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- Expertos explican que entre los factores que influyen en la concentración se encuentran los ritmos circadianos
Diversos estudios han demostrado que el rendimiento cognitivo de una persona fluctúa a lo largo del día y es afectado, entre otros factores, por los ritmos circadianos, que son cambios naturales en el cuerpo a lo largo de un periodo de 24 horas.
Expertos en psicobiología del Centro de Investigación en Salud de la Universidad de Almería, en España, realizaron un estudio en el que resaltaron la importancia de conocer el cronotipo de cada individuo para mejorar la concentración y hacer que el método de estudio sea más eficaz.
El cronotipo se refiere a la predisposición natural de cada persona para experimentar picos de energía o momentos de descanso según la hora del día. Esto significa que algunos son más activos durante las horas de luz, mientras que otros lo son durante la noche.
Estos ritmos circadianos también varían según el cronotipo de cada persona, es decir, las preferencias individuales en cuanto a los momentos de dormir y despertar, esta interacción entre el momento del día y el cronotipo se conoce como “efecto de sincronía”.
La hormona encargada de regular esta energía es la melatonina, la cual también es responsable de inducir el sueño, se libera en la oscuridad y determina cuándo las personas están más despiertas y, por lo tanto, son más productivos.
Al analizar las fluctuaciones de la hormona, los investigadores pueden identificar el momento del día en el que una persona tiene más energía y está más concentrada.
Variantes de sincronización circadiana
De acuerdo con un estudio del Instituto Internacional de la Melatonina de España, los cronotipos están determinados por las fases de producción de la hormona.
Con estas variantes, los tipos de sincronización circadiana son los siguientes:
– Cronotipo matutino: el pico de producción de melatonina se adelanta a la medianoche. Las personas con este cronotipo suelen dormir temprano y son más activas en las primeras horas del día. Necesitan dormir de 10:00 pm a 6:00 am. El estudio refiere que aproximadamente el 25 % de la población tiene este cronotipo.
– Cronotipo vespertino: el máximo de producción de la hormona se produce en las horas nocturnas. Estos sujetos suelen rendir mejor por la noche y necesitan dormir más allá de las 6:00 am. Su horario de sueño regular suele ser de 3:00 am a 11:00 am. Otro 25 % de la presenta este cronotipo.
– Cronotipo intermedio: el pico máximo de melatonina se produce a las 3:00 am y suelen dormir de 12:00 am a 8:00 am. El 50 % de la población se encuentra en esta categoría.
Glándula pineal
La melatonina es liberada por la glándula pineal, que luego se encarga de distribuir por todo el cuerpo a través del sistema sanguíneo. El pico máximo se produce cada 24 horas, lo que marca el inicio de un nuevo ciclo.
Además del cronotipo, otros factores pueden interferir en la concentración de determinadas personas. Estos incluyen diferencias individuales en capacidad, intensidad y duración de la atención, memoria y curva del olvido.
Todos estos elementos fueron evaluados por los académicos españoles para observar cómo afectan los procesos cognitivos y de esta manera tenerlos en cuenta para hacer que el tiempo de estudio sea más eficiente.
De acuerdo con los investigadores de la Universidad de Almería, la productividad en el estudio o en el trabajo también se relaciona con la motivación o la expectativa de una recompensa que la glándula pineal se encarga de procesar.
¿Cómo mejorar la concentración al conocer el cronotipo?
Los especialistas señalaron que escuchar música de fondo mientras se realizan determinadas tareas intelectuales puede ser perjudicial, porque consume recursos cognitivos y distrae la atención.
Optimizar el rendimiento de la memoria mejora el proceso de aprendizaje y concentración de una persona, se puede lograr a través de ejercicios fáciles o juegos de mesa para fortalecer la capacidad de recordar.
El sueño también juega un papel fundamental en la retención de información, por lo que señalaron que el cerebro necesita estar bien descansado para manejar la codificación de nueva información.
