• Los vecinos de Mariela Rattia Salas, hija de la fallecida, exigen su liberación de la Delegación del CICPC en Aragua, pues temen que pueda empeorar su salud por la falta de medicación 

El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) detuvo a una mujer que mantuvo el cadáver de su madre en su casa en el pasaje 11 de San José, municipio Girardot en Maracay, estado Aragua.

Los funcionarios policiales encontraron el cadáver de Isabel Antonia Salas, de 80 años de edad, en el baño de su casa con cuatro días de descomposición.

Mariela Rattia Salas, hija de la fallecida, es una paciente psiquiátrica que estuvo conviviendo con el cadáver de su madre y siguiendo su rutina normal.

Ligia Pérez, una de las vecinas del sector, aseguró a la ONG Una Ventana a la Libertad el 18 de enero que la mujer necesita de medicación para sus comportamientos compulsivos.

Mariela se la llevaron detenida porque el cuerpo de la viejita tenía un hematoma en la cabeza y otro en la pierna, se creyó que la hija la había matado, pero la viejita Isabel se caía mucho, por eso tenía la lesión en la pierna y usaba silla de ruedas”, explicó.

Los vecinos insisten en que la mujer no es responsable de la muerte de su madre porque, además de su condición, la autopsia reveló que la señora murió producto de un infarto.

Los vecinos temen por la salud de la hija de la fallecida

Rattia está recluida desde hace dos días en la delegación del CICPC en Aragua, esperando la decisión de los tribunales.

La mujer sigue sin comprender la muerte de su madre, no come y además, le cuesta conciliar el sueño por su falta de medicación, según indicó la ONG Ventana a la Libertad.

Por su parte, los amigos y vecinos de la mujer se concentraron este viernes 20 de enero en las afueras del Palacio de Justicia en Maracay para exigir al tribunal 1º de Control la excarcelación de la mujer inocente, pues temen que por la falta de medicamentos pueda empeorar su salud.

¿Qué dice la ley sobre la privación ilegítima de libertad?

 El artículo 44 de la Constitución venezolana establece que la libertad personal es inviolable.

“Ninguna puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. En este caso, será llevada ante una autoridad judicial en un tiempo no mayor de cuarenta y ocho horas, a partir del momento de la detención”. 

Asimismo, la ley contempla que debe juzgarse a la persona en libertad excepto por las razones determinadas por la ley y apreciadas por el juez o jueza en cada caso.

La ley también estipula que ninguna persona puede seguir detenida, después de una orden de excarcelación

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