores especiales de la ONU sobre derechos culturales, derecho a la educación y a la libertad de religión.
En el comunicado refirieron que los ataques contra zonas densamente pobladas son de tal magnitud “que sugieren una campaña deliberada de destrucción”.
Por último, los expertos expresaron su preocupación por la grave persecución de los símbolos culturales ucranianos, con la destrucción de la literatura, los museos y los archivos del país, en medio de la “demonización” de la cultura y la identidad ucranianas por parte de las autoridades rusas.
Guerra contra la cultura
Templos de la Iglesia ortodoxa rusa o monumentos a los soldados de la Segunda Guerra Mundial también fueron objeto de destrucción en el intento de invasión a Ucrania.
El Museo de Historia del Pueblo de Ivankiv, en el norte de Kiev, albergaba obras entre las cuales destacaban las de la artista ucraniana Maria Prymachenko.
Voluntarios y activistas de muchas ciudades de Ucrania trabajan para proteger los monumentos arquitectónicos que aún se mantienen en pie, trasladan obras a lugares seguros, bloquean las ventanas de templos e iglesias, cubren las vidrieras con pantallas protectoras, envuelven los monumentos en materiales ignífugos y los cubren con sacos de arena, reseñó el portal El Independiente.
Algunas ONG se centran en la conservación digital de edificios históricos y arquitectura valiosa, entre ellas Pixelated Realities, que lanzó un museo digital con modelos 3D de monumentos históricos de toda Ucrania.
La filial ucraniana del PEN Club Internacional denunció en un documento que la maquinaria de guerra rusa ha destruido o dañado no solo edificios culturales nacionales, incluyendo sitios históricos y religiosos, sino también pequeños santuarios comunitarios en pueblos y ciudades donde la gente se reúne para disfrutar del arte, la música, la literatura y otras formas de cultura.
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, ha manifestado en varios discursos que considera la destrucción de sus sitios culturales como parte de un genocidio. Y es que según la definición de la ONU, el genocidio “también tiene que ver con la identidad, representada en la herencia cultural, el idioma y la historia”.
