- Una infancia marcada por el acoso escolar y una relación familiar compleja fueron una constante en la vida del adolescente
Salvador Ramos, de 18 años de edad, fue identificado como el asesino de 19 estudiantes y dos profesores durante un tiroteo en una escuela primaria de Uvalde, Texas (EE UU), el martes 24 de mayo.
Ramos es descrito como una persona retraída y de pocos amigos, que sufrió acoso escolar porque tenía dificultades del habla, además de una familia con una complicada situación financiera.
Vivía con sus dos abuelos maternos de ascendencia mexicana, Rolando Reyes y Celia Martínez, en una casa de una sola planta a pocos metros de la escuela.

La madre, Adriana Martínez, no vivía con ellos, sino en otra parte del pueblo y es descrita por los vecinos del sector como una mujer que presuntamente tenía problemas de drogas, de acuerdo con el reporte de The Washington Post.
El joven había subido a sus redes sociales fotografías de las armas que había comprado de forma legal en una tienda de la localidad, y escribió 30 minutos antes del tiroteo en una publicación que le iba a disparar a su abuela. Instantes después, completó otra publicación donde aseguró que ya le había disparado, reseñó Los Ángeles Times.
Según una versión de algunos vecinos, la abuela estaba al tanto de los planes de su nieto y quiso impedir que los llevara adelante. La mujer fue trasladada a un hospital de San Antonio donde se encuentra en estado crítico.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas reveló a la prensa que Ramos al salir de su casa se dirigió a la escuela y portaba un chaleco antibalas.
Testigos aseguraron que iba armado con un rifle automático y una pistola. El suceso ocurrió en un aula de cuarto grado.
La mayoría de las víctimas mortales del tiroteo tenían en promedio 10 años de edad.
Sin antecedentes policiales
El gobernador de Texas, Greg Abbott, descartó el 25 de mayo en una rueda de prensa que Ramos tuviera antecedentes criminales o algún registro de enfermedades mentales en su historial médico.
También dijo que había abandonado la escuela secundaria en la que estudiaba y que había anunciado y relatado sus planes en su cuenta de Meta e Instagram.

La usuaria @epnupues reveló conversaciones donde Ramos la etiquetó para mostrarle sus rifles antes del tiroteo.
“¿Vas a repostear las fotos de armas que subí?”, le preguntó. ”¿Qué tienen que ver tus armas conmigo?”, contestó ella. Él le comentó que “debería estar orgullosa”. ”Estoy a punto de…”, añadió él.
”¿A punto de qué?”, preguntó ella, y Ramos le dijo: “Te lo contaré”.
En el último contacto le dijo que tenía un secreto que contar.
Trabajos esporádicos
Ramos tuvo algunos trabajos en el pueblo donde residía. Uno de ellos fue en la cadena de comida rápida Wendy’s, donde se mantuvo un año y que abandonó en abril de este año.
El muchacho trabajaba esporádicamente junto a su abuelo Rolando, quien se dedicaba a instalar aires acondicionados y a otras labores de mantenimiento.
En los últimos meses, la familia tuvo varias muertes próximas. Rolando había perdido a su madre y a su hermano, el tío abuelo de Salvador.