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- Estos organismos se encuentran en el agua contaminada y alimentos mal cocinados, así como en la tierra o pisos con poca limpieza
Los parásitos intestinales pueden afectar a cualquier persona, sin embargo, es más frecuente en niños, personas inmunodeprimidas y viajeros que visiten lugares con condiciones sanitarias deficientes.
Esta enfermedad puede contagiarse a través de la ingesta de agua contaminada o alimentos poco cocinados, por contacto con animales o heces infectadas o al pisar descalzo algún área con parásitos que penetran por la piel y llegan al intestino.
“Este recorrido a veces pasa por el pulmón y al hacerlo puede presentarse tos nocturna como uno de los síntomas de parasitosis”, explicó María Velasco, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología al medio especializado Infosalus.
De acuerdo con la revista online de salud MedLine Plus, estos organismos pueden ser difíciles de detectar, ya que muchos de los síntomas son similares a los de otras afecciones intestinales como la gastroenteritis, síndrome del colon irritable o intolerancia a la lactosa.
¿Qué son los parásitos intestinales?
Los parásitos intestinales son organismos que habitan en el sistema digestivo de los seres humanos y se alimentan de los nutrientes que se encuentran en el intestino delgado.
Tipos de parásitos intestinales
Entre los parásitos intestinales más comunes se encuentran los oxiuros, también conocidos como lombrices intestinales o solitarias.
Los helmintos, también conocidos como gusanos intestinales, son organismos que pueden infectar a los seres humanos a través de la ingesta de alimentos contaminados o de agua infectada.
Los protozoos, las amebas y las tricomonas son otras formas de parásitos intestinales que pueden provocar infecciones.
Mientras que los ectoparásitos son organismos que se adhieren a la piel o al cuero cabelludo y viajan por el torrente sanguíneo hasta albergarse en el intestino.
Síntomas y tratamiento
Los síntomas de las parasitosis intestinales varían, pero suelen incluir malestar y dolor abdominal, diarrea, prurito, pérdida de peso, cansancio y en algunos casos, anemia por falta de hierro y déficit de algunas otras vitaminas.
Algunos parásitos pueden causar erupciones cutáneas al penetrar en la piel, mientras que otros pueden provocar malabsorción de nutrientes en el intestino, lo que desencadena otras patologías, malestares estomacales y vómitos.
El diagnóstico se realiza a través de análisis de sangre y de heces, que permiten detectar la presencia de parásitos elevados así como la presencia de huevos o quistes.
Si se confirma la presencia de estos organismos, el especialista (infectólogo o gastroenterólogo) podría indicar un tratamiento con medicamentos orales.
¿Cómo prevenir las infecciones por parásitos intestinales?
Para prevenir la aparición de parásitos intestinales, los expertos recomiendan tomar medidas de prevención para evitar la infección:
– Mantener una buena higiene personal: lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de ir al baño y antes de preparar alimentos.
– Consumir alimentos seguros: cocinar la carne el tiempo necesario, lavar frutas y verduras antes de comerlas y beber solo agua potable.
– Evitar el contacto con heces y animales callejeros
– No caminar descalzo en áreas que podrían estar contaminadas.
– Acudir al médico en caso de sospecha de infección por parásitos intestinales.
