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- Un experto en psicología explica qué hacer durante los episodios de angustia
Las crisis de ansiedad, también conocidas como ataques de ansiedad o ataques de pánico, son descritas como intensos episodios de miedo o malestar extremo que afectan a una persona de manera física, emocional y cognitiva.
Estas crisis pueden surgir de forma inesperada o estar asociadas a situaciones específicas que generan ansiedad en el individuo.
Pablo Palmero Salinas, especialista en psicoterapia, habló sobre la relación de la ansiedad con las sensaciones de peligro y amenaza inminente. Una situación que desencadena respuestas físicas y emocionales que nos alertan ante situaciones percibidas como riesgosas.
“El término ansiedad remarca la agitación física y mental. La angustia, la tensión, el encogimiento físico, además del pánico, estados de alerta y desesperación”, detalló el especialista en un artículo publicado en la revista española Infosalus el 23 de julio.
Palmero aclaró que las diferencias entre crisis de ansiedad, crisis de angustia o de pánico, son términos en el que cada uno se refiere a una etapa del sufrimiento.
¿Cómo controlar una crisis de ansiedad?
El especialista manifestó que una de las cosas que ayudan a controlar una crisis de ansiedad es intentando describir lo que está sintiendo sin hacer interpretaciones o juicios.
En lugar de enfocarse en los pensamientos que puedan surgir, la técnica se centra en explicar las sensaciones físicas que está experimentando en ese momento.
Esto ayuda a redirigir la mente hacia una zona más objetiva y descriptiva, lo que puede disminuir la intensidad de la ansiedad. Al distinguir entre las sensaciones físicas y las interpretaciones mentales, la persona aprende a centrarse en lo que está ocurriendo en su cuerpo, lo que puede ayudar a calmar la mente y a reducir el miedo y la angustia asociados con la crisis de ansiedad.
“La idea es aproximarse a lo que se siente en vez de huir e inventar. Esto es algo que a priori puede parecer contraintuitivo, pues es dirigirse justamente hacia las manifestaciones que la persona quiere hacer desaparecer. Este centramiento sensorial es absolutamente crucial para detener la dinámica en espiral de la crisis de ansiedad”, sugirió Palmero.
Para lograr esta técnica de forma consistente, el especialista recomienda transitarlo de forma guiada a través de terapias.
Estados de alerta
Estudios afirman que los estados ansiosos suelen iniciar con una activación del sistema nervioso autónomo, lo que provoca una respuesta de “lucha o huida”. En este estado, el corazón comienza a palpitar aceleradamente, la respiración se vuelve más rápida y superficial y los músculos se tensan preparándose para una supuesta amenaza.
Esta activación puede derivar de situaciones estresantes, miedos profundos o incluso sin una razón aparente.
Mientras que desde el lado emocional, la persona suele tener sensaciones de miedo o terror, acompañada de una profunda angustia. Puede sentir una inminente pérdida de control o la sensación de que algo terrible está a punto de suceder.
Durante una crisis de ansiedad, la persona puede experimentar una serie de síntomas que pueden ser altamente perturbadores y debilitantes.
Características más comunes de una crisis de ansiedad:
-Palpitaciones aceleradas o irregulares.
-Sensación de falta de aire o ahogo.
-Sudoración excesiva.
-Temblores o sacudidas.
-Sensación de mareo o desmayo.
-Opresión en el pecho o dolor.
-Sensación de estar fuera de control o de perder la cordura.
-Miedo a morir o a perder el control.
-Sensación de irrealidad o despersonalización.
-Escalofríos o sensación de calor intenso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe la ansiedad como “una reacción emocional normal ante situaciones amenazantes para el individuo” y suele ser más común en las mujeres (7.7 %) que en los hombres (3.6 %).
Recomendaciones avaladas por la OMS para el manejo de la ansiedad:
–Práctica de técnicas de relajación: la OMS sugiere el uso de técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación y el yoga para reducir la activación del sistema nervioso simpático durante momentos de ansiedad. Estas técnicas pueden ayudar a disminuir la tensión muscular y el estrés emocional.
–Actividad física regular: el máximo organismo de la salud promueve la actividad física como un componente esencial para mejorar la salud mental. El ejercicio regular, incluso caminar a paso ligero durante 30 minutos al día, puede contribuir a reducir la ansiedad y mejorar el bienestar general.
–Mantener una dieta balanceada: consumir una variedad de alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, puede tener un impacto positivo en la salud mental y ayudar a reducir la ansiedad.
-Buscar apoyo social y psicológico: la OMS destaca la importancia de hablar con familiares, amigos o profesionales de la salud cuando se enfrentan situaciones estresantes o ansiedad.
