• El ingeniero civil de 35 años de edad aprovechó el talento que su madre le ayudó a desarrollar desde niño. Actualmente exhibe sus pinturas dentro y fuera de Venezuela

Un venezolano que es feliz comiendo pastelitos andinos y bebiendo chicha en Mérida exhibe ahora sus obras en Estados Unidos, Italia y Japón. Su nombre es Carlos Eduardo Porras y, aunque es ingeniero civil de profesión, en la actualidad se dedica a la pintura, un hobby que se convirtió en su trabajo. 

Carlos tiene 35 años de edad y es oriundo del estado Mérida. Se graduó de ingeniero en octubre de 2008 y se mudó un par de meses a Inglaterra para estudiar inglés. 

Cuando volvió a Venezuela trabajó como ingeniero inspector en obras que en ese entonces realizaban empresas privadas en Mérida. Aunque desde niño fue influenciado por su madre en el arte, Carlos explicó en exclusiva para El Diario que nunca pensó que su hobby lo llevaría tan lejos.

A mi mamá toda la vida le ha gustado pintar, de hecho tiene en su casa un estudio para eso. Recuerdo que desde niño yo entraba a ese estudio con ella y mientras mi mamá hacía sus cuadros yo me ponía a pintar lo que quisiera en un block. Mi gusto por el arte es gracias a ella, que a pesar de que nunca exhibió sus pinturas en una galería, solo se las mostraba a la familia, hoy en día está muy orgullosa de que yo sí pueda hacerlo”, expresó el ingeniero.
Venezolano

El también artista confesó que sus obras se tratan de un ensayo y error, pues nunca ha estudiado arte. Todo lo que sabe sobre pintura lo ha aprendido sobre la marcha y pintando en el estudio de su madre.

Estuvo durante varios años trabajando en el negocio familiar que pertenecía a la construcción. Carlos relató que cuando la crisis se acentuó en Venezuela y el ámbito de la construcción se vio mermado por la situación, tanto él como su familia tuvieron que pensar en otras formas de generar dinero. 

Fue entonces cuando Carlos puso a prueba su talento, que hasta entonces era un hobby, para empezar a producir ingresos para ayudar en el hogar.

Las primeras oportunidades de demostrar su talento 

En 2008, luego de graduarse de ingeniero civil, a Carlos lo invitaron a la semana aniversario del Colegio de Ingenieros de Mérida, donde se realizó una exposición de pintura de arquitectos e ingenieros, ahí fue la primera vez que mostró su arte. No obstante, en ese momento la intención solo era que las personas vieran lo que él sabía hacer y por eso el merideño no esperó que la receptividad de las personas fuera “tan positiva”.

Recuerdo que yo estaba con mi familia en ese primer evento y solo pensaba en conversar con los colegas y pasar un rato agradable. Pero los cuadros gustaron tanto que los próximos cuatro años me siguieron dando la oportunidad de exhibir mis obras en las semanas aniversario del Colegio de Ingenieros”, relató Carlos.

El merideño tuvo la confianza para iniciar una actividad referente a la pintura anualmente en el club social al que él y sus padres asisten. Así nacieron las tardes de pintura que se realizaban en el aniversario del club. 

“Consistía en que las personas que asistían al club podían ver de primera mano cómo era pintar un cuadro y además interactuar con el artista, mientras pasaban un rato agradable con su familia. Yo trataba de invitar la mayor de cantidad de artistas posible para que hubiese variedad”, detalló el ingeniero.

Un hobby se convirtió en el trabajo de ensueño de Carlos Porras

El paso a exhibir sus obras fuera de Venezuela 

2019 fue el año en el que Carlos Porras mostró sus pinturas lejos de las fronteras venezolanas. La decisión la tomó debido su búsqueda de nuevos horizontes.

“Yo pensé que si además de ser ingeniero civil, la otra cosa en la que me desempeño bien es pintando, pues tenía que aprovechar eso. Así que le dije a mi esposa que si íbamos a apuntar al arte, lo haríamos alto y por ello decidí empezar a buscar oportunidades de exhibir mis pinturas en Estados Unidos”, explicó el artista. 

Así comenzó una ardua tarea de investigar y seleccionar galerías en Nueva York para contactarlas y buscar que alguna de ellas se interesara por el trabajo que él realiza. 

Junto a mi esposa realizamos una lista de al menos 250 galerías, contactamos con todas ellas y recibimos respuesta de unas 25. No obstante, teníamos que poner los pies en la tierra y ver cuál de ellas me convenía más y en cuál era más posible entrar, luego de un proceso de selección y un estudio más detallado nos decidimos por Agora Gallery y ahí en abril de 2019 tuve mi primera exposición fuera de Venezuela”, recordó Carlos.
Joven venezolano en EE UU

EE UU, Italia y Japón: sus escenarios 

A partir de la primera exposición en abril de 2019 llegaron más éxitos para el merideño. Durante ese año tuvo otra presentación en el mes de octubre en la Agora Gallery y en noviembre fue a Italia para exhibir sus obras en la Galería 360 de Florencia y en el Observatorio de la Pasión en Milán. 

En paralelo, sus pinturas estaban en una exhibición en el Metro de Shibuya, Tokio. Durante diciembre de ese mismo año fue invitado a exponer su obra en el evento Art Basel, en Miami (EE UU). 

“La gran mayoría de los eventos que tenía planificados se suspendieron debido a la pandemia de covid-19. Sin embargo, en enero exhibí mis pinturas en el Jelmony Studio Gallery en Milán, Italia y la siguiente exposición en la que pude participar fue en septiembre de ese año, nuevamente en el metro de Shibuya en Tokio”, dijo Carlos. 

Y aunque la situación con el coronavirus no se ha detenido, este 2021 el ingeniero pudo participar en la exhibición Gadu Venezuela & Friends en Miami. El evento se llevó a cabo en el Hotel Regency y Carlos Porras estuvo acompañado de otros nueve artistas venezolanos que exhibieron sus obras en el lugar.

Un hobby se convirtió en el trabajo de ensueño de Carlos Porras

Un mensaje de amor y respeto por la naturaleza 

Las obras de Carlos tienen dos estéticas: lo abstracto y el safari. Esta última es la que cuenta con más presencia en sus exposiciones, pues el merideño asegura que con su arte quiere llevar un mensaje de amor y respeto por los animales y la naturaleza.

Mi mensaje es de preservación del medio ambiente y mis pinturas se caracterizan por ser muy coloridas porque busco que las personas se sientan contentas y cómodas cuando las vean. En general pinto animales porque me gustan mucho”, confesó.
Un hobby se convirtió en el trabajo de ensueño de Carlos Porras

En este sentido, agregó que entre los días 22 y 24 de octubre va a exhibir una obra que realizó en 2019 y en la que se inspiró en los incendios que azotaron ese año a la Amazonía, Australia y gran parte de EE UU. 

Carlos comentó que aunque han sido varias las exposiciones a las que ha asistido hasta ahora, aún no se cree lo rápido que todo ha sucedido y mucho menos que sus pinturas puedan verlas incluso en Japón. El merideño expresó además su deseo de trabajar por su país, espera un día poder ayudar a otras personas a descubrir y encontrarse con sus talentos ofreciéndoles todo lo que ha aprendido a lo largo del tiempo. 

Noticias relacionadas