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- Existen varios métodos para identificar si una pareja tiene problemas de fertilidad y el resultado de esos estudios pueden sugerir la mejor alternativa
*Este reportaje de El Diario se publicó originalmente el 4 de junio de 2023
Existen varias opciones en Venezuela para aquellas parejas o personas solteras con problemas de fertilidad que deseen tener hijos. Varias clínicas ofrecen diversos tratamientos y técnicas de reproducción que pueden aumentar la probabilidad de un embarazo. No obstante, también está la alternativa de la adopción, un recurso menos costoso, pero que puede implicar una espera más larga.
Los especialistas determinan que existe un problema de fertilidad en la pareja cuando llevan alrededor de dos años teniendo relaciones sin el uso de métodos anticonceptivos y no logran un embarazo.
“Una pareja sin problemas de fertilidad tiene una probabilidad de 20 y 25 % de lograr un embarazo en un mes. Si se mantiene teniendo relaciones todo un año, esta sube a 80 % y en dos años aumenta a 90 %, es decir que si en ese tiempo no se logra la concepción, ya es momento de pensar en buscar ayuda en fertilidad”, explicó Antonio Sanoja, especialista en fertilidad, en entrevista para El Diario.
Sanoja, quien también dirige el Centro Valenciano de Fertilidad y Esterilidad (Cevalfes), explicó que si bien los problemas de fertilidad se deben estudiar como algo que afecta a la pareja, existen más variables en la salud femenina que pueden estar provocando la infertilidad.
Clínicas de fertilidad en Venezuela
Cevalfes: Carabobo
Embrios (Clínicas Caracas): Caracas
Fertiaguerrevere (Clínica Leopoldo Aguerrevere): Caracas
Fertilab (Clínica El Ávila): Caracas
Centro Médico Docente La Trinidad: Caracas
Fecundar: Lara
Instituto Venezolano de Fertilidad de Maracaibo: Zulia
¿Cómo determinar si hay un problema de fertilidad?
Diagnosticar si hay un problema de fertilidad en el hombre es más fácil que en la mujer, debido a que solo debe hacerse un estudio llamado espermograma que evalúa la concentración de espermatozoides. Sanoja detalló que la concentración debe estar por encima de los 20 millones de espermatozoides por mililitro de líquido seminal para entrar en parámetros normales.
Otro factor que se estudia en el examen es la vitalidad, pues cerca del 65 % de los espermatozoides deberían estar vivos y se necesita que al menos el 50 % tenga buena movilidad y desplazamiento para lograr llegar hasta la trompa. También se analiza si las células son rápidas y tienen una forma normal.
El especialista en fertilidad comentó que en las mujeres se debe estudiar cada factor del aparato reproductivo para encontrar la causa del problema de fertilidad. Agregó que hay exámenes para evaluar vagina, cuello uterino, útero, trompas de falopio y los ovarios.
En un chequeo ginecológico se puede determinar si todo está bien con la vagina y el cuello uterino. Si se descarta que el problema esté ahí, se realizan exámenes más complejos. La histerosalpingografía es una radiografía especial para estudiar las trompas de falopio y el útero.
También se pueden indicar exámenes de hormonas como el que mide la hormona antimulleriana en sangre, que valora la reserva ovárica y la fertilidad de la mujer. La ecografía ginecológica transvaginal es otro estudio que sirve para revisar el número de folículos en los ovarios.
Tratamientos de baja complejidad
Decidir si el problema de fertilidad amerita un tratamiento de baja o alta complejidad dependerá de la edad de la mujer. También influye el tiempo que haya intentado la pareja tener hijos sin éxito. Si llevan alrededor de dos años, o quizás un poco más, intentando y coincide con que todavía la mujer está en una buena edad reproductiva se puede optar por un tratamiento de relaciones dirigidas.
En este tratamiento se hace un monitoreo ovulatorio en el ciclo menstrual de la mujer y se indica a la pareja cuál es el momento de tener la relación sexual, que sería justo durante la ovulación. Si la mujer no ovula o el especialista quiere aumentar las probabilidades del embarazo se puede realizar una estimulación ovárica.
Otro tratamiento de baja complejidad es la inseminación artificial. Comienza con un seguimiento de la ovulación de la mujer. Luego se toma una muestra de semen en un laboratorio y se descartan los espermatozoides con formas inadecuadas y de poca movilidad.
Posteriormente, cuando la mujer está ovulando se introducen los espermatozoides a través de un catéter dentro del útero. Esto se puede realizar tanto en un ciclo natural como con estimulación ovárica, y también tiene una efectividad de entre 20 % y 25 %.
Técnicas de alta complejidad
Las técnicas de reproducción asistida son tratamientos de mayor complejidad. La fertilización in vitro con transferencia embrionaria es una de las alternativas disponibles.
“Allí no esperamos la salida del óvulo del ovario hasta la trompa, sino que cruzamos ese ovario con una aguja y extraemos el óvulo, en el laboratorio le colocamos los espermatozoides y se ponen en una incubadora hasta que se forme el embrión y se desarrolle por 3 o 5 días para luego transferir al útero”, explicó Sanoja.
En estos tratamientos se pueden utilizar células reproductivas de la pareja, pero también se puede optar por usar la de algún donante si la clínica de fertilidad cuenta con los espermatozoides, los óvulos o incluso con los embriones ya criopreservados (congelados). Esto es una alternativa, por ejemplo, para mujeres solteras que buscan embarazarse o de más de 40 años de edad, con una reserva ovárica menor.
Estas técnicas de reproducción asistida tienen un nivel de eficacia de entre 40 % y 50 %. El especialista advirtió que esto puede variar con respecto a la edad en la que se realice el tratamiento.
Sanoja explicó que las mujeres tienen la posibilidad de posponer su maternidad sin comprometer la fertilidad con el método de criopreservación de los óvulos. Alegó que esta es una opción que se recomienda especialmente a quienes son diagnosticadas con cáncer a temprana edad y deben someterse a tratamientos como quimioterapia y radioterapia.
Gestación subrogada
La gestación o embarazo subrogado, también conocido como vientre de alquiler, consiste en el mismo método de fertilización in vitro y transferencia embrionaria. Lo que cambia en este caso es que la mujer que llevará el embarazo no es la madre biológica, sino una persona voluntaria o que recibe un pago por ese servicio.
En Venezuela no existe alguna legislación que regule esta práctica como en otros países que es abiertamente aceptada o en algunos casos es penalizada. Sanoja indicó que esta técnica se hace en las clínicas de fertilidad sin inconvenientes, siempre que esté indicado clínica y formalmente.
El especialista comentó que esté embarazo podría generar inconvenientes legales entre las partes al momento del parto, porque la ley podría defender a la mujer que llevó la gestación. Recomendó en esos casos llevar adelante siempre pruebas de ADN para que quede claro quién es la madre biológica.
Prevención de la fertilidad
Antonio Sanoja considera que la mejor alternativa para afrontar un problema de fertilidad es la prevención. Alegó que, como ocurre con otras ramas de la medicina, es un método para evitar diagnósticos desalentadores en el futuro.
El especialista señaló que tanto hombres como mujeres subestiman su fertilidad durante la juventud y, de hecho, suelen buscar inicialmente métodos para la anticoncepción. Indicó que si en los planes a largo plazo de cada persona está tener hijos, deberían evaluar su capacidad reproductiva incluso antes de iniciar una relación formal.
En el caso de los hombres esto se puede evaluar con el espermatograma y en el de las mujeres a través de sus chequeos ginecológicos, junto a estudios ecográficos y el examen de la hormona antimulleriana.
“En la página web y la cuenta de Instagram de Cevalfes vamos a tener disponible un formulario que cualquier mujer puede llenar con información sobre cómo son sus ciclos menstruales y que arrojará unas respuestas sobre cómo puede estar su salud reproductiva. Si la mujer quiere seguir haciéndose exámenes para saber más y tratarse con nuestros especialistas puede tener una idea mejor de cuánta es la probabilidad que tiene de lograr un embarazo”, detalló.
La adopción como alternativa
El sociólogo y coach en adopción José Gregorio Fernández explicó que sobre los procesos de adopción caen muchos mitos, aunque el más común, a su juicio, es que está lleno de trámites engorrosos y que se hace muy difícil llegar a tener un hijo por esa vía.
Indicó que en el caso de Venezuela los trámites son sencillos e implican un bajo costo. En contraparte, aclaró que el único inconveniente es el tiempo que puede tardar concretar una adopción.
La solicitud se hace a través del Instituto Autónomo de Consejos de Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Idenna), un ente público adscrito el Viceministerio de la Suprema Felicidad Social del Pueblo y que cuenta con una oficina estadal de adopciones en cada estado del país.
El sociólogo resaltó la importancia de entender que no todos los niños que están en casas hogares son adoptables. Solo hay tres escenarios en los que los niños y adolescentes entran en el rango de adoptabilidad.
El primer escenario es que los progenitores y la familia haya dado un consentimiento a las autoridades para que el niño sea adoptado. La segunda posibilidad es la inexigibilidad, que es cuando un niño es abandonado y la autoridades no logran ubicar familiares luego de consultar entes como el Servicios Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) y el Consejo Nacional Electoral (CNE).
“La tercera es a veces la más compleja y la que incluso es políticamente chocante, porque involucra la privación y la extinción de la patria potestad”, comentó.
A este proceso se llega cuando hay alguna denuncia de maltrato o negligencia. Un fiscal o quienes lleven el cuidado temporal del niño pueden iniciar un juicio contencioso en contra de los progenitores para exigir la revocación de la patria potestad. Fernández indicó que estos juicios pueden tardar alrededor de dos años para tener la decisión del juez. Además, se debe esperar dos años más para que la parte acusada tenga la oportunidad de apelar a la sentencia.
Avances en el proceso
Fernández detalló que al momento de hacer la solicitud para la adopción es posible que la oficina no pida todos los recaudos ni organice las entrevistas con el equipo multidisciplinario, sino que solo pedirán llenar un formulario con datos socioeconómicos.
Cuando la oficina de adopción tenga un número considerable de niños adoptables hará una preselección entre los formularios de familia que podrían ser aptas para las entrevistas.
Al finalizar esa mesa técnica llama a las familias para informarles que hay un niño o niña que podría interesarles para que puedan comenzar a conocerse. Si deciden seguir adelante con la adopción, empieza el proceso de emparentamiento que consiste en visitas y paseos graduales, luego el niño puede quedarse en casa de sus padres adoptivos periodos cortos hasta que se cumple la adaptación.
Programa de Colocación Familiar y la experiencia de la adopción
Una alternativa que podría terminar en adopción a largo plazo es inscribirse en el Programa de Colocación Familiar que implica ofrecerse como familia sustituta de niños que necesiten algún régimen de protección.
“En el caso particular de Caracas, la mayoría de las adopciones no están saliendo directamente de la oficina sino a través de un decreto de adopción firmado por un juez en un tribunal”, indicó el sociólogo.
Esto pasa porque después de que una familia sustituta acoge a un niño por el programa de colocación por dos años puede solicitar su adopción a través de un tribunal.
Además de coach, Fernandez también es padre adoptivo de dos hijos y trabajó con Proadopción, por lo que conoce de cerca la experiencia de adoptar. Junto a su pareja enfrentó problemas de fertilidad y finalmente la vida lo llevó hacia el camino de la adopción.
El sociólogo considera importante tener esta opción como una de las primeras en el panorama cuando hay dificultades para tener hijos. A su juicio, someterse a tratamientos de fertilidad por largo tiempo implica un gran desgaste emocional, sexual, físico y económico que puede evitarse con la adopción.
