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- En entrevista para El Diario, el candidato de La Causa R habló sobre los principios que rigen su pensamiento político y cómo influirían en su potencial gobierno
Las primarias opositoras del 22 de octubre serán la oportunidad para que quienes se identifiquen con la oposición elijan no solo a su candidato para las elecciones presidenciales de 2024, sino también el rumbo que quieren ver en esa dirigencia. Si bien los 13 aspirantes tienen como objetivo común derrotar a Nicolás Maduro en las urnas y promover una redemocratización de Venezuela, cada uno cuenta con sus propias propuestas, ideas y principios que serán determinantes durante la próxima campaña.
De allí la importancia de conocer cuáles son las posturas que definen a cada uno de los candidatos dentro del espectro ideológico, y cómo esto podría influir en su toma de decisiones en el futuro. Como parte del seriado Lo que propone tu candidato, El Diario busca presentar a cada de ellos en sus ideas políticas más básicas, para que el votante sepa quiénes se ajustan mejor a sus propios principios para lograr esa identificación política.
En entrevista para El Diario, el candidato del partido La Causa R, Andrés Velásquez, compartió sus posiciones acerca de diferentes temas de interés público. Durante el debate Hablan los candidatos, el exgobernador de Bolívar, se definió a sí mismo como “demócrata de centro”, aunque su tolda históricamente ha estado vinculada a la centroizquierda, bajo corrientes como el laborismo, el ecologismo y la democracia radical.
Estas son las ideas que perfilan su candidatura a las primarias:
¿Quién es Andrés Velásquez?
Nació en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, el 10 de noviembre de 1953. Es el líder del partido La Causa R y sus orígenes en la política fueron en la lucha sindical en la década de los setenta. Durante años fue el rostro del denominado nuevo sindicalismo, que buscó mejores condiciones laborales en la Siderúrgica del Orinoco (Sidor). Eso lo llevó en 1989 a convertirse en el primer gobernador electo democráticamente en el estado Bolívar, y reelecto en 1992.
Desde entonces, Velásquez intentó sin éxito volver a la Gobernación de Bolívar en las elecciones regionales de 2008, 2012 y 2017. En estas últimas, impugnó los resultados tras presentar evidencia de su aparente victoria en el conteo de las actas, pero el CNE nunca atendió su solicitud. En cambio, en el ámbito parlamentario destacó como diputado en los periodos legislativos 2000-2006 y 2010-2016.
Velásquez fue candidato presidencial en tres oportunidades: en 1983, 1988 y 1993. En ese último intento quedó en cuarto lugar, con el 21,95 % de los votos.
Reducción del Estado
—De ser presidente, ¿promovería usted una reducción del Estado? ¿Eliminaría aquellos ministerios o dependencias gubernamentales que considere innecesarios?
—Yo creo que es necesario hacerlo para tener un Estado mucho más eficiente. Yo diría que tenemos que buscar eficacia frente al desastre que tenemos actualmente. Y en ese aspecto, creo que definitivamente habrá que revisar toda la carga burocrática que el Estado tiene.
Eso tiene que definitivamente ir acompañado de un vasto programa de generación de empleo, porque no se trata tampoco de echar a la calle a quienes hoy tienen un cargo, aunque sea ficticio, superficial. Además sabemos que una buena carga de esa burocracia que hoy tenemos en cada una de las nóminas de los ministerios viene de un activismo político. Estoy absolutamente seguro que el día que se haga una auditoría de cada una de las nóminas de los entes del Estado, nos vamos a encontrar que 40 % o 60 % es activismo político del PSUV.
—¿Cuántos ministerios cree que debería tener el Poder Ejecutivo? ¿Cuáles de los actuales eliminaría?
—Yo creo que habría que hacer un estudio muy bien calculado con el tema de los ministerios, porque no se trata solo de los ministerios, sino también viceministerios y otra serie de secretarías, subsecretarías, ayudante del secretario y ayudante del ayudante. A todo esto es a lo que me refiero, de esa costra burocrática que tiene que ser definitivamente revisada. Yo llevaba una lista de más o menos 40 organismos o cargos de este tipo ministerial, y creo que definitivamente con 15 o 14 ministerios podemos perfectamente funcionar en el país.
—¿Con cuáles ministerios se quedaría?
—Creo que el tema económico es fundamental. No es un ministerio, pero el Banco Central, como organismo autónomo, hay que tenerlo y hay que darle fortaleza, autonomía y libertad. Con el Ministerio de Relaciones Interiores creo que debemos atender todo lo relacionado con el tema corrupción, un Ministerio Público casi que dedicado al tema de la pulcritud administrativa del Estado.
Sería necesaria además la presencia de un organismo nuevo dedicado al tema de la descentralización específicamente. Creo que es urgente porque esa es la nueva forma del Estado que tenemos que ver, que es una robusta descentralización que permita no solamente elegir alcaldes y gobernadores, sino que abarque absolutamente todo lo que tiene que ver con servicios públicos y otras cuestiones administrativas.
—¿Hasta qué punto cree que el Estado debería intervenir en la economía? ¿Cree que se podría volver a ese modelo de Estado empresario que existía en el siglo XX?
—El gobierno como tal, en la hipertrofia que hoy día tenemos, donde el Estado es el dueño de todo y lo decide todo, creo que hay que revisarlo absolutamente todo. La economía no puede seguir en manos exclusivas del Estado ni puede depender del capricho de quién está al frente del Ejecutivo. Definitivamente yo creo que hay que abrir la economía, por ejemplo, en el caso concreto del petróleo debemos impulsar una apertura enorme y sólida que nos permita atraer capitales privados de verdad. El estado lo que debe garantizar es la seguridad jurídica, la propiedad privada y que se cumplan efectivamente las reivindicaciones de los derechos y la seguridad social de los trabajadores. Que el patrono cumpla al final de cuentas también con su responsabilidades en esa materia.
—¿Cree que el Estado debería recaudar más o menos impuestos?
—Tiene derecho a recaudar los impuestos que sean necesarios. Habrá que revisar toda la situación fiscal del país, pero yo diría que ahora hay que suavizar por unos lados, porque aquí definitivamente el régimen, tratando de buscar recursos y sacarlos de donde no los hay, ha venido poco a poco metiéndole la mano no solamente empresarios que pueden hacerlo. Allí no se discrimina empresarios grandes, medianos o pequeños, pero sobre todo a los propios ciudadanos con la factura de los servicios públicos.
El régimen le ha metido la mano en el bolsillo a todo el mundo y creo que eso tiene que ser definitivamente revisado, establecer algo sensato para que, en la medida futura de que la economía comience a fluir y nosotros comencemos a salir de ese hoyo, entonces podamos ir verdaderamente estableciendo una política fiscal para el país adecuada. Aquí las cosas tienen que sincerarse, quién más puede, bueno más podrá, pero no puede ser una tabla raza. Tiene que haber una ponderación al final de cuentas.
—¿Buscaría usted solicitar préstamos ante instancias como el Fondo Monetario Internacional?
—Sin duda alguna. Aquí tenemos que buscar recursos, el país lo requiere y por eso hablo de una apertura en el tema petrolero. Aunque yo soy de la idea que esto tiene que ir mutando de una economía rentista a una economía productiva, creo que tenemos que apalancarnos aún y arrancar todo esto con el petróleo, y para eso tenemos que acudir a todas las multilaterales que podamos.
Hay que ir al FMI, al Banco Mundial, hay que ir al Banco Interamericano de Desarrollo, hay que ir a todos estos organismos que tienen recursos para empujar y reflotar todo lo que tiene que ver con la economía en Venezuela y con el tema social, porque aquí no podemos pensar en solo levantar la economía sin ir pensando y metiendo la mano paralelamente al tema de la pobreza y de la desigualdad que hoy existe en el país.
—¿Cuál es su posición ante la posibilidad de la reelección indefinida en Venezuela?
—Que debe desaparecer eso es una maldición la la reelección indefinida debe desaparecer en este proceso de transición que estamos hablando que quede claro para todos los venezolanos no puede haber más reelección indefinida en Venezuela y soy del criterio que la el periodo de mandato constitucional del presidente debe ser reducido a 4 años con una sola reelección si fuera el caso una sola 4 años reducir eso de 6 a 4 años con una sola reelección y el establecimiento de doble vuelta para elegir al presidente de la República.
Privatización vs. estatismo
—¿Estaría usted de acuerdo con que empresas del Estado sean privatizadas o haya mayor participación de capital privado?
—Absolutamente. Creo que todo eso tiene que ser abierto y privatizar lo que sea privatizable. Por supuesto, igualmente asociarnos estratégicamente donde tengamos que asociarnos. Yo veo eso sin ningún tipo de complejo, no tengo dilema en eso, vamos a ir abordando la cosa paso a paso. Después de la experiencia que hemos tenido, donde fueron estatizadas empresas que indudablemente venían funcionando mejor con su situación anterior y lo que hizo el chavismo fue acabarlas. El caso de Sidor es emblemático, que estaba en manos de Ternium, la empresa Argentina, que producía 4 millones de toneladas de acero líquido anualmente y que hoy, en manos del Estado, solamente produce alrededor de 300 toneladas anuales.
—¿Apoya entonces la privatización de empresas estratégicas como Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) o la Corporación Venezolana de Guayana (CVG)?
—El plan que tenemos, tanto con CVG y PDVSA, es el que hemos venido planteando en la Venezuela digna, nuestro proyecto, que consiste en tres ejes de dignificación del país: economía, dignificar a la gente y dignificar la política. Allí tenemos claramente establecido cuál es el plan de apertura petrolera para PDVSA y, por supuesto, las asociaciones estratégicas en el caso de la Corporación Venezolana de Guayana.
—¿Cree que sería sano para la industria petrolera abrir el mercado a empresas extranjeras y promover la competencia con PDVSA?
—Sí, creo que eso perfectamente lo podemos hacer, no hay problema. Yo creo que eso fortalece nuestra economía, que vengan todas las empresas petroleras posibles al país. ¿Cuánto le quedará de vida al petróleo?¿50 años por delante? Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo en el mundo, por eso digo que al inicio de esta transición tenemos que apalancarnos allí, en nuestra industria petrolera.
—¿Cree que el Estado debería eliminar el subsidio a la gasolina y sincerarse con su precio?
—Han comenzado ya, lo que pasa es que todo debe ir en estas condiciones poco a poco, porque en este momento de pobreza y falta de salarios, la gente no tiene ingresos. En la medida que el poder adquisitivo disminuye hay menos consumo, entonces, en ese sentido diría que hay que ir equilibradamente avanzando.
En todo caso, bueno ya se ha ido de alguna u otra manera sincerando algo del precio de la gasolina y soy de los que creo que si Venezuela es un país productor de petróleo y puede perfectamente tener la ventaja comparativa con relación a otros países, cuál es la razón por la que no podamos tener una gasolina medianamente más baja que en relación con cualquier otro.
—¿Cree que podría ser peligroso girar tan bruscamente hacia el libre mercado con un aparato productivo deprimido?
—Cuando hablo de equilibrio y de lo progresivo estoy hablando de eso precisamente. Lo tenemos que cuidar muy bien porque no puedes pensar que de la noche a la mañana vas a cambiar estas cosas con la ruina económica que tenemos. Vamos a ir poco a poco.
—¿Tomaría medidas para proteger a los productores nacionales frente a trasnacionales y empresas extranjeras?
—Siempre hay que hacerlo. Los trabajadores venezolanos no pueden ser tirados al abandono frente a transnacionales que quieran venir, en las condiciones actuales o por la pobreza y necesidades que tenemos, a establecer una explotación masiva de trabajadores. Si precisamente lo que queremos es nivelar con los principios que hoy defiende la Organización Internacional del Trabajo con la cual nosotros tenemos acuerdos signados.
Asistencia social
—Ante el estado actual de los hospitales y demás centros asistenciales, ¿cree que sería viable una privatización parcial o total del sistema de salud?
—Ahorita no nos podemos estar planteando privatización de servicios tan elementales para los venezolanos en medio de este cuadro de liquidación de la salud pública que tenemos. Desde la visión de Estado de bienestar vamos a levantar la atención de los servicios de salud pública del país, con apertura suficiente para que quien quiera montar servicios privados de salud y quien pueda tener posibilidad de acceder a ellos pues que accedan. Pero la responsabilidad primaria del Estado venezolano, desde mi punto de vista, es tener salud pública de calidad. Para mí el tema de la salud, la educación y el tema del trabajo son fundamentales.
—¿Qué modelo aplicaría para mejorar el sistema de pensiones y recuperar el poder adquisitivo de los jubilados y pensionados?
—Un compromiso que planteamos dentro de la Venezuela digna es el tema de recuperar rápidamente lo que tiene que ver con el salario mínimo, de forma que podamos equiparar el salario mínimo a lo que está establecido en la Constitución en cuanto a esa relación directa con el costo de la canasta básica. También allí, lo digo con absoluta sensatez, aquel que venga a plantear ahorita $1.000 o $3.000 de salario mínimo está loco. Eso es una irresponsabilidad.
Para ello estoy proponiendo lo siguiente: que con la regalía de una industria petrolera recuperada, establezcamos al comienzo un fondo de pensiones para otorgarle como se merecen una pensión digna.
—¿Seguiría su gobierno con programas de asistencia social como las misiones?
—Los programas de asistencia social toda la vida han existido prácticamente en Venezuela. La diferencia con estos nombres rimbombantes que les ponen, es que todo lo asocian a un tema ideológico. El tema para nosotros es que los programas sociales deben existir, y con una diferencia abismal con lo que hoy tenemos. Nadie puede ser chantajeado por la vía de programas sociales ni extorsionado políticamente o amenazado de que te quito esto o no te doy aquello por razones políticas. El estado y una facción política en el país mucho menos pueden utilizar de manera criminal recursos públicos para sacar ventaja y mantenerse en el poder.
—¿Cuál sería su posición respecto al Sistema Patria y los bonos que otorga el Estado venezolano?
—Todo tiene que ser revisado, porque los bonos son entregados hoy día de forma caprichosa. ¿Por qué no hay un orden? Aquí hay de todo: del Carnaval, del Día de las Madres, de la guerra económica, yo perdí la cuenta. Creo que el país no tiene identificada la cantidad de bonos, que es precisamente lo que ratifica cómo esos recursos que son del pueblo venezolano son utilizados politiquera y electoralmente para chantajear. Eso tiene que concluir aquí.
Los recursos que vayan como ingreso de ayuda social para el tema de la pobreza y la desigualdad en Venezuela tienen que estar muy bien definidos y nunca más ser utilizados como vehículo o medio partidista para sacar ventaja.
—¿Cree que la salud mental, la anticoncepción y salud sexual o la dotación de medicamentos deberían ser responsabilidad del sistema de salud pública?
—Sí, totalmente, sobre todo hoy que nadie puede comprar un medicamento. Tenemos que ir, insisto, progresivamente. Por eso es que tengo diferencias con gente que dice que aquí nada nunca más un subsidio, nunca más esto o aquello. No, la situación de pobreza que tenemos en la actualidad tiene que ser atendida, no es cualquier cosa lo que tenemos por delante. Es un 90 % del pueblo empobrecido, apenas una burbuja de venezolanos son los que pueden subsistir por vía propia.
—¿Consideraría como un derecho el acceso de las mujeres a productos de higiene menstrual?
—Bueno, estoy hablando de medicina y salud pública. Si esto en un momento determinado ayuda a nuestras mujeres que no tengan acceso, perfectamente. Todo eso es considerable, pero son cosas muy puntuales que tienen que ser definidas en un momento determinado.
Seguridad
—¿Cree que planes de seguridad del régimen como la Operación Liberación del Pueblo han contribuido a reducir los índices de inseguridad del país? ¿Qué medidas tomaría en materia de seguridad?
—No, todo lo contrario. La situación de inseguridad en Venezuela es bestial. El país está en manos de bandas de delincuencia organizada y en los barrios mandan los pranes. Hay parroquias del estado Bolívar, en municipio Caroní o en el municipio Heres, donde los pranes establecen hasta alcabalas y tienes que solicitar permisos con ellos para ingresar a determinadas zonas. Lo grave es que las autoridades policiales están en convivencia con ellos.
—¿Qué medidas tomaría en materia de seguridad?
—Reorganizar totalmente, arrancando con cuerpos policiales y por supuesto mejorando todo lo que tiene que ver con condiciones de trabajo y de vida de los propios integrantes de esos cuerpos e incorporando a la propia comunidad.
Lo digo por experiencia propia, en el estado Bolívar en la condición de gobernador que allí tuve, mi éxito en materia de seguridad ciudadana fue haber hecho protagonista y partícipes de todos esos planes a los propios ciudadanos, que no tiene que ver con el tema de convertirlo en policía, sino tiene que ver con programas donde la escuela y la cancha deportiva sean el centro de trabajo social que tiene que hacerse en todas y cada una de las comunidades.
Lo vemos no solamente desde el punto de vista represivo, que habrá que actuar en ese sentido, pero el lado humano al que nos ha llevado la pobreza, la desigualdad y el desempleo tienen que ser atendidos desde el punto de vista social.
—¿Qué acciones tomaría usted para reformar el sistema judicial y carcelario de Venezuela?
—Absolutamente, intervención de todas las cárceles del país. No puede ser que en las cárceles quienes mandan son los que están allí presos, los pranes. Todo tiene que ser de alguna manera reinstitucionalizado, reformado, debe haber una transformación total en esa materia. También tener planteado el tema del trabajo dentro de las cárceles, porque ¿qué hacen nuestros presos hoy día? Nada.
En el caso concreto del estado Bolívar, yo monté talleres para fabricar pupitres, talleres de de latonería, pintura y mecánica para reparar todo el parque automotor del estado. Establecimos planes agrícolas y planes de estudio interno dentro de la cárcel, con incentivos para quienes ingresaran. Todo eso tiene que ser implementado, y podremos contar con cárceles que verdaderamente sean centros de regeneración desde el punto de vista social, y no universidades para el crimen.
—¿Apoyaría usted la implementación de la cadena perpetua en el país?
—No estoy de acuerdo con cadenas perpetuas. Creo que debe haber una pena de prisión máxima, que ahorita tenemos una norma que son de 30 años de cárcel. De hecho, también estoy en desacuerdo con pena de muerte en absoluto. Lo que estaría abierto a discutir sería el tema de la cadena perpetua, que en este momento no me lo planteo, sobre todo por el estado en el que se encuentran todos los centros penitenciarios y todo el sistema penitenciario.
—Ante la presencia de mega bandas como el Tren de Aragua, carteles de narcotráfico y grupos guerrilleros que controlan territorios enteros del país, ¿cree que será necesario el combate armado contra estos grupos?
—Absolutamente. Creo que recuperar la institucionalidad en el país pasa por devolver las responsabilidades que verdaderamente tienen por la Constitución la Fuerza Armada Nacional. La Fuerza Armada y el nuevo gobierno deben ser garantes no solamente del reclamo de nuestro territorio en el Esequibo, sino de nuestra integridad territorial, que se perdió.
Nuestras fronteras están en manos de grupos irregulares armados y en el caso concreto del estado Bolívar, el Arco Minero del Orinoco, que yo prefiero llamarlo el arco minero de la muerte. Evidentemente tienes que combatirlo con fuerza, pero para ello tienes que contar con una Fuerza Armada moralizada, institucionalizada, equipada y por supuesto reconocida por el Estado.
Medioambiente y sostenibilidad
—¿Qué medidas tomarías para frenar el ecocidio que se está cometiendo en el arco minero?
—Ese es uno de los grandes compromisos. Cuando hablo de la dignificación de las personas y de la economía, hablo precisamente por un lado del tema de la sustentabilidad en el país. No hay ninguna riqueza que pueda justificar la destrucción de patrimonio de vida. Yo no cambio oro por el río Caroní ni cambio diamantes por el río Paragua. Tenemos que atender el problema de la destrucción ambiental de nuestro país, que implica incluso un irrespeto injustificable frente a nuestros pueblos indígenas que han sido desplazados.
—¿Qué opina del cambio climático?
— Que debemos respetar, por eso La causa R lo menos definido como un partido verde laborista, que se preocupa y quiere poner en la preocupación de los ciudadanos el tema ambiental, no solamente para nuestro país y nuestra convivencia con la naturaleza, sino la preocupación por la preservación del planeta.
—¿Cree que más allá de las razones económicas Venezuela debería buscar alternativas a la producción de petróleo para contribuir con el medioambiente?
—Por supuesto, por eso hablo de pasar de una Venezuela rentista a una Venezuela productiva donde precisamente el tema del petróleo, del cual aún tenemos que apalancarnos, comencemos a depender mucho menos de eso. En la actualidad no se sabe cuántos derrames petroleros hay ahora porque definitivamente no hay una política y una atención al tema ambiental en el país, no hay compromiso con eso.
—¿Contempla usted planes de reforestación en ciudades y recuperación de campos deforestados? ¿Considera que debería decretar la creación de más parques nacionales y reservas naturales?
—Totalmente de acuerdo. Yo creo que sembrar conciencia ambiental y de preservación en el país es vital. No puede ser un tema de una campaña, de una valla, tiene que ser parte de todo nuestro pensum de estudio desde la educación inicial y primaria como una materia a estudiar.
—¿Qué acciones tomaría para que Venezuela pueda transitar hacia el uso de energías limpias y renovables?
—Creo que tendremos que seguir dando impulso a todo nuestro desarrollo hidroeléctrico, por ejemplo en el caso de Guayana, todavía el río Caroní es aprovechable para la producción de energía y hay una presa que estaba a punto de terminarse y la paralizaron porque se perdió en manos de la corrupción. Es la represa de Tocoma y debió ser entregada llave en mano el año 2012. Eso tenemos que resolverlo y en general todo lo que tenga que ver con la posibilidad de producir energía limpia en el país, tenemos que empujar con fuerza eso.
Reivindicaciones sociales
—¿Está usted a favor del aborto?
—Sí, absolutamente. Por razones de salud o violaciones, estoy completamente de acuerdo con eso y creo que hay que legislar en el país sobre el aborto.
—¿Cuál es su postura sobre el feminismo?
—El feminismo como tal yo no sé si definirlo como feminismo o no, pero no me gusta etiquetar. Creo que definitivamente las mujeres en Venezuela y en el mundo deben tener todos los derechos y la igualdad necesaria con el género masculino. Entonces, para mí, no hay distinción en eso, todos los derechos, toda la igualdad necesaria que podamos implementar. Creo que tenemos que acabar con este tema de los derechos para uno y derechos para otro. Los derechos iguales para todos.
—¿Está usted a favor de la eutanasia?
—Sí, estoy de acuerdo con la eutanasia. Por supuesto, por tema convenido con la familia y con el propio afectado, creo que debe haber libertad definitiva para que un ciudadano en su capacidad pueda definir sobre el tema de su vida al momento de una enfermedad terminal que no pueda ser recuperada y esté sufriendo.
—¿Está usted a favor del matrimonio igualitario y el derecho a la adopción homoparental?
—Es un tema complejo que pudiéramos despachar diciendo que le tocará al legislativo debatir y legislar sobre eso, pero lo que puedo adelantar es que los derechos individuales existen, y que debe haber para personas, más allá de sus tendencias sexuales, una institucionalidad que le preserve sus derechos. En eso no tengo ningún tipo de dudas.
——¿Está usted a favor del reconocimiento de la identidad de las personas transgénero?
—Si hay legislación relacionada con eso, perfectamente no hay razón para no reconocerlo.
—¿A partir de qué edad considera que se debería permitir el cambio de género?
—Creo que eso amerita un debate, pero el tema de esas ideologías que hoy día intentan plantear en algunos países desde temprana edad que los niños no tienen identidad, de si son hombres o son mujeres, yo creo que todo eso hay que verlo con cuidado. Ningún exceso es bueno y no creo que nadie pueda estarse planteando que a temprana edad la gente está pensando en cambiarse de género o permitiendo este tipo de cosas. Yo creo en la libertad como derecho individual para todos, pero de manera consensuada y por supuesto de manera responsable.
——¿Y apoyaría que se incorporen temas como diversidad sexual y de género en los programas de educación sexual de las escuelas?
—En el caso venezolano creo que debemos avanzar hacia estos planteamientos que está haciendo el mundo en general, pero repito nuevamente, con cuidado. Meter este tema de ideología de género en las escuelas, hay que ir con mucho cuidado y mucha precaución en ese sentido. A eso me refiero del tema de la responsabilidad.
—¿apoyaría si la Asamblea Nacional o un referendo consultivo decide aprobarlo?
—Por supuesto. Lo que decida el pueblo en fin de cuentas, más allá de lo que uno en lo personal pueda pensar, nosotros no seremos obstáculo jamás para que nuestras sociedades avancen.
—¿Cree que Venezuela puede considerarse como un Estado laico actualmente? Esto considerando el apoyo que se da a las festividades religiosas católicas o el papel que juegan iglesias y grupos religiosos en la discusión de leyes.
—Creo que Venezuela puede definirse como un país de laicos, sí.
