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- Los blues se volvieron a consagrar en el viejo continente, luego de haber salido campeones en la edición de 2011/2012. Pep Guardiola perdió su primera final europea | Foto: Champions League
En una final intensa, vibrante y llena de emoción, el Chelsea se impuso por la mínima ante el Manchester City de Guardiola, y conquistó su segunda Champions League. Kai Havertz se encargó de inaugurar el marcador. El compromiso se disputó con público en las tribunas, en el Estadio do Dragão de Oporto, Portugal.
Las alineaciones
Pep Guardiola apostó por una propuesta ofensiva: Ederson Moraes en el arco; una línea defensiva conformada por Kyle Walker, John Stones, Rúben Dias y Oleksandr Zinchenko, en lugar de João Cancelo.
En lugar de Rodri Hernández como mediocampista central, apareció Ilkay Gündogan —duda hasta última hora por molestias físicas— en la zona medular; con Kevin De Bruyne y Bernardo Silva como interiores. Riyad Mahrez y Phil Foden acompañaron a Raheem Sterling —otra de las novedades— en el frente de ataque.
El Chelsea, en tanto, salió sin muchas sorpresas: Édouard Mendy en la portería, con una línea de tres conformada por César Azpilicueta, Thiago Silva y Antonio Rüdiger, quien pasa por el mejor momento de su carrera.
Reece James y Ben Chilwell aparecieron como carrileros, con N’Golo Kanté y Jorginho en la mitad de la cancha. Al igual que en los partidos anteriores, Mason Mount, Kai Havertz y Timo Werner conformaron la delantera.
Transcurso del partido
El Manchester City tomó la iniciativa del compromiso, con presión alta, recuperaciones rápidas y pases al primer toque; mientras que los dirigidos por Tuchel apostaron por generar superioridad en el centro del campo y explotar los costados.
En los primeros minutos no hubo un dominador claro. Los dos equipos generaron peligro con llegadas al área. El primer aviso del equipo ciudadano fue un pase largo de Ederson hacia Sterling, quien intentó superar a Mendy en el achique.
Al cuarto de hora, Timo Werner desperdició el primer gol del Chelsea. Estando solo, sin marca dentro del área, el alemán envió un remate sin potencia hacia las manos de Ederson. Los de azul eléctrico no paraban de morder con Kanté en la mitad de la cancha, y los celestes de llegar y romper el espacio. Solo faltaba el gol.
Gol del Chelsea
A la media hora de partido, Antonio Rüdiger evitó el que pudo haber sido el primer gol del Manchester City. Con una barrida providencial, desvió un claro remate a tres dedos de Phil Foden. Al minuto 38, Thiago Silva abandonó la cancha por sus medios, debido a una molestia física. Andreas Christensen ocupó el puesto del brasileño.
En un parpadeo, Kai Havertz recibió un pase al vacío de Mason Mount, superó en el mano a mano a Ederson y, con el arco vacío, puso en ventaja al Chelsea al minuto 42. A pesar de dominar el balón, a los muchachos de Pep Guardiola les faltaba replantear ideas.
Segunda mitad
Cuando estaba obligado a empatar el encuentro, el Manchester City perdió a su mejor futbolista al minuto 60. Llorando y aturdido, así se marchó Kevin de Bruyne del terreno de juego, luego de recibir un fuerte impacto por parte de Rüdiger.
Guardiola le dio ingreso a Fernandinho y Gabriel Jesús. Tuchel, en cambio, le dio ingreso a Christian Pulisic por Wernter. El cuadro celeste adelantó sus líneas y apeló a los centros. César Azpilicueta despejó un pase de la muerte de Mahrez; luego Pulisic desperdició un mano a mano. Era un toma y dame.
En el carrusel de cambios, Sergio “El Kun” Agüero entró al minuto 75, para disputar el último partido con el Manchester City. En el carrusel de cambios, con el propósito de reforzar el mediocampo, Mount dejó su lugar por Mateo Kovačić. Havertz. el goleador del partido, siguió en cancha.
El cronómetro se le agotaba al campeón de la Premier League. Las pelotas llovían sobre el área de Mendy, pero faltaba eficacia para rematar. En la última jugada del compromiso, Riyad Mahrez remató con su pierna menos hábil, la derecha, y por poco vacuna a Mendy.
De esta forma, el Chelsea conquistó su segunda Champions League, luego de haberse consagrado en Múnich. El Manchester City, que había llegado a su primera final continental, tendrá que esperarse hasta la siguiente campaña para intentar conquistar la Orejona.
