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- El magnate respondió a los señalamientos con una petición para que el caso se exponga públicamente
La Comisión Europea (CE) acusó al propietario de la plataforma X (Twitter), Elon Musk, de permitir la difusión de contenido “ilegal” relacionado con los ataques a Israel por parte del grupo islámico Hamás.
El 10 de octubre, la CE anunció que le daba al magnate un plazo de 24 horas para que informara cuáles son las medidas que está aplicando la empresa para eliminar el “contenido terrorista e ilegal”, que según Bruselas, circula en la red social.
“Tras los ataques terroristas de Hamás contra Israel, tenemos indicios de fuentes calificadas que sostienen que su plataforma se está utilizando para difundir contenido ilegal y desinformación”, le dijo el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, a Elon Musk en una carta que publicó en su cuenta oficial de X.
En concreto, aseguró que medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil informaron sobre imágenes falsas y manipuladas de conflictos armados que no están relacionados con la guerra entre Israel y Hamás, o de imágenes militares “que en realidad se originaron en videojuegos”, reseñó la agencia de noticias EFE.
Medidas de mitigación
El comisario le recordó a Elon Musk que la nueva Ley de Servicios Digitales que entró en vigor en la UE obliga a las grandes plataformas a eliminar este tipo de contenido, una medida que es relevante cuando se trata de temas violentos o asociados al terrorismo.
Además, lo instó a poner en práctica medidas de mitigación para abordar los riesgos para la seguridad pública.
Breton le pidió a Musk que se ponga en contacto con las autoridades policiales pertinentes y con Europol y se decantó a favor de que Bruselas abra una investigación contra la empresa, que podría acabar con una sanción, si no toma las medidas que le pide el Ejecutivo comunitario.
Respuesta de Elon Musk
Musk respondió las acusaciones de la Comisión Europea argumentando que su empresa tiene un código “abierto y transparente” sobre su contenido, por lo que pidió al organismo europeo detallar las violaciones que alegan.
“Nuestra política es que todo sea de código abierto y transparente, un enfoque que sé que la UE apoya”, respondió Musk en X.
El empresario pidió a la Comisión que se enumeren las violaciones a las que hacen referencia en la carta para que todo el público pueda verlas.
Otra demanda en curso
La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) demandó el 5 de octubre a Musk ante una corte del Distrito Norte de California para obligarlo a testificar sobre su adquisición de Twitter en 2022, con la que podría haber incurrido en un delito de fraude bursátil.
El también director ejecutivo de Tesla no acudió a la citación del pasado 15 de septiembre en la que debía prestar declaración como parte de la investigación de la SEC sobre su compra de acciones de esta red social, ahora conocida como X, que acabó cerrándose con un acuerdo valorado en unos 44 millardos de dólares.
“La continua negativa de Musk a cumplir con la citación administrativa de la SEC está obstaculizando y retrasando la investigación (…) En consecuencia, la SEC solicita ahora al tribunal que obligue a Musk a comparecer”, alegaron los abogados de la Comisión de Bolsa y Valores de EE UU en la demanda.
Los representantes legales de Musk habían asegurado que este no se presentó porque la sede judicial de San Francisco (California, EE UU) en la que fue citado no era “el lugar apropiado para testificar”.
Sin embargo, en la demanda se detalla que incluso se le propusieron diferentes fechas para una reunión en las oficinas de la SEC ubicadas en Fort Worth (Texas, EE UU), la más cercana a la residencia actual de Musk, situada en Austin (Texas).
Elon Musk fue acusado de estafar inversores
Además, el 3 de octubre el juez federal Andrew Carter, perteneciente al tribunal del Distrito Sur de Nueva York, denegó la petición del multimillonario empresario para desestimar una demanda colectiva por la que se le acusa de estafar a inversores de Twitter antes de comprar la compañía.
Musk supuestamente habría violado la normativa federal de comunicar su participación previa del 5 % en la propiedad de esta empresa, lo que le habría permitido contar con información privilegiada a la hora de acometer la adquisición de la red social.
Los accionistas que demandaron al directivo de SpaceX dijeron que el empresario se habría ahorrado más de 200 millones de dólares con su estrategia para aumentar su participación en Twitter de 5 % al 9,2 % y que ellos vendieron sus acciones a precios “artificialmente más bajos” debido a esta maniobra.
