- Gobiernos, organizaciones no gubernamentales y defensores de los derechos humanos han señalado al Estado mexicano por la muerte de los migrantes
El gobierno de México ha sido señalado por diversas organizaciones y activistas de los derechos humanos, luego de que el martes 28 de marzo se conociera la muerte de 38 migrantes a raíz de un incendio que se registró dentro de la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) de Ciudad Juárez.
Las víctimas del incendio, entre heridos y fallecidos, fueron identificadas por la Fiscalía general de México como 28 guatemaltecos, 13 hondureños, 12 venezolanos, 12 salvadoreños, 1 ecuatoriano y 1 colombiano.
Tras conocerse los hechos, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, responsabilizó a los migrantes de haber iniciado el incendio durante una protesta en el centro.

“Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron, a partir, suponemos, de que se enteraron de que iban a ser deportados, movilizados, y como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego. No imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”, declaró el mandatario en una conferencia de prensa.
Se conoció que antes de que ocurriera el incidente, agentes del INM habían realizado un operativo para remover de las calles a los migrantes que, supuestamente, estaban pidiendo limosnas.
El portavoz adjunto del Departamento de Estado de Estados Unidos (EE UU), Vedant Patel, declaró en rueda de prensa que esta tragedia era un recordatorio de los riesgos a los que se enfrentan los migrantes en su travesía para llegar a Norteamérica.
Respuesta de las ONG
Tyler Mattiace, investigador de Human Rights Watch (HRW) de México, expresó que hubo una “gran negligencia” por parte de las autoridades mexicanas ante lo ocurrido.
Por esa razón exigió que se lleve a cabo una investigación criminal para esclarecer la responsabilidad de los funcionarios y oficiales que estaban en el centro custodiando a los migrantes.
Amnistía Internacional (AI) también se pronunció por lo ocurrido. Érika Guevara Rosas, directora para las Américas de la organización, comentó en un comunicado que el incidente es consecuencia de las “restrictivas y crueles” políticas migratorias que comparten los gobiernos de México y Estados Unidos.

Guevara además tildó de irresponsable tanto al presidente mexicano, López Obrador, así como al INM por insistir en culpabilizar a los migrantes de los hechos.
“Las estaciones migratorias no son albergues, sino centro de detención y las personas no están alojadas ahí, sino privadas de su libertad”, agregó.
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas del incendio y se unió a las exigencias de otras organizaciones de solicitar una investigación exhaustiva que esclarezca lo ocurrido.
Países que alzaron la voz
El canciller de Guatemala, Mario Bucaro, responsabilizó a las redes de traficantes de personas por la muerte de migrantes originarios de ese país, quienes estaban en la estación fronteriza de México al momento del incendio.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil lamentó lo ocurrido y pidió que se respeten los derechos humanos de los migrantes “independientemente de su estatus migratorio”.
El gobierno de El Salvador también se pronunció y lamentó las muertes de los migrantes, así como condenó la acción de las autoridades migratorias ante lo ocurrido. En un comunicado exigió que el gobierno de México realice una investigación “a fondo” sobre lo que originó el incendio y llevar a los responsables a la justicia.
Mientras tanto, el papa Francisco mencionó el acontecimiento durante los saludos a los peregrinos de lengua española y pidió que se rezara por los migrantes fallecidos en el incendio.
En cuanto a EE UU, informó el miércoles 29 de marzo que dará un permiso humanitario a los migrantes que resultaron heridos durante el incendio. Estos podrán entrar al país de manera temporal.
Protestas para exigir justicia
Cientos de migrantes manifestaron y exigieron justicia en la noche del martes 28 de marzo a las afueras del INM de la Ciudad Juárez.
Los ciudadanos protestaron de manera pacífica y llevaron a cabo una vigilia de oración por las víctimas.
Al acto acudió el sacerdote católico Javier Calvillo, responsable del albergue Casa del Migrante en Ciudad Juárez, quien calificó el fatal incendio como una tragedia.

Un inmigrante venezolano contó a la agencia de noticias EFE que estuvo en el centro migratorio por siete días.
“Hay mucha corrupción, ya que les cobran 20 dólares si dejan entrar una cajetilla de cigarros u otros artículos. Incluso duran días para poder hablar con sus seres queridos. Somos migrantes y no delincuentes”, expuso.
Parientes y allegados de las víctimas aseguraron a los medios que esta tragedia se pudo haber evitado.
¿Qué dice el gobierno de México?
El miércoles 29 de marzo el presidente López Obrador aseguró que el Estado mexicano “no oculta nada” sobre el incendio en el que murieron los migrantes.
“No hay ningún propósito de ocultar los hechos, ningún propósito de proteger a nadie, no se permite en nuestro gobierno la violación de derechos humanos ni se permite la impunidad”, dijo.

El presidente mexicano dio estas declaraciones después de que en redes sociales compartieron videos de las cámaras de seguridad del centro de detención. En ellos se evidencia que agentes del INM no reaccionaron mientras los migrantes pedían que abrieran las puertas para salvarse del fuego.
Ante esto, el presidente mexicano responsabilizó a los periodistas por estar “en contra de su gobierno”.

El canciller de México, Marcelo Ebrard, informó que los presuntos responsables del incidente fueron detenidos y presentados ante la Fiscalía General de la República.